Estallaron las peleas entre inquilinos y propietarios

Estallaron las peleas entre inquilinos y propietarios

Desde hoy se pueden hacer mudanzas. Pero algunas ya no podrán hacerse. Las inmobiliarias ocupan el rol de mediadoras en un conflicto cuya sola única salida es la buena voluntad.

MOMENTO DIFÍCIL. Durante 56 días las mudanzas estuvieron prohibidas y ahora aparecen los conflictos.  MOMENTO DIFÍCIL. Durante 56 días las mudanzas estuvieron prohibidas y ahora aparecen los conflictos.

Como en el juego del congelado, las agujas del reloj se detuvieron el 20 de marzo de 2020. Y recién hoy vuelven a moverse para inquilinos y propietarios. Hoy se reanudan las mudanzas, dispuso ayer el Comité de Operaciones de Emergencia (que se informa por separado). Pero cuántas cosas han cambiado en 56 días: para el que alquiló un local comercial que no llegó a usar, para el que firmó un contrato de alquiler por un departamento al que nunca se pudo mudar y que sigue viviendo en el anterior, que ya no debiera pagar.

¿Qué deja la cuarentena cuando se va retirando como un río crecido que vuelve a su cauce? Conflicto. Enojo. Las 230 inmobiliarias de Tucumán están en esa dura tarea de recomponer las partes rotas. De ver qué sirve y qué es pura pérdida. “Estamos trabajando en la mediación entre inquilinos y propietarios. Hay inquilinos que realmente están muy afectados y no pueden pagar y propietarios que dependen de ese ingreso para vivir. La situación es muy difícil, muchos son reacios a negociar. Se atiende caso por caso”, explica el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, Fernando Guzmán.

“Las situaciones más delicadas se presentan cuando el inquilino está dedicado a la actividad comercial. Plantea que no puede pagar o quiere pagar menos, dice que no tiene ingresos o que son muy escasos, que trabaja en horario reducido. Todo es atendible. Está el inquilino que se atiene al decreto presidencial o plantea no pagar con aumento. Cada caso es distinto”, dice.

“El decreto presidencial -explica- prevé que los aumentos que se producen de abril a septiembre se pueden pagar financiado de tres a seis cuotas a partir de octubre. Si no se abona el alquiler directamente se lo puede hacer hasta en tres cuotas a partir de octubre con un interés que no puede ser mayor al del plazo fijo que otorga el Banco de la Nación. Y la verdad es que los comerciantes están planteando no acogerse a ese decreto y pedir bonificaciones al propietario más allá del decreto. Como también hay otros que piden eso y acatan el decreto. Hay de todo. Como no hay jurisprudencia nosotros no sabemos que irá a pasar con todo esto”, reconoce.

Contratos pre pandemia

La visión de Alejandro Aybar es que la situación es muy compleja: “por un lado está la problemática de los contratos que han sido firmados y acordados con valores pre pandemia, y los inquilinos no se pudieron mudar. Los propietarios quieren cobrar ese alquiler y los inquilinos no quieren pagar. En algunos casos hay propietarios que han aceptado la situación y no cobran hasta que los inquilinos no hagan uso de las unidades”, dice el director de Marcelo Aybar Propiedades.

“Por otro lado, están los que hicieron reservas por locales comerciales antes de la cuarentena y ahora los propietarios les piden un valor mayor. Esto es motivo de que caigan algunas operaciones”, se lamenta. ¿Y cómo se resuelven estos conflictos? De distinta manera: “los alquileres comerciales se lograron reducir hasta un 50% del valor que tenían antes de la pandemia, y en algunos casos hasta un 70%, más que nada en las oficinas comerciales o de profesionales que no trabajaban nada. Ahora estamos volviendo un poco a la normalidad pero en abril se trabajó de esa manera”, cuenta.

Según Aybar no faltan los “oportunistas” que “pueden comprar y absorber el fondo de comercio y hacerse cargo de los alquileres. Yo le recomiendo a los propietarios que pongan de su parte, reduzcan los valores de los alquileres, banquen a los inquilinos. Esto ya va a pasar, y si se desocupan los locales en el corto plazo no se van a alquilar porque la economía va a demorar mucho en salir adelante”, advierte. Como en el juego del congelado, alguien nos puede hacer cosquillas y hacernos perder. Esto no es un juego. Pero igual hay que resistir y poner buena voluntad para seguir “jugando” con los demás. Un acuerdo amable puede significar perder plata hoy pero es una inversión a futuro.

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