Sueños redondos en Delfín Gallo

A pesar de tener una edad poco usual para ser entrenador (37 años), Gabriel Fernández maneja con total naturalidad el manual del fútbol. El “Mocho”, como se lo conoce en el ambiente futbolístico, pudo cumplir un sueño que acunaba desde el mismo momento en que decidió ser técnico: conseguir un ascenso. Y lo hizo con San Lorenzo de Delfín Gallo, tras derrotar 2-0 a San José, en una de las semifinales del Anual de la Primera B liguista.

Fernández, que jugó en las inferiores de Central Norte siendo joven, reconoce que todavía le cuesta asumir lo que está viviendo, porque aunque se imaginó lo que sentiría cuando lo lograra, la realidad superó todas las expectativas. “Poder colaborar para que todo un pueblo (Posse) sea feliz por lo que consiguió su club es algo que no tiene precio. Estoy orgulloso de haber formado parte de un grupo que devolvió al club al fútbol grande de la provincia. Recién hoy tomo dimensión de los consejos que me dieron mis maestros cuando me anticiparon que, cuando cumpliera el objetivo, todo lo que había vivido antes en el fútbol quedaría opacado”, señaló Fernández, quien está casado con Andrea, que le dio dos hijos: Melina (13 años) y Santino (9).

El fútbol es un deporte tan maravilloso y atrapante que posibilita que, a través de los clubes, puedan trascender los pueblos. “Es verdad. Esto que estoy viendo ahora me recuerda mucho a lo que pasó con La Florida en los 2000, cuando por el gran rendimiento de su equipo, sus pobladores viajaron por el país. Si nosotros podemos lograr eso con este humilde club, seremos inmensamente felices, para devolverles parte del cariño que nos dieron desde que llegamos”, dijo Fernández, que también es periodista deportivo. En esta profesión, trabaja en un programa de la mañana de LV12 Radio Independencia.

En la temporada 2020, San Lorenzo de Delfín Gallo volverá a jugar en Primera A luego de 10 años de ausencia. “Al final del partido frente a San José, conversaba con los hinchas y todos coincidían en que lo que estaban viviendo era un verdadero sueño. Es que el club hace tres años había vuelto a participar en los torneos liguistas y en tan poco tiempo ya logra esta consagración. Y lo que también se merece destacar es que luego de 10 años se volvieron a abrir las puertas de nuestro estadio para jugar un partido oficial. Son tantas cosas juntas que desbordan los corazones de los pobladores de Posse”, dijo.

Cuando le preguntamos cuáles fueron las claves para esta consagración, Fernández reconoció que una de ellas fue haber conjugado un plantel con jugadores de experiencia y con los chicos del club. “Cuando estábamos conformando el plantel, les propuse a los directivos traer cinco o seis jugadores de experiencia que puedan apuntalar el proyecto futbolístico que tenía. Por suerte, todo lo que proyectamos se fue dando con el correr del tiempo”, señaló.