05 Marzo 2021
Compañeros inseparables y soñados o un dolor de cabeza impensado. Los dos extremos pueden darse a la hora de que un gato o un perro se sume a una casa. Pero todo puede y debe preveerse. Según los especialistas, muchas veces la elección de la mascota y de su raza se realiza al azar, por gusto, por estética o por el simple hecho de satisfacer a los hijos que los piden. Si estás pensando en incorporar una a tu vida o ya la tenés, esta nota te resultará útil.
“Antes de llevar una mascota a nuestro hogar, debemos pensar que no se trata de un objeto, sino de una vida. A partir del momento en el que decidimos tenerla, somos 100% responsables de su cuidado y atención diaria para que tenga una vida saludable”, afirma la veterinaria Daniela Alanis.
La llegada de una mascota al hogar debe ser consecuencia de una serie de análisis previos de ciertos aspectos que resultarán vitales para su bienestar y para el equilibrio de la familia a la cual se inserta. Es importante concientizar a la sociedad acerca del compromiso que impone esta decisión, para evitar que el animal se vuelva una carga y, en el peor de los casos, termine siendo abandonado.
¿Primera vez?
Cuando se es debutante en este terreno, se debe buscar el asesoramiento de un profesional para elegir adecuadamente la compañía doméstica animal. “Hablando con la familia o la persona que está buscando una mascota, uno puede saber más o menos cuál es su temperamento, sus gustos y su tiempo disponible. A partir de eso, se recomienda la ideal para ellos, específicamente”, explica la veterinaria Patricia El-Kadi.
Alanis acota que es necesario considerar todos los gastos que implica la buena atención del animal elegido y determinar si se los podrá afrontar, que van más allá de la alimentación: entre ellos figuran el control veterinario en forma periódica, los posibles contratiempos y las enfermedades que pudieran aparecer.
“Hay que tener en cuenta también si vive otro animal en la casa, especialmente si no son de la misma especie, para considerar el sexo por dominancia y posibles peleas. El espacio es muy importante, ya que debemos proporcionarle un lugar acorde a su tamaño para que desarrolle sus funciones vitales de la mejor manera posible, protegidos también de los cambios de temperatura”, añade la profesional.
Según la especialista Cyntia López Millán, es importante supervisar las primeras interacciones con los niños de la familia y enseñarles que no deben ser tratados como una muñeca o un juguete. Por otro lado, remarca que no se debe automedicar a los animales ya que las drogas de uso humano resultan tóxicas para ellos. Es importante la visita periódica al veterinario para despejar dudas. “El tener una mascota en el hogar implica una tenencia responsable, educación, tiempo para salidas, recreación y una buena alimentación”, concluye.
Animales no domésticos
“Los animales silvestres jamás deben ser tratados como mascotas: su tenencia es ilegal, no están domesticados y si se los lleva a la casa se fomenta el furtivismo y la privación de su libertad -afirma Alanis- por parte de los cazadores. Además, el tráfico y tenencia de animales exóticos puede provocar daños en la salud pública por ser portadores de enfermedades endémicas”. Precisamente, la transmisión de males de animales a humanos (zoonosis) es una de las principales preocupaciones actuales, potenciada por las sospechas acerca del surgimiento del coronavirus.
Es importante remarcar que hay animales que no son domésticos y aun así, muchas personas los adquieren como mascotas. El caso más común, según los especialistas, es el de las tortugas, en un podio que comparte con los loros y los monos.
“Es sumamente frecuente que lleguen a la veterinaria tortugas con el caparazón roto porque les pasaron sin querer la máquina de cortar el pasto o un perro se puso a jugar con ella. Muchas veces no se logra salvarlas, es muy importante que la gente entienda que por ley está prohibida su domesticación”, asevera Kadi.
A tener en cuenta
- Hay que tratar con respeto y cariño al animal. Dedicarles atención y pasar tiempo con ellos.
- Brindarles un buen estado de salud con un plan sanitario al día (vacunas al menos una vez al año y desparasitaciones cada tres meses).
- Realizar controles anuales con el veterinario.
- Analizar el temperamento y el tamaño del animal.
- En caso de salir de vacaciones, se debe prever una persona que cuide a la mascota.
- Si se elije una mascota de raza, informarse sobre sus patologías para evitarlas o afrontarlas.
- En el caso de los perros, necesitan paseos frecuentes para disminuir el estrés y gastar energía (si se vive en un departamento, tres salidas por día).
- Dar una alimentación adecuada y balanceada, mantener el agua limpia y fresca y garantizar la higiene del espacio físico y de la mascota.
Hablando de razas
La veterinaria Patricia El-Kadi destaca la necesidad de conocer las características y el temperamento de algunas razas de perros a la hora de elegir la mejor mascota para cada hogar. Subraya que es sumamente importante informarse sobre las diferencias entre cada una para adoptar un animal que se adecue a las necesidades de la persona y de la familia a la que se incorporará y viceversa, atento a sus propias necesidades:
- Pekinés, caniche, shih tzu (perros falderos) o gatos persa: buscan cariño constante y estar encima de sus dueños. Se llevan muy bien con las personas mayores.
- Labrador y beagle: son perros naturalmente juguetones que requieren una importante descarga de energía con actividades diarias, necesaria para garantizar su buen comportamiento. Son los compañeros ideales de los niños.
- Dogo argentino, ovejero alemán, pitbull, chow chow y shar pei: son perros principalmente guardianes. Les gusta tener su espacio y es aconsejable respetarlo.
- Border collie, pointer inglés y weimaraner: necesitan diariamente tener mucho desgaste físico y salir a correr. Son los más adecuados para las personas que viven en el campo, tienen un parque en sus casas o frecuentan lugares con mucho verde.
(Producción periodística: Mariana Ávila)
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