Los jugadores se esfuerzan para estar cerca de sus familias

Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba son las provincias con más casos confirmados de coronavirus en el país y no es raro que así sea. Desde que conocieron las primeras noticias de la enfermedad, los especialistas insistieron en que la principal arma para vencerla es el aislamiento social.

Y esas grandes ciudades, donde la densidad poblacional es alta y las aglomeraciones también son moneda corriente, suena lógico que sean los lugares donde más viene pegando la pandemia. Entre CABA y el Gran Buenos Aires hasta ayer sumaban más de 1.400 casos; Córdoba llegó a más de 240, mientras que Santa Fe ya acumula una cifra superior a las 200.

Los especialistas en salud mental y en personalidad humana anticipan que nada será igual, por lo menos durante las primeras jornadas, una vez que se levante la cuarentena y cada uno pueda retomar el ritmo habitual. “Se valorarán cosas que antes de este encierro pasaban inadvertidas”, apuntan.

El aislamiento social, preventivo y obligatorio no es sencillo para nadie. Estar casi obligado a quedarse en casa, cortar con la rutina que cualquier humano tiene casi programada o someterse a una vida completamente diferente a la que uno está acostumbrado es, de por sí, algo complicado.

Si bien en Tucumán el tema parece ser, por ahora, bastante más leve que en esas zonas, las noticias que llegan desde lejos repercuten fuerte en el ánimo de la población, con distintas aristas.

Varios jugadores de San Martín, oriundos de las denominadas zonas “rojas” a causa del coronavirus son quizás los que más sufren la pandemia. Si hay algo que aumenta la sensación de asfixia, de desolación y desesperación que genera este encierro próximo a cumplir un mes (el aislamiento social, preventivo y obligatorio fue decretado por el presidente Alberto Fernández el 19 de marzo) es el desarraigo. Emiliano Purita, Emiliano Amor, Abel Luciatti, Mauro Bellone, Ramiro Costa, Rodrigo Moreira, Luciano Pons y Matías Fissore, entre otros, fueron sorprendidos por la llegada de la pandemia a varios kilómetros de sus afectos; y viven con dramatismo el día a día de una situación que semeja la trama de una película de terror.

Los futbolistas le contaron a LG Deportiva qué sienten en estos momentos y cómo hacen para sobrellevar una preocupación que los mantiene alertas las 24 horas.

En Santa Fe

Mauro Bellone
En Santa Fe se dieron muchos casos, pero por suerte mi familia está bien y eso es lo más importante. Estar lejos no es sencillo, tengo a mis abuelas que son las que mayor riesgo corren. Están mi mamá, mi papá y mis hermanos y ellos las cuidan; así que por ese lado me quedo tranquilo. Cuando pasan este tipo de cosas uno quiere estar lo más cerca posible de la familia; pero no queda otra que quedarnos adentro, no hay otra manera de vencer esta enfermedad.

Luciano Pons
Es difícil estar acá durante esta cuarentena teniendo a nuestras familias lejos y en una de las provincias con más contagiados; pero estamos en contacto permanente con ellos para que tomen las precauciones necesarias. La verdad es que quisiéramos estar con ellos, pero sabemos que tenemos que ser responsables y quedarnos en casa porque es de la única manera en la que podemos frenar el avance del virus. Así nos cuidamos nosotros y también cuidaremos a los demás.

Ramiro Costa
Se hace difícil por momentos la cuarentena, más teniendo a los seres queridos lejos. Pero por suerte están todos bien, tomando muchos recaudos. Sé que allá es una zona de riesgo porque ya hay muchos contagiados, pero esperemos que la gente tome conciencia y se pueda mantener aislada, esa es realmente la única manera de salir adelante de este momento. Con la familia trato de hablar seguido y hoy, con la tecnología, con las videoconferencias se hace todo más sencillo. Me gustaría poder estar con ellos pero lamentablemente uno no puede andar viajando, hay que respetar la cuarentena obligatoria. Cuando todo esto se termine, todo se valorará mucho más.

Rodrigo Moreira
Es duro saber que en Santa Fe está mi familia y que sea una de las provincias con mayor cantidad de contagios. Mis padres son grandes y por eso no salen para nada; sé que tratan de cuidarse al máximo. Es un momento muy feo por lo que si no hacemos caso nos va a ir mal, hablo todos los días con ellos y me dicen que están bien. Ojalá pudiera pasar estos días con ellos, pero bueno, tengo un trabajo para hacer aquí y eso me mantiene al margen de lo que pueda pasar allá.

En Buenos Aires

Emiliano Purita

Obviamente estoy preocupado e inquieto porque me gustaría estar con mi familia. Hablo constantemente y sé que quienes la integran tienen el control de la situación. Están bien, no hacen nada que no corresponda y eso me deja tranquilo. Sin embargo, nunca dejás de preocuparte ni de estar atento a lo que está pasando allá. Es inevitable que Buenos Aires sea la provincia con más casos, por lo que implica la cantidad de gente y el movimiento que hay. Es algo muy diferente a lo se vive aquí en Tucumán, por ejemplo.

Emiliano Amor

No me resulta difícil este momento porque con la tecnología y la comunicación que tenemos ahora es mucho más fácil estar en contacto con la familia. Así me distraigo un poco, y aconsejo a los que están en Buenos Aires. Me encantaría poder compartir un rato con mi familia, tomar unos mates y darle un fuerte abrazo a mi mamá. Por suerte acá en casa estoy con Johanna, mi esposa, y se hace todo mucho más fácil porque es súper compañera.

Abel Luciatti

Nunca me imaginé vivir algo así, es realmente complicado. Estoy acá con mi pareja y ambos tenemos la familia en Buenos Aires. Es imposible no pensar en ella, porque hoy lo más importante es la salud y que todos nuestros seres queridos estén bien. Estamos en contacto diario y escucharlos bien nos deja muy tranquilos. Siempre les decimos que se cuiden y que no salgan de casa. Soy de ver mucho las noticias e informarme de lo que está pasando. Lo que uno más quiere es estar cerca de sus seres queridos; poder abrazarlos y cuidarlos. Hoy me toca estar lejos, pero tratando de estar cerca aunque sea mediante una videollamada.

En Córdoba

Matías Fissore

Mi pueblo de origen está casi al límite con Santa Fe, otra provincia con muchos casos. Allá tengo a mi papá y a mi hermano mayor; además mi esposa tiene familia en Rafaela y estamos todo el tiempo llamando y en contacto para hacerles saber que tienen que estar en casa y no salir. Uno quiere estar con sus seres queridos en este tipo de casos, pero no se puede. Uno tiene que actuar y hacerles saber que están con ellos a la distancia; ojalá que esto pase lo más rápido posible. La distancia tiene eso de no poder estar presente físicamente. Pero estamos pendientes con una llamada aunque sea, ya que gracias a la tecnología podemos estar un poco más cerca.