Cartas de Lectores
Cartas de Lectores
05 Octubre 2019

Conducir en las calles

Hace unos días viajé en colectivo al centro y sucedió lo siguiente: una señora adulta mayor le preguntó tantas veces al conductor en cuál parada tenía que bajarse, citándole la dirección a la que se dirigía (preguntas a las que el hombre le respondió todas las veces, muy amablemente), que terminó distrayéndolo al punto de que casi lo hace chocar en pleno centro. Para colmo, se había levantado de su asiento varias cuadras antes de donde le correspondía descender. Hasta aquí el capítulo uno de la historia. El capítulo dos fue más grave, porque el automovilista, que casi recibe el impacto del colectivo, dejó su auto parado en el medio de la calzada para obstruirle el paso al colectivero en represalia por lo que había sucedido, a la vez que lo insultaba sin frenos. En tanto, los vehículos detenidos detrás del colectivo nos querían deshacer a todos, conductor y pasajeros del mismo incluidos, con fuertes bocinazos que impactaron en nuestros oídos. Yo, testigo de la escena, me preguntaba respecto a la actitud del conductor del auto: “si esto no es incitación a la violencia, ¿cómo se llama?”. Yo sé que muchos dirán que los colectiveros se sienten dueños de la calle, y no es que quiera defenderlos. Pero observen en el relato por qué se produjo su distracción al llegar a la esquina. No es fácil ser conductor de colectivos. En cambio, sí creo que es más práctico y necesario, cuando se conduce en las calles, ser calmo transitando y sin provocar ni insultar gratuitamente a nadie.

Daniel E. Chávez


"La nueva Argentina"

Sí. Sin ingenuidad, aclaro, deberíamos estar programando entre todos un nuevo partido político que pasaría a llamarse La Nueva Argentina, invitando a sumarse a todos los habitantes de esta nación. Comprenderán que, a esta altura de la ruinosa situación en que nos encontramos, con más de los últimos 20 gobiernos incapaces para encontrar el rumbo económico, social y político de nuestra patria, resulta conveniente no mirar atrás para no convertirnos en estatuas de sal (Lot: Génesis 19:23-25); no inventar más grietas ni pesadas herencias solo para ocultar sus intereses económicos personales y sus manifiestas ineficiencias. Empecemos: del país se “fugaron” U$S 81.000 millones; la luz aumentó un 3.500%; la desocupación creció entre el 10,6% y el 12,7% (2,5 millones de desocupados); de los 7.600 km de rutas que dijeron que habían hecho, sólo se hicieron 460 km; el resto, simples bacheos; el PBI cayó 2,5%; las pavorosas cifras de desnutrición infantil, y la vergonzosa Ley de Emergencia Alimentaria. Dejemos eso, y mucho más, porque no debemos perder más tiempo. Nuestra Nueva Argentina deberá gestarse con y por amor al trabajo. Aquellos que se beneficiaron con un trabajo: 1) Deberán aprender a respetar y amar al mismo, trasformándose en los más exitosos colaboradores de quien o quienes los emplearon, el Estado o un privado; 2) Los gremialistas defenderán las fuentes de trabajo conciliando los intereses de ambas partes, evitando todo conflicto que disminuya la productividad o genere cierres de fuentes de trabajo. Y deberán mejorar el rendimiento de los trabajadores dictándoles cursos de perfeccionamiento para la ganancia de nuevas habilidades, con lo que se deberá aumentar la productividad. Los sindicatos se convertirían en los verdaderos maestros y productores de conocimientos, capacidad y habilidades para sus representados; 3) Las fábricas y el Estado aumentarán al doble las horas de productividad de sus tareas, en dos turnos de siete horas cada uno. El segundo turno deberá ser cubierto por todos quienes gozan de un plan asistencial otorgado por el gobierno, y sus salarios complementados por la patronal, sin excepción y, una vez capacitados, cumplir horarios y tareas con controles rigurosos. Como se ve, la simpleza de este nuevo partido político se basa en aumentar la productividad del país en todas las áreas, para consumo interno y exportación. Hoy nuestro país no es rico, y nunca lo fue. Dejemos de lado las cientos de mentiras con las que se busca justificar ese despropósito, mentiras que se repiten desde siempre; 4) Desde el gobierno: apoyar a todos los productores, grandes o PyME, y el trabajo artesanal, con préstamos adecuados y bajos intereses; 5) Todos deberemos ejercer el control de los actos de gobierno y la justicia, y ante la inoperancia o las mentiras dar por terminado su mandato. ¡Vamos por nuestra Nueva Argentina! ¡Viva el argentinismo!, acabando de una vez con todos los otros “ismos” (radicalismo, peronismo, etcétera). ¡Basta de tanta división y pelea! Sumemos nuestro esfuerzo, los 44 millones de habitantes juntos, y hagamos de nuestra patria un lugar digno para vivir. Vivamos una Nueva Argentina.

Federico Vázquez

Elección

Entramos al mes de octubre, tiempo en el que con nuestros hermanos argentinos debemos elegir, democráticamente, a los políticos para que sigan conduciendo el país con un sentimiento vivo de sus deberes republicanos, debiendo trabajar por la verdad y tan solo la verdad, enarbolando los sueños de libertad, olvidándose del nepotismo y salir de la mentira. La mente debe cambiar agilizando el pensamiento para ordenar con el corazón lo cultivado con humildad, honestidad y bondad para que vivamos humanamente, dejando atrás los fueros y los que malversaron no se les debe permitir estar en cargos públicos. Los problemas son lecciones que nos enseñan aprender de ellas para ser o no ser, no debemos repetir las mismas historias; si saber elegir, respetar al ganador y soportar la existencia de una oposición, escuchar los argumentos del adversario y, por sobre todas las cosas: primero debe estar la Patria, por encima de las pasiones partidistas. El papel del político es el de un cargo público para administrar los bienes del pueblo, velar por la seguridad y los derechos del ciudadano, mostrándonos así el camino del honor y el trabajo, brindando el mejor servicio a la comunidad. Señores electores: no olvidemos que el voto es el futuro del país, el de nuestros hijos y de las futuras generaciones venideras. Votemos con amor a la vida y a la Patria.

Pedro Pablo Castaño (padre)

Escuela Normal de Monteros

El próximo 7 de octubre celebra nuestro pueblo de Monteros el 112 aniversario del inicio de actividades de su Escuela Normal. El Decreto de instalación registrado bajo el Nº 11, del 8 de junio de 1907, lleva las firmas de José Figueroa Alcorta, presidente de la Nación, y de Federico Pinedo, ministro de Justicia e Instrucción Pública, por el cual se designa el personal directivo y docente del establecimiento, que se complementa con la Comunicación Nº 14 del día 22. Este acontecimiento nos impulsa recordar a quién fuera parte importante de esta epopeya normalista, al más humilde de los fundadores que, a pesar del ostentoso título de mayordomo, no era otro que un simple trabajador encargado de la higiene del local escolar llamado Perfecto Vieytes Loases. De nacionalidad española, nacido en la península en 1866, vino “de la mano” del director José María Monzón, quien lo dio a conocer como “un especialista en limpieza”, ante la requisitoria de por qué no se eligió una persona local para desempeñar este trabajo. A pesar de la jerarquía, fue un engranaje importante en el mecanismo bien aceitado que pretendiera y lograra el maestro Monzón de la Escuela Normal de Monteros. En silencio, como cuando llegara, así desaparece de la escena normalista este humilde trabajador, a quien el pueblo de Monteros le debe aún su homenaje de gratitud y reconocimiento. Falleció en el Hospital Lamadrid de esta ciudad, el 3 de mayo de 1926. Sobre Vieytes ha caído tan pesada lápida de olvido, que sólo nos ha permitido encontrar mínimas referencias acerca de su personalidad o desempeño, como lo expresado por la maestra Carlota Vaquera al decir: “Perfecto Vieytes, quien en el ejercicio de su modesto cargo, demostró en todas las circunstancias que llevaba bien puesto su nombre: era un perfecto hombre de trabajo”; o bien lo que expresó la alumna y luego profesora de la casa, Mélida Olea Núñez, recordando a este buen hombre: “Los pisos brillaban. Los grandes baldes con sendos estropajos en manos de celosos porteros, como Pedro, de querida memoria, eran la nota habitual. Nos mirábamos reflejados en el piso”. Olvidaba decir que lo llamaba “Pedro” el personal docente y “don Vieytes”, los alumnos. Lejos de su patria, sin tener esposa o hijos que le lloren, sólo alguna alma caritativa, que le brindara una última oración, desaparece entre las brumas de un tiempo que es recuerdo, un servidor de nuestra sociedad, para quien ofrecemos una rosa que simboliza la vida del espíritu.

Arturo Dionisio Zelaya

Cronograma de pago docente

El cronograma de pagos anunciado oficialmente por el Gobierno ha provocado una conmoción en la docencia. Se pagará el día 10 del corriente (el jueves venidero) cuando vencen deudas y servicios personales. La docencia representa el 50% de la planta estatal. ¿Hay problemas de recursos económicos? ¿Los ponen a final, centralmente, para poder cubrir con recaudación lo que falta? No se sabe. No sólo sucede esto. El aumento a percibir, en septiembre, es del 0,14%. Equivalente a $ 13 del Básico. Bien liquidado. ¿Razones? El acta acuerdo firmada en marzo por el Frente Gremial Docente implosionó por la presión inflacionaria. ¿En qué consistía? Un aumento salarial del 25% en dos partes: 12,5%, en marzo y setiembre. Y tres revisiones salariales: junio, setiembre y diciembre. ¿Por qué el 0,14%? El 12,5 más 12,5%, menos el 24,86% (revisión salarial de junio). Hay deuda salarial. No se paga en tiempo y forma: 12,36% del Sueldo Anual Complementario (SAC) y el 1,36% del sueldo de junio. Surge la primera cifra de pagarse con el básico de mayo; no con el sueldo más alto del semestre (junio, con la revisión). ¿Y la segunda cifra? De la diferencia entre los índices del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y el Índice del Precio al Consumidor NOA. La revisión de setiembre (pasará) para fines de octubre o comienzos de noviembre. ¿Cuáles son los motivos? El Indec daría a conocer la inflación de septiembre a mediados de octubre, teniéndose la información de julio, agosto y septiembre (tercer trimestre del año). “Se estima que el porcentaje sería de un 12% o un 13%” (LA GACETA). Por eso hay que iniciar una campaña de pronunciamientos: por el pago inmediato de las deudas y por un salario indexado mensualmente.

Pedro Pablo Verasaluse

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