06 Diciembre 2020
AL ENCUENTRO DE SUS FIELES. La imagen de la Virgen recorrerá distintas iglesias para recibir los pedidos y rezos de la comunidad católica tucumana.
Se acerca el 8 de diciembre y, como todos los años, los católicos tucumanos ya piensan cómo llevar a cabo la festividad por el Día de la Inmaculada Concepción, celebración muy arraigada en los fieles de la provincia. Este año, sin embargo, no podrán realizarse las típicas peregrinaciones hasta La Reducción, y la Iglesia deberá adaptar la conmemoración a la coyuntura que se vive desde que comenzaron las restricciones por el covid-19.
“Para prevenir posibilidades de contagio, no habrá procesiones este año. El mensaje es: ‘en lugar de que nosotros vayamos a la Casa de la Virgen, la Virgen irá a nuestro hogar’”, dijo Luis Medina Ruiz, secretario ejecutivo del Sistema Provincial de Salud (Siprosa).
El santuario ubicado en La Reducción, Lules, tendrá sus puertas cerradas con el objetivo de evitar aglomeraciones. Por esta razón, desde la Iglesia decidieron que sea la Virgen la que salga del santuario en peregrinación y recorra distintas localidades de la provincia, y así los feligreses demuestren su devoción hacia ella desde la vereda de sus casas, sin acompañarla en el recorrido.
“Es la Virgen la que va al encuentro con los hijos de Dios, que va bendiciendo a los enfermos. Hoy (por ayer) se encuentra en la Parroquia de Guadalupe, en Lomas de Tafí. Los templos por los que pase estarán abiertos para que la gente entre y haga sus oraciones, siempre manteniendo los cuidados necesarios”, afirmó Marcelo Agüero, párroco de la Iglesia de Lules y encargado de la celebración.
Aquellos que acostumbran peregrinar hasta Catamarca en esta fecha tampoco podrán ir debido a que las autoridades del Poder Ejecutivo de la provincia vecina decidieron cerrar sus fronteras, con el fin de mantener contenidos los casos locales de coronavirus. Así no tendrá lugar tampoco una de las actividades más tradicionales de la región.
“Este día va a ser distinto a los de años anteriores por el contexto que estamos viviendo, debemos cuidarnos y volver con mayores energías el próximo año”, se esperanzó el párroco.
Protocolo en misa
Además, cabe destacar que las celebraciones litúrgicas que se realizarán el martes serán sin presencia de fieles, manteniendo la idea de que no se produzcan amontonamientos de personas.
“La primera será a las cero hora, encabezada por el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, y transmitida por canal 10 para toda la comunidad”, informó Agüero. La otra celebración de ese día será a las 17, también televisada por la emisora estatal.
Los devotos, no obstante, podrán asistir a las misas que se lleven a cabo en cada barrio (hace tiempo fueron habilitadas por el COE). Se les exige tomar todas las precauciones necesarias y respetar los protocolos indicados: mantener distancia adecuada, usar barbijo en todo momento, desinfectarse las manos con alcohol al ingresar a la parroquia y no tomar la eucaristía directamente en la boca, entre otras.
Reflexión
Marcelo Agüero
“Es un signo de madurez en la fe. Porque la fe no es sólo ir a un lugar, sino vivir como la Virgen nos pide en el lugar en el que cada uno está. Nuestra manifestación este día es ir y acompañarla, pero la verdadera fe está diariamente, cuando trabajamos, decidimos, debemos tener ese signo de esperanza que la Virgen nos da. Creo que es un signo que nos invita a tener mayor fe, aunque no la veamos ella está”, reflexionó el párroco Marcelo Agüero sobre lo que significa adaptarse a la situación actual y no salir a peregrinar junto a la imagen religiosa, como habitualmente se hace en esta festividad anual. Agüero no se detiene ahí y piensa en el próximo año, momento en el que espera solucionado el problema del covid-19 para que los feligreses vuelvan a vivir la jornada como lo venían haciendo.
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