Coronavirus: ¿por qué cuesta cumplir con las restricciones?

Coronavirus: ¿por qué cuesta cumplir con las restricciones?

Las autoridades mostraron su preocupación por el relajamiento de la sociedad a la hora de respetar las medidas sanitarias. ¿Cuáles son los factores que provocan esta situación?.

PANDEMIA. Las autoridades reiteran la necesidad de acatar las normas ante el avance de la segunda ola. LA GACETA / DIEGO ARÁOZ PANDEMIA. Las autoridades reiteran la necesidad de acatar las normas ante el avance de la segunda ola. LA GACETA / DIEGO ARÁOZ
01 Mayo 2021

La pandemia de coronavirus transita su segunda ola en Argentina. Los contagios van en aumento y crece la preocupación entre las autoridades provinciales y nacionales. La falta de acatamiento a las restricciones está presente en el día a día. 

A más de un año de la irrupción del virus SARS-CoV-2, parece ser que muchos todavía no toman conciencia de la gravedad de la situación sanitaria a la que se enfrenta el país y el mundo. Si en un comienzo el miedo a esta enfermedad llevó a una sociedad, esquiva al cumplimiento de las leyes, como la argentina a respetar las normas; hoy la situación es absolutamente distinta.

Basta con salir a la calle y observar: personas sin barbijos o mal puestos, filas en los establecimientos donde ya no se respeta el distanciamiento, reuniones sociales que no cumplen con el protocolo establecido, fiestas clandestinas, aglomeraciones de personas, entre otros muchos hechos que transgreden constantemente las normas.

¿Cómo se llegó hasta esta situación? ¿Por qué hay un desapego profundo hacia las medidas?. El cansancio por las prolongadas cuarentenas, la falta de interés en la salud del otro, la naturalización de la pandemia, la confianza en la llegada de las vacunas y el impacto que han tenido las restricciones en la economía, podrían ser algunas de las respuestas.

"Un gran sector de la sociedad acompaña las medidas, pero hay una parte que no acata y es reacia a respetar las disposiciones. Las permanentes transgresiones, falta de compromiso y solidaridad con el otro se está evidenciando. Lo que tenemos que comprender, y debemos asumir cada uno es una cuota de responsabilidad. Si todos no colaboramos no vamos a poder salir adelante", afirmó José Ardiles, secretario de Seguridad de la Provincia y referente del Comité Operativo de Emergencia (COE) de la Provincia.

El funcionario hizo referencia a la responsabilidad individual de cada uno y emplaza a los ciudadanos a no esperar que las autoridades estén detrás para que se cumpla con las normas. "Muchas veces la Policía debe actuar como niñera y no debe ser así".

ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO

Además, expresó su preocupación por la falta de compromiso por parte de los jóvenes. "No cumplen las normas. La falta de conciencia en este sector es muy evidente", dijo Ardiles.  "Acuden a las fiestas clandestinas y después los lunes o martes, cuando aparecen los síntomas, vemos que están haciendo fila en los hospitales para hacerse el hisopado. No son responsables y no se dan cuenta que entorno a una persona, pueden terminar contagiando a muchos más", amplió.

Una sociedad acostumbrada a transgredir los límites

La transgresión a las leyes no es algo extraño en Argentina. Si bien, al inicio de la pandemia el acatamiento a las medidas dictadas por el presidente Alberto Fernández fueron respetadas por la mayor parte de la población. Hoy la situación es distinta. LA GACETA consultó con especialistas para conocer su mira sobre por qué la sociedad se muestra reacia, en algunos casos, a cumplir.

"Es importante entender que con la pandemia hubo una naturalización. Ha pasado a ser parte de la vida cotidiana como un montón de otras cosas, riesgos y peligros que forman parte del día a día", explicó la socióloga Cristina Garat, licenciada en Sociología, docente de la UNT en la carrera de Trabajo Social y becaria doctoral del Conicet.

Señaló que el hecho de tener la información sobre el virus no modifica necesariamente la conducta. “Esto es bastante evidente en distintos aspectos de la vida. Un ejemplo son los accidentes de tránsito. Gran parte de ellos son provocados por conductores alcoholizados, esto no quiere decir que la persona que protagonizó el hecho no sabía que si estaba en esas condiciones no corría más riesgo, probablemente sabía, sin embargo lo hace”, gráfico. "Con el coronavirus pasa algo similar. No hay falta de información, sino que el tener información no alcanza para modificar conductas de riesgo", agregó.

Para Garat, las personas también buscan esperan un factor de autoridad externo para cumplir. "No asume una responsabilidad propia. Hay decretos y protocolos, pero si no está presente alguien que esté controlando hay una relajación", precisó la socióloga.

LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

Raúl Arué, magister en Sociología Aplicada (UNT) y licenciado en Sociología (UBA) indicó que hay diversos motivos a la hora de analizar este comportamiento.  Al igual que Garat, consideró que la sociedad se acostumbró a esta situación. También señaló que el miedo a la enfermedad y al desconocimiento que había sobre ella se fue perdiendo.

"La Argentina se caracteriza por una anomia social, es decir, una sociedad que le cuesta cumplir las normas y la transgresión de ellas es algo común.Es lo que estamos viviendo actualmente y explica en gran parte lo que pasa", destacó.

En tanto, señaló que el factor económico influye en esta nueva etapa. "Cuando comenzó la pandemia el derecho a la salud estaba por encima de lo económico y todos adherimos a ese posicionamiento. En cambio, actualmente la situación cambió. El factor económico hoy cobra mayor fuerza y es visible".

Los jóvenes, los más rebeldes

“El comportamiento de los jóvenes se explica en el término ‘juventud, divino tesoro’ que sintetiza la visión que se mantiene respecto de este grupo etario, siendo el aspecto simbólico de la diversión y disfrute; por lo que se debe tener presente que con frecuencia, los adolescentes y los adultos jóvenes como algo típico de dicha etapa se sienten invulnerables, a esto ayudaron los datos donde las personas jóvenes no se verían tan afectadas por el coronavirus como a diferencia de las personas mayores, lo que podría haber ayudado a fomentar esta creencia”,  detalló la psicóloga infantil y especialista en neurodesarrollo, Mariana Aguirre.

La especialista sostuvo que estas transgresiones a las normas se explican, en parte, por el rechazo a los límites y reglas. "La frustración y tristeza que conlleva a la rebeldía típica de esta edad donde no hay nada sorprendente en que cuestionen las normas, forma parte de un proceso de maduración, ya que hay un déficit en la toma de conciencia del peligro en sí; es por esto que este grupo está en el ojo de la tormenta ya que la necesidad de socializar, más la falta de toma de conciencia, sumado a la rebeldía típica de traspasar los límites y el agotamiento mental que conlleva la pandemia es un combo muy amplio que hace que los principales transgresores sean los jóvenes", concluyó Aguirre.

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