El Ojo Crítico: "Thiago Ventura: Pokas"

El Ojo Crítico: "Thiago Ventura: Pokas"

Reír con dialectos: del barrio para el mundo.

CON FLOW. El humorista celebra su tercera presentación on demand. CON FLOW. El humorista celebra su tercera presentación on demand.

MUY BUENO

STAND UP / POR NETFLIX

Poucas ideias (pocas ideas), pero lo suficientemente poderosas para traspasar la distancia idiomática y divertirnos. El término -en portugués- se aplica a aquellos momentos en que estamos molestos por algún hecho y no queremos gastar oxígeno con los responsables. Un “no vale la pena ni siquiera pensarlo”, en la traducción argentina de desplantes e inverosimilitud.

Peleas con ex parejas, secretos de amigos o transfugueadas con la ley… En su último stand up, “Pokas”, el comediante Thiago Ventura abrevia esta filosofía de vida en una hora y 22 minutos. A lo que le suma un mensaje: la risa también hace al aprendizaje.

Este tercer especial de comedia -disponible en Netflix- nos muestra un show tan contemporáneo y latino que sentís que sos parte del “barrio” aunque nunca hayas estado ahí.

No es un speach soso, con chistes fáciles que deben cortarse con aplausos para pasar al siguiente bloque. Nada yankee, si se quiere. Y eso queda demostrado con un componente clave. Cada remate humorístico va anexado a unas palabras de reflexión.

Los guiños entrelazan temas como la experiencia de visitar Walt Disney World (con arritmias por el precio del dólar), las acusaciones de pedofilia hacia Michael Jackson, la mixtura de una infancia en la periferia (frecuente en sus presentaciones, al igual que la bromas sobre su madre) y la religión estricta que ve a Satán hasta en la mandioca.

Los sincericidios se completan con una tendencia que está en alza dentro del stand up sudaca: los bailes y las imitaciones continuas de sonidos. Con efectos especiales de Dragon Ball Z y otros animés incluidos.

De todas formas, el caballito de batalla de su presentación está en la propia esencia del comediante. Ventura no teme y -al contrario- abusa de los dialectos locales de San Pablo (Brasil).

Oriundo del municipio de Taboão da Serra, el standapero genera empatía con el espectador por su lenguaje extremadamente coloquial. Y esta fue la clave que lo convirtió en uno de los artistas de humor más solicitados del país vecino.

Sus raíces y lo que se dice y cómo se lo dice en las calles son sus sellos distintivos. Aunque por desgracia el resultado es que, en la traducción al español o al inglés, haya algunos chistes que se pierden.

Para quienes las necesarias búsquedas en Google no son molestia, la cartilla de la plataforma de streaming cuenta además con la recopilación “Comediantes del mundo”. Una producción en que Thiago comparte bandera con Alfonso Padilha y con Mhel Marrer.

En internet también aparecen sus dos presentaciones anteriores; “Isso é tudo que eu tenho” y “Só agradece”. Ambas culpables de que hace unos años se pusiera de moda la posse de quebrada.

La expresión aludía a un modo de sentarse en la vereda (en cuclillas y con la mirada fija en contemplar la nada) y terminó por viralizarse cuando Neymar y Gabriel Jesus celebraron los goles de sus equipos en esa posición. En síntesis: el poder de los memes y los chistes socioeconómicos desconocen fronteras.

Otra joya del stand up brasileño es el youtuber Whindersson Nunes (centrado para un público jóven) y la producción “Lugar de mulher”.

Tal como su nombre lo indica el quid de la cuestión está en las improvisaciones sobre feminismo y la maternidad que hacen Bruna Louise, Micheli Machado, Cintia Rosini y Carol Zoccoli.

El spoiler final: si sos seguidor del artista desde hace larga data, quedate tranquilo porque el amanakashamana está asegurado.

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