Cartas de lectores

- Adiós a Roberto Carro

Tiene un dejo de alegoría la muerte de “Pelín” Carro el Día del Amigo. Con un empuje admirable, las cosas en que creía sufren un golpe severo que probablemente exprese su indispensabilidad en tales proyectos. Es el primer intendente elegido de la entonces novel Municipalidad de Yerba Buena, allá por 1983. Pasó por otros cargos públicos, vinculados siempre a gobiernos justicialistas. Conocí al último “Pelín”, el que desde hace más de 20 años se instaló en El Bañado en pleno Valle Calchaquí, con una intensa actividad en torno a intentar que allí florezca el turismo, acompañado por la fabricación de vino. Sobre esto último, fue un verdadero animador, integrante de la Cámara que llevó a Alberto Guardia a la presidencia de la FET. Construyó una fiesta del pagano desentierro del diablo, que en su edición 2020, con él ya enfermo, superó los 1.000 asistentes. Ahí concurrimos entusiastas de la música y el baile folclórico, donde se lucía como anfitrión, pues con la guitarra resultaba un artista más íntimo. Era quien mejor ejecutaba lo compuesto por su suegro, el gran poeta Lucho Díaz, fallecido tempranamente e integrante de la trova tucumana con Valladares, Gentilini, Rubén Cruz y otros. Conmovedoras interpretaciones para el amor y la tierra. Se va de esta manera un amigo que motivaba estas expresiones: canto y vino. Esto con la obstinada pretensión de generalizar los esfuerzos bodegueros que Chico Zossi y otros habían intentado en Tucumán desde hace tiempo. Lo vamos a extrañar porque su casa en el valle y su presencia eran el pretexto para muchos que su personalidad animaba con ese carácter expansivo que nos hacía olvidar su nombre para decirle solo “Pelín”.

Alfredo Carlos Dato


- ¿Hasta cuándo, Catilina?

Esta semana se concretará otro episodio de la novela de rehenes que nos obligan a sufrir a los tucumanos; en vez de “La casa de papel”, donde los rehenes eran empleados de un banco de España, esta novela tiene como protagonistas al pueblo de la Provincia que necesita el transporte público para poder realizar sus actividades lejos de su vivienda. El transporte público por definición debe ser prioritario; en ese entendimiento la Nación socorre a las provincias con subsidios millonarios que, hasta ahora, no bastan para satisfacer a las empresas de transporte y a los choferes de las mismas. ¿Hasta cuándo, Catilina? diría Cicerón, ante un Senado romano que lo escuchaba, pero creo que toda su brillante oratoria se hubiera desperdiciado en la Honorable Legislatura de Tucumán, con legisladores millonarios refractarios a las necesidades del pueblo de esta provincia, donde ni una pobreza del 50% los hace reaccionar; sobre todo a los peronistas que el 26 de julio se acordarán de Eva Perón, quizás en el discurso, pero en la práctica estarán lejos de acordarse de lo que decía el General Perón : “mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar”.

René Carlos Roncedo


- La aristocracia obrera argentina

Federico Türpe en su columna “La aristocracia obrera argentina” (17/07) hace una alusión a una serie de frases que llevan, en mi opinión, a conceptos confusos e inconexos. “El proletariado inglés se está aburguesando cada día más”; “Esta nación (Inglaterra), la más burguesa de todas, aspira a tener al lado de la burguesía a una aristocracia burguesa y a un proletariado burgués. Naturalmente, por parte de una nación que explota al mundo entero, esto es, hasta cierto punto, lógico” (Carta de Federico Engels a Carlos Marx) (LA GACETA)”. No se interroga, en primer lugar, sobre las razones de tal aspiración. En el régimen político inglés de aquella época, predominaban, en el poder, las antiguas aristocracias o nobleza inglesa (habían dejado de ser feudales, reconvertidas a nuevos métodos comerciales) y las antiguas burguesías mercantiles y financieras (comercio colonial).Asimilados como gentlemen (caballeros) junto a los millonarios del algodón (primeras industrias textiles). Quedaron, fuera de rango, los “nuevos hombres de negocios” (clases medias), que fueron protagonistas de las revoluciones industriales en Inglaterra. La denominada burguesía industrial. La estructura política del país, en una transición convulsiva, estaba totalmente atrasada con respecto a los cambios que tuvieron lugar en la base económica. Las leyes de la historia ejercen, a través de los distintos sectores sociales, una acción disolvente en los regímenes políticos. Engels explica: “he utilizado constantemente la expresión clase media en el sentido del inglés middle class (o bien como se dice casi siempre, middle clases); esta expresión designa, como la palabra francesa burguesía, la clase poseedora y muy particularmente la clase poseedora distinta de la llamada aristocracia clase que en- Francia e Inglaterra detenta el poder político directamente y en Alemania indirectamente bajo el manto de la opinión pública”. Interpreta Türp que el “aburguesamiento” del proletariado con respecto a otras categorías de trabajadores es “casi natural” por el carácter colonial de Inglaterra. Olvida la conmovedora lucha del proletariado inglés (sobre todo los más calificados) por sus condiciones de vida, expresada en los sindicatos (trade unions). Comenzaron por los derechos de reunión, organización y luego con los políticos (democracia política y reforma electoral). En Inglaterra existió un sistema político denominado “burgos podridos” donde no estaban representados los centros industriales y mucho menos los trabajadores. “Asimismo, he utilizado constantemente como sinónimas las expresiones: obreros (working men) y proletarios, clase obrera, clase indigente y proletariado” (Engels). Es otra cosa, en cambio, lo “que piensan los obreros ingleses acerca de la política colonial” debido la inexistencia de un partido obrero. ¿Razones? Procura, este, unir a los trabajadores de las naciones opresoras y oprimidas.“Aquí no hay un partido obrero, no hay más que radicales, conservadores y liberales y los obreros que se aprovechaba, junto con ellos, con la mayor tranquilidad, del monopolio colonial de Inglaterra y de su monopolio en el mercado mundial”. Estos procuran, en el movimiento obrero, escindirlo y acentuar el oportunismo para tener “en resumidas cuentas, al lado de la burguesía una aristocracia burguesa y un proletariado burgués” (Engels). Se refiere, por último, a lo siguiente: “el proletariado argentino hace rato que está aburguesado” y “tenemos demasiada “aristocracia obrera” ya que “seguimos acumulando privilegios y restando obligaciones”. El concepto “aristocracia obrera” se refiere a la capacidad del capitalismo de “corromper a los dirigentes obreros y a la capa superior de la aristocracia obrera. Los capitalistas de los países avanzados los corrompen y lo hacen de mil maneras, directas e indirectas, abiertas y ocultas” (Lenin). Estos aburguesados son los verdaderos agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero. “En la medida en que el capitalismo imperialista crea, tanto en las colonias como en las semicolonias, una capa de aristocracia y burocracia obreras, estas últimas requieren el apoyo de los gobiernos coloniales y semicoloniales en calidad de árbitros” (León Trotsky). En Argentina se los conoce como burocracia sindical.

Pedro Pablo Verasaluse 



- Crisis de 200 años

Nuestros 200 años de historia muestran cómo nos fuimos adaptando ante las circunstancias negativas y aprendimos a vivir aún en tiempos de crisis. El país aparentemente pudo crecer y mostrar que podíamos llegar a ser “el granero del mundo” por la extensión de nuestro territorio, tierras fértiles y el desarrollo de tecnologías que lo hacían posible. Pero, lo de “granero del mundo” sólo fue una expresión, sólo eso, en tiempos de guerras del siglo pasado. O bien esta, más moderna, de que podemos producir alimentos para 400 millones de personas cuando tenemos una pobreza de más del 50% % según el último Indec. Afortunadamente o no, hoy, la fotografía satelital muestra, sin engaños posibles, nuestra verdadera realidad, calidad y cantidad de tierras cultivadas, producción industrial, salud, etc. etc. que junto con las exigencias de los otros países para aceptar nuestros productos, hacen muy difícil cumplir con estos sueños. Hoy vivimos un caos social más la covid 19 que desnuda las corruptelas vergonzosas que se gestan con o sin conocimiento de nuestros gobernantes o inclusive, con la participación de algunos de ellos. Vivir en crisis ha desarrollado el principio del “sálvese quien pueda”, del odio a quienes piensan diferente, del individualismo egoísta, y lo vemos a diario, con aumento de la violencia, los asaltos, secuestros reales o virtuales, con participación inclusive de grupos de seguridad y hasta de la justicia. Legisladores y concejales enriquecen las páginas rojas de nuestros diarios y ya resulta agotador ver o escuchar tanta miseria humana en los informativos. El periodismo realmente puede erguirse como denunciante, y muchos trascienden las noticias con importantes aportes personales, lo que debemos agradecer, o la pobre y triste gracia que genera Lanata cuando nos hecha a perder los domingos. Pero, ¿cómo nos afectan las crisis? Nosotros, los jubilados, que hemos trabajado toda una vida, podemos enseñar a sobrevivir con dignidad, pero ahora ya sin posibilidades ni proyectos para el corto o mediano plazo. Muchos economistas, con negación histérica y engaños conscientes, no reconocen haber sido responsables de la crisis actual. Tenemos experiencia de múltiples “rodrigazos” en los últimos años, pero que son la expresión, o el resultado de gestiones recurrentes, de crisis, desde que intentamos, hace 200 años, crecer con dignidad, seguridad social, libertad, justicia social, trabajo, etc. como otros grandes países que sí lo lograron. Son 200 años de experiencias. Deberían servirnos para evitar inflación, estanflación, pobreza, futuros inciertos, inseguridad, etc. ¿Lograremos desarrollar un espíritu colectivo, creativo, colaborativo, con valores reales de honestidad, trabajo, solidaridad y respeto por los otros? Por lo menos, esta es una muy buena expresión de deseos que podrían cumplirse, Dios mediante.

Federico Vázquez


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