Ejes para pensar la salud de la nueva “normalidad”

Ejes para pensar la salud de la nueva “normalidad”

20 Septiembre 2020

Por Rossana Chahla, ministra de Salud Pública de Tucumán.-

La política de salud implementada en Tucumán ha seguido un mapa de ruta a partir de una serie de ejes para afrontar la pandemia y focalizarnos en ella.

Antes del primer caso de la covid-19 en nuestra provincia, que fue el 19 de marzo de este año, pero conociendo su existencia y su poder de contagio, elaboramos -en enero- el primer Plan de Contingencia con una serie de acciones de prevención, preparación, respuesta y recuperación para enfrentar al virus. En febrero diseñamos el segundo y, en abril en su tercera versión, lo presentamos. Entre sus acciones mencionamos: aumento de camas críticas, equipamiento, consultorios febriles, hospitales modulares Aplicamos 339.671 vacunas antigripales gratuitas y 65.000 pacientes asistidos en consultorios virtuales, además de la creación de varios nodos de testeo y clinicas móviles . Nos ocupamos de los sectores sociales más vulnerables: adultos mayores, geriátricos, contextos de encierro, de modo de incluir a toda la sociedad. Creamos el Banco de plasma siendo en ese momento el primero del NOA.

En el marco del Plan de Contingencia Provincial, el 4 de febrero de este año, constituimos el Comité Operativo de Emergencias Sanitarias (COES). Este Comité, integrado por más de 30 expertos es fundamentalmente interdisciplinario porque reúne a médicos, terapistas, especialistas en emergentología, epidemiología, infectología, neumonología, bioquímica, psiquiatría, enfermería, kinesiología, entre otros.

Implementamos un Programa Provincial de Protección para el Personal de Salud, que incluye Capacitaciones en Bioseguridad y en varias disciplinas médicas, Protocolos de Limpieza y Desinfección de instrumentos e instalaciones. Incorporamos el Cuidado y la protección del personal de salud y de los pacientes de modo integral. Prestamos atención y prevención a sectores sociales Ideamos Protocolos para mitigar la transmisión del virus, con barbijos, barbijos quirúrgicos, protección ocular, máscaras, trajes, guantes, etc.

En efecto, la salud pública en Tucumán se apoyó en los siguientes ejes:

• Una política de prevención que, sin estimular el miedo, propone el cuidado de cada uno que es, al mismo tiempo, el cuidado de todos. Esta prevención se basa en la solidaridad, evitando la estigmatización del personal sanitario, del enfermo y de su entorno familiar.

• Una comunicación clara que sea comprendida por los ciudadanos, apoyada en la idea de que la comunicación clara es un derecho de todos.

• Implementación de una política inclusiva de salud que contemple a toda los vecinos de la provincia con iguales derechos.

• Trabajo interdisciplinario porque nadie posee la totalidad del saber de una disciplina. En la actualidad, el trabajo en equipo es lo único que garantiza logros efectivos.

• Actividad en el terreno porque si el paciente no llega para ser atendido, debemos ir a buscarlo. El médico centinela es quien cumple la función de buscar a los contagiados o asintomáticas como medida de prevención sanitaria.

Una tarea similar a la de un detective

Suele compararse el trabajo en tiempos de pandemia con el oficio de los detectives: buscar los casos, investigar y prevenir.

En la actualidad debemos hacer un tarea en dos etapas simultáneas: atender la crítica situación que atravesamos; y planificar para transitar la nueva normalidad porque no habrá “normalidad”. Habrá muchos hábitos que deberemos dejarlos de lado, esas costumbres tan propias de los argentinos: el mate colectivo, el abrazo, los besos. Habremos incorporado los hábitos de lavarnos las manos, respetar la distancia físicas porque sabemos que es un virus, que siempre nos acecha, que va y vuelve.

Pero, debemos reconocer que este virus nos ha impulsado a estudiar para conocer más de él, a trabajar colectivamente, a practicar la solidaridad, a no discriminar y no negar que nos podemos enfermar y que debemos cuidarnos para cuidar a los otros, que son nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo.

Aprendimos muchas cosas: que somos contingentes, que no somos eternos y nos podemos enfermar. Seguramente, tendremos historias para contarles a nuestros hijos, nietos, sobrinos de esta pandemia que nos afectó pero que vamos a superar, cuidándonos y tendiéndonos las manos, aun a la distancia.

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