Oriente Medio se ha quedado sin su mejor mediador

Oriente Medio se ha quedado sin su mejor mediador

Bin Said mantuvo una neutralidad estricta.

19 Enero 2020

MASCATE.- El sultán de Omán, Qabus bin Said, falleció hace dos viernes después de una recaída en el cáncer de colon que le habían diagnosticado en 2015. Así, de manera desapercibida, durante el punto álgido de la última escalada militar, Oriente Medio perdió a un pilar de la política regional.

Bin Said, que tenía 79 años, fue un mediador clave para que las seis grandes potencias y Teherán alcanzarán el acuerdo de no proliferación nuclear de 2015. Ese pacto ahora tambalea entre los empujones Estados Unidos y su salida unilateral, la reactivación del programa nuclear iraní y las denuncias francesas, alemanas y británicas, naciones europeas que ahora amenazan con sanciones contra la República Islámica.

“Es con los corazones llenos de fe en Alá y su Providencia, y con gran pena y profunda tristeza, pero con total satisfacción y sumisión absoluta a la voluntad del Todopoderoso, que la Corte Real de Omán llora a Su Majestad el Sultán Qabus bin Said”, anunció el palacio real omaní en el comunicado de defunción.

Estricta neutralidad

En julio de 1970, a los 29 años, el sultán derrocó a su padre, el ultraconservador Said bin Taimur, y avanzó en reformas internas para mejorar el nivel de vida de su país, un protectorado británico donde la mitad de sus cuatro millones de habitantes es expatriada. Bin Said entendió que su estabilidad interna dependía de una política exterior de estricta neutralidad y no interferencia en los asuntos de sus vecinos.

De hecho, Omán fue el único país del Golfo Pérsico que mantuvo una buena relación con Irán después de la Revolución islámica, al punto de que su sultán medió en los intercambios y la liberación de prisiones entre Teherán y Washington durante la crisis de 1979. Y ese año tampoco se sumó al boicot regional contra Egipto que siguió a la firma del acuerdo de paz de ese país con Israel.

Equilibrio judeo-palestino

Poco después, durante los 80, Bin Said rompió el aislamiento diplomático que padecía Israel en la región, donde la mayor parte del mundo árabe mantenía una actitud de estricto apoyo a la dirigencia palestina más combativa. Y más cerca en el tiempo, el Gobierno omaní fue el primero del Golfo que recibió en su territorio al actual primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Este gesto no implicó, sin embargo, tomar distancia de la dirigencia palestina. De hecho, los líderes de los dos principales partidos de Palestima, Hamas y Fatah, participaron de las ceremonias oficiales en los días posteriores al funeral de Bin Said.

Por fuera de la OPEP

Aunque Omán es miembro del Consejo de Cooperación del Golfo que dirige Arabia Saudita, Bin Said siempre se cuidó de no involucrarse como parte interesada en un conflicto. Por ejemplo, se negó a apoyar a Arabia Saudita en la coalición militar que en 2015 bloqueó y bombardeó Yemen. En ese país, la milicia hutí, aliada a Irán, había logrado controlar la mayor parte del territorio y expulsar al Gobierno anterior, un aliado de Riad. Pero desde su posición neutral, Bin Said medió luego entre los hutíes y los saudíes, que utilizaron el territorio de Omán para los intercambios y las entregas de prisioneros de guerra.

Más todavía: su aversión a cualquier compromiso que limitara su política nacional lo llevó a mantenerse fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Aunque se cuidó de no desafiarla: en ocasiones, por ejemplo, aceptó reducir su producción en línea con las decisiones de sus pares productores, una medida significativa porque Omán es el principal productor de crudo en el Golfo Pérsico por fuera de la OPEP.

Hacia adelante

El ex ministro de Cultura y primo de Bin Said, Haitham bin Tariq Al Said, juró como su sucesor de Bin Said durante los funerales. De 65 años, Bin Tariq figuraba en el testamente del fallecido sultán, voluntad que el Consejo de Defensa dio a conocer el 11 de enero.

La rápida elección buscó evitar que países vecinos buscaran ganar ventaja de la transición, según explicó Cinzia Bianco, investigadora del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Mahjub Zweiri, profesor del Centro de Estudios del Golfo de la Universidad de Qatar, pronosticó además que la sucesión tiene un sentido continuista y no supondría un cambio en la política omaní. (Télam-Europa Press).

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