"Estamos preparados para afrontar un brote severo de sarampión"

"Estamos preparados para afrontar un brote severo de sarampión"

Lo afirma Rogelio Cali, director de Epidemiología del Siprosa. En Tucumán, el 95% de la población está protegida contra el virus. La vacunación.

Estamos preparados para afrontar un brote severo de sarampión
22 Febrero 2020

Debido a deficientes políticas de salud a nivel mundial y de un pujante movimiento “antivacunas” que hace dos años viene sumando adeptos, el virus del sarampión no logra ser borrado del mapa. La muerte de una paciente de 50 años -en la Provincia de Buenos Aires- a causa de este virus encendió una luz amarilla en el sistema sanitario nacional. Desde 1998 que el sarampión no se cobraba una víctima en el país. Trabajar de forma inmediata para evitar la propagación del brote es el objetivo de las autoridades. Si bien en Tucumán no hay casos confirmados, los hospitales y CAPS están realizando controles de seguimiento.

En diálogo con LA GACETA, Rogelio Cali, director de Epidemiología del Siprosa, explicó el por qué del brote: “el sarampión no resurge en Argentina, sino que vuelve a aparecer en el mundo entero. Esto sucede porque siempre hay una población susceptible a la que apunta el virus”.

Según Cali, los “antivacunas” europeos fueron un factor desencadenante para la disminución del índice de personas vacunadas. Inversamente, aumenta el número de quienes son susceptibles de contraer sarampión. “Para mantener un brote controlado la población vacunada debe ser superior al 95% y en nuestra provincia cumplimos con esa cifra”, confirmó el epidemiólogo.

Pacientes de riesgo

Aída Torres, directora del Centro de Estudios Infectológicos y Vacunación (Ceivac), especificó quiénes pertenecen al grupo de los pacientes susceptibles de contagio: “los que padezcan enfermedades inmunosupresoras, como el lupus, o que estén medicados para tratar el cáncer entran en esta denominación. Los bebés menores de seis meses que no pueden recibir la vacuna también”.

Torres informó que el sarampión ataca sobre todo en países que están en proceso de eliminar la enfermedad, como sucede en Argentina. “El virus generalmente es importado, por lo que la cobertura de quienes estamos en riesgo debe ser muy alta “, enfatizó.

Sí a las vacunas

“Por suerte el movimiento 'antivacunas' no incide de ninguna forma en la provincia”, afirma Torres. Aunque ella y Cali coinciden en que se registra una gran adhesión por parte de los tucumanos hacia las vacunas, aún persiste un grupo minoritario que por desinformación o desidia prefiere esquivar las agujas. “Hay madres que llevan a sus hijos a los vacunatorios y exigen las vacunas, pero también hay muchas que no están informadas y tampoco se acercan a preguntar”, agregó.

“En el caso del sarampión, dentro del grupo de riesgo mortal figuran los bebés menores de un año y los adultos que no están vacunados. Los mayores de 65 no, porque ya entraron en contacto con el virus y tienen los anticuerpos”, especificó Cali.

Como una medida de prevención extraordinaria, el Ministerio de Salud de la Nación aprobó la vacunación a los bebés desde los seis meses. Antes sólo era permitido desde el año de vida. Esta disposición denominada “dosis cero” no está incluida en el carnet, por lo que las dosis deben respetarse de igual forma.

En el caso de las personas que no recuerdan si recibieron la dosis de la triple viral (además del sarampión también protege contra la rubeóla y las paperas) pueden vacunarse nuevamente. “Si es un niño debe recibir a los seis meses, al año y a los cinco años. Si es adolescente y no la tiene, debe ser vacunado con dos dosis separadas por menos de dos meses entre una y la otra. En los adultos es lo mismo, salvo que esté contraindicado por estar sometido a quimioterapias o inmunosupresores”, detalló Torres.

En Tucumán

Más allá de la extensa cobertura que defiende a la población de los ataques de este virus altamente contagioso, es imprescindible mantenerse alertas. “El sistema de salud está constantemente atento a las personas que se se presentan en los centro de atención. Estamos vacunando y vigilando para que los resultados de los análisis siempre sean negativos”, sostuvo Cali.

La forma correcta de mantener los números en cero dentro de un territorio que todavía no fue invadido por el sarampión es vacunar a la mayor cantidad de gente posible.“Tiene que haber insistencia por parte de las instituciones públicas y privadas para entusiasmar a los ciudadanos. Es muy importante estar inmunizados frente a un virus que puede llegar a ser mortal si la persona no cuenta con las dosis completa”, señaló Torres.

La posibilidad de acceder a cualquier vacuna es sumamente amplia si tenemos en cuenta la variedad de entidades que ofrecen opciones amigables para todo tipo de bolsillos y situaciones.

Según Cali y Torres, la mayoría de los tucumanos “hacen los deberes” para tener el carnet de vacunación completo y al día.

Ambos coinciden en que Tucumán está preparado para hacerle frente a un brote severo de la enfermedad. “Hace un par de años bloqueamos tres casos de sarampión exitosamente”, recordó Cali.

Mientras que Torres indicó: “el problema es cuando no hay vacunas. En Argentina hay de sobra. Tenemos que controlar los casos aislados y tratarlos en el momento, porque la diseminación del sarampión es más rápida que la gripe”.

Atentas a los casos en Buenos Aires, la concurrencia de las madres hacia los vacunatorios aumentó en Tucumán. “La gente está tomando conciencia”, comentó Torres. (Producción periodística: Milagro Molina)

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