Un foco de rabia en Trancas está controlado

Un foco de rabia en Trancas está controlado

El productor tiene la obligación de vacunar el ganado y de denunciar la sospecha de síntomas.

CONTAGIO. La rabia se trasmite mediante la mordedura del vampiro común.  CONTAGIO. La rabia se trasmite mediante la mordedura del vampiro común.
29 Febrero 2020

La Rabia Paresiante es una enfermedad epidémica y recurrente, causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común (Desmodus rotundus). Afecta a bovinos y a equinos, y, con menor frecuencia, a otras especies domésticas y silvestres y al hombre. Su denuncia es obligatoria. En el caso de los domésticos se debe mantener una estrecha vigilancia pues tanto el perro como el gato depredan a los vampiros y a otros murciélagos.

Su área endémica abarca la totalidad de las provincias de Misiones, de Chaco y de Formosa, y parte de Salta, de Jujuy, de Tucumán (se detectó un foco en Trancas, que se encuentra controlado y vigilado), de Catamarca, de Santiago del Estero, de Santa Fe y de Corrientes.

La vigilancia epidemiológica realiza el seguimiento y el registro de los brotes de rabia en el ganado. Además, en forma permanente estudia aspectos epidemiológicos, poblacionales y ecológicos del vampiro, y busca nuevas formas de controlarlo. Tal control lo lleva a cabo personal entrenado, en refugios, frente a estos y en corrales.

El diagnóstico de la rabia comprende dos etapas complementarias. La primera corresponde al diagnóstico presuntivo o sospecha de la enfermedad; es efectuado por el veterinario, en el campo. La segunda, al diagnóstico de laboratorio, que la confirma o descarta.

Hay cinco laboratorios donde se realizan estos diagnósticos, dentro del área endémica: en Misiones, en Salta, en Corrientes, en Chaco, y en el instituto antirrábico de Tucumán. Además, hay otro en Buenos Aires.

Recomendaciones

Los productores ubicados dentro del área endémica tiene la obligación de vacunar todo el ganado de sus establecimientos. Esto debe hacerse durante el transcurso de un brote de rabia en su área o en la vecindad -en cada caso, la extensión del área de vacunación obligatoria será determinada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa)-. La vacunación puede ser realizada por el productor, pero debe efectuarse con vacunas aprobadas por el Senasa. Este organismo debe registrar la vacunación y denunciar la presencia de animales con sintomatología nerviosa. Solo los veterinarios extraen y envían material para diagnóstico; no deben delegar a terceros la toma de muestras. Los cadáveres se deben enterrar o incinerar. El productor debe avisar al Senasa sobre posibles refugios. Si se confirma presencia de vampiros, se georreferenciará y se comunicará al Programa de Rabia.

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