La vacuna contra la rabia no llegó a la Legislatura

La vacuna contra la rabia no llegó a la Legislatura

Dentro de tres días se cumple un mes sin que la Legislatura sesione. El dato puede resultar efímero, pero toma potencia si se analiza el contexto. Aquel 25 de marzo el vicegobernador presidía el encuentro luego de atravesar la infección por Covid y después de que el virus de la interna infectara todo en el edificio rodeado de espejos. En realidad, la rabia se propagó a comienzos de marzo -el 8- cuando el jaldismo agazapado pegó un zarpazo al manzurismo expectante y colocó al frente de la Defensoría del Pueblo al esteño Eduardo “Lalo” Cobos.

Los peronistas -de ambas orillas del río revuelto- repiten hasta el hartazgo que esa trifulca política no afecta a las instituciones, pero la actividad en la Cámara está resentida. Hay reuniones de comisión (ayer se conformó la de Asuntos Constitucionales), pero en la agenda no sobresale ni se pone en el tapete ningún asunto de fuste. Los temas que más importan y sobrevuelan sobre la Legislatura son dos con fuerte tufillo a barro político, que lejos están de querer y poder tratarse en el recinto.

Por un lado, en la Legislatura se habla de los 1.138 contratos que Osvaldo Jaldo dio de baja y que corresponden a los legisladores fieles al manzurismo. La posibilidad de que sean incorporados sigue siendo un anhelo. Aquel anunciado encuentro entre Sergio Mansilla -titular del bloque Lealtad Peronista- y Jaldo para restablecer los puestos laborales jamás se produjo. ¿Se realizará? Podría ser hoy. En las huestes del vicegobernador entienden que el primer paso para que se restituyan los puestos laborales caídos lo tiene que dar el gobernador, que quitó de lugares clave a funcionarios afines al tranqueño. En la Casa de Gobierno entienden que es al revés y que no es lo mismo echar a gente de cargos “políticos” que a empleados “rasos”. ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Esa parece ser la cuestión. Hoy podría haber cacareo y podría dilucidarse uno de los grandes misterios filosóficos de la humanidad.

Por otra parte, se parlotea sobre las vacunas y sobre presuntas irregularidades que podrían rozar a hombres afines a Manzur. El legislador Daniel Deiana repitió ayer en el programa “Los Primeros”, que conduce Omar Nóblega, lo que ya había deslizado anteriormente. “Hay legisladores que están investigando al Estado por cuestiones de narcotráfico y manejo institucional”, dijo. ¿A qué hacía referencia? Al parecer, como se dijo aquí, los parlamentarios de uno y otro bloque estarían dispuestos a ventilar trapos sucios si la interna continúa su curva ascendente. Uno de ellos tendría que ver con la investigación que lleva adelante la Justicia Federal en torno a presuntos vínculos de funcionarios del sistema sanitario con una red narco que habría utilizado incluso el sistema de emergencia de ambulancias. Otro de los temas es aún igual o más delicado que ese: el de las vacunas contra la Covid. “Mire la vacunación de delegados (comunales) e intendentes”, sugirió una fuente jaldista. ¿Se vacunaron? Si es así, deberán explicar por qué no se hizo público o por qué no figuran en ningún listado, si es que lícitamente les correspondió la inoculación por su condición de “esenciales”. Uno que otro legislador también estaría recabando datos sobre la cuestión.

En medio de este cruce retoma valor el dato del inicio de esta columna, respecto de que hace casi un mes que no sesiona la Cámara. Porque el manzurismo tendría preparada una ruidosa protesta de los ex contratados, hoy desplazados, si es que hay convocatoria al recinto. Además, un par de oficialistas tendrían preparados discursos para plantear ese y otros temas relacionados a contrataciones y el manejo del dinero de la Cámara. Ventilarían números y reclamos en plena sesión. ¿Hay puntos oscuros en el manejo del presupuesto de la Legislatura? Si es así, el jaldismo deberá explicar cómo y en qué utiliza sus recursos.

Hasta anoche no había convocatoria a Labor Parlamentaria, donde se fijan los temas de sesión. Tampoco a debate con el líder del bloque manzurista ni atisbo de encuentro amplio entre ambos sectores en puja. Pero no, como dicen en la cabeza de ambos poderes, la interna oficialista no afecta las instituciones...

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