¿Cómo afectan los residuos del “take away” al planeta?

¿Cómo afectan los residuos del “take away” al planeta?

Por la pandemia los desechos de plásticos de un solo uso aumentaron. Consecuencias y tips

¿Cómo afectan los residuos del “take away” al planeta?
17 Enero 2021

El delivery fue la alternativa perfecta para estar a resguardo en nuestros hogares, y con apenas una app pudimos obtener el menú completo para la semana. El problema está al mirar como las bandejas y los envoltorios de cada almuerzo se acumulan en la basura.

Desde el inicio de la pandemia, decenas de organizaciones ambientalistas han enfatizado la cantidad de desechos de un solo uso que generó el aislamiento y los nuevos hábitos de consumo por take away o pedidos a domicilio.

“Si bien se trató de una necesidad de salud y bioseguridad durante 2020, ya es hora de adoptar insumos que permitan la sostenibilidad y comulguen con el zero waste durante el transporte de alimentos. En esta revisión hay que evaluar el packaging de los comercios y los productos plásticos extra que agregan sin solicitarse de antemano”, comenta la activista de Greenpeace Micaela Gallardo.

Basta con ver las cifras: las bandejas de icopor (poliestireno expandido) tardan 150 años en degradarse, mientras que los recipientes de rotiseria aumentan a 350 años. Un número importante al sumarle el papel film (465 años al hablar de un rollo completo) y las bolsas (100 años) que los recubren.

Datos afines aparecen en un informe de Greenpeace Argentina, en el cual se detalla que nuestro país produce -por año- 14 millones de toneladas de basura. De ellas, el 14 % son botellas y recipientes descartables.

Alternativas eco

Como punto extra de un proceso que intenta posicionarse desde hace años, hay insumos de delivery que van de la mano con la naturaleza. “Los productos más efectivos son las cajas compostables, hechas a base de almidón de maíz, caña de azúcar o bambú. Su principal beneficio es que se degradan biológicamente tan rápido como el resto de frutas o verduras que tiremos. Además, se pueden colocar en la tierra de nuestros patios o jardines”, explica la ambientalista.

Por igual, se suman las bolsas de kraft reciclado, de papel de cera o de arroz vegetal. “Para los cubiertos el cambio central son los utensilios de bambú o de caña castilla, y la despedida de los sorbetes. Y, para los materiales en tarros, está la opción de los frascos de vidrio. No olvidemos que las franquicias de supermercados libres de envases, con bolsas eco y ventas a granel ya funcionan en nuestro país”, acota Gallardo.

En el caso de las cafeterías, los esfuerzos decantaron por ofrecer descuentos a quienes acerquen sus propios vasos o termos reutilizables para llenar. Otro ejemplo de cuidado -con mayor éxito en Europa- es la recirculación de la borra de café utilizada. Al secarse, estos restos pueden ser usados en huertas, como ingrediente de compostaje o para alimentar (en mínimas cantidades) a las lombrices californianas.

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