Cartas de lectores

FMI

Si a la inconsciencia del Gobierno nacional le sumamos la absoluta desprolijidad del FMI al hacer posible el préstamo otorgado al país, los responsables y culpables están determinados, sin lugar a dudas. Desde el momento en que la Argentina le solicitó un préstamo al Fondo; este ente prestamista mundial debió, en forma minuciosa y concreta, proceder a conocer y analizar cuál era el estado de finanzas y después de un estudio exhaustivo determinar de cuánto sería el préstamo que nos podrían otorgar. La intromisión de Donald Trump, el presidente de EEUU, para que fuera viable el préstamo, no le quita al FMI el grado de responsabilidad que le cabe; ya que primero se debió determinar cuál era la situación económica de nuestro país para dilucidar cuál era nuestra capacidad de pago. Cosa que no se hizo. A las claras se deduce que no se nos debió otorgar. Debe quedar claro que el préstamo que se otorgó, más intereses, estaban en su momento muy por encima de la capacidad de pago de la Argentina. Cuando el FMI comprobó que los primeros 15.000 millones de dólares  fueron mal usados, “dilapidados”; el tramo posterior, a la primera entrega, no debió concretarse. En éste caso en particular, el responsable es el que pide. Esta situación la agrava quien cede el préstamos por una cifra imposible de poder recuperar, conforme a lo pautado. La señora Christine Lagarde perjudicó tanto a nuestro país como al FMI, con el agravante de que las numerosas visitas de sus funcionarios para justipreciar cuál era el estado de nuestra economía, carecieron de la mínima responsabilidad profesional. De haber actuado con profesionalidad, el préstamo, en principio acordado por 57.000 millones de dólares, no debió haber pasado de la primera entrega. La medida que hoy toma el Fondo de no entregar los 5.400 millones de dólares restantes; no implica que deje lo anterior lo haya entregado a sabiendas de que no podía cobrar. La Argentina no salva su situación de “deudor” como tampoco el FMI  debe quedar al margen de sus propias responsabilidades; consecuentemente y dada la incuestionable responsabilidad del FMI, no sería desacertado que nuestro país negocie un nuevo acuerdo.

Héctor Leonardo Bravo

Docentes

A pesar que respeto las múltiples intervenciones   del señor Verasaluse, no puedo menos que disentir  con el colega. No hace mucho hizo alusión a un hecho trágico que enlutó a la comunidad educativa por su punto de vista banal, y fuera de contexto. En esta ocasión también su análisis es erróneo y hasta diríamos  que oculta segundas intenciones ya que presenta al accionar del Frente Gremial Docente como cortina de humo para “la gilada” y que todo está cocinado de antemano. También hace alusión a los congresos minoritarios, Congresos que son legalmente convocados, donde se respetan todas las posiciones y de ellos salen  las decisiones  finales. Las “renovaciones” de conducción gremial son debidamente publicitadas y las elecciones en las que son ungidas las autoridades se realizan mediante el voto de los afiliados, nada se oculta y el manejo de las  finanzas no tiene mácula. Está comprobado que la adopción del sistema de la cláusula de reajuste ha sido sumamente beneficioso para los docentes, constantemente el Frente Gremial Docente está analizando alguna medida superadora a las que hoy están pactadas. Los supuestos a los que Ud. alude (los incumplimientos) aún no se han cristalizado, por lo tanto movilizar, revolucionar a una sociedad que está crispada no es lo aconsejable, tenemos la obligación de ser férreos en el reclamo, pero mesurados. Por ultimo, si su aporte en este espacio por temas educativos es diáfano y bien intencionado, cuide de no parecer “un opinador serial”, tal es el caso del célebre deportista Diego Maradona.

Juan Carlos Álvarez

Lector preferido

He creído necesario, para quienes tenemos por costumbre leer las opiniones de la gente en la sección “Cartas de Lectores”, que configura un gran acierto de LA GACETA, agradecer a los opinantes que mencionan, cotidianamente, sus puntos de vista sobre los variados temas que dan lugar, tanto a sus opiniones como también a sus quejas, poniéndolas de manifiesto. Y deseo mencionar entre ellos, a un lector que suele manifestar sus opiniones con una razonable actitud, con una notable esperanza en el futuro, con sorprendente idoneidad en lo que escribe, con un razonamiento muy correcto, con ansias de que la sociedad tucumana vuelva a los valores morales que teníamos porque así nos enseñaron en nuestras familias y en nuestras escuelas. Cartas escritas por una persona de probos ideales. Me refiero al Señor Lisandro Darío Albornoz, quien fuera ya hace mucho tiempo mi profesor de inglés en la Universidad, al que no volví a verlo desde entonces, y que hoy me deleita con sus escritos, opinando con precisión y con amor, que descubro cada vez que leo sus cartas. Siga escribiendo profesor Albornoz, porque creo que no solamente a mí me satisfacen sus opiniones, estoy seguro que habrá muchos tucumanos que estarán de acuerdo con Usted.

Enrique Julio Ortega

ASADO I

Unos cuantos “radicales cambiemitas” critican severamente que el Gobierno haya efectuado un asado para 500 personas en vez de destinar esos gastos a resolver la emergencia alimentaria. Se viven escondiendo en el disfraz de Raúl Alfonsín y de Arturo Illia, que repudiaban el neoliberalismo impulsado hoy ferozmente por el gobierno macrista, productor de la incontenible inflación que supuestamente iba a bajar, considerándola una cuestión de mala administración anterior. Recuerdo el gesto del senador Pinedo que graficaba con la mano la baja rápida de la inflación y el pronóstico de la diputada Carrió de un dólar a 23 pesos que ya llegó a casi tres veces más. La inflación, la devaluación de los salarios y el desempleo son los factores que producen el hambre, la pobreza, la indigencia. No el gasto de un asado ocasional.

Daniel Mirkin

Asado II

Nuestra querida Patria, y en especial nuestra provincia, atraviesan un delicado momento económico, el que está condimentado por la miseria y el hambre de nuestro sufrido pueblo. Ese pueblo, entiendo, es merecedor de recibir una explicación detallada de los organizadores de los homenajes de que fue objeto el candidato a presidente en su visita a Tucumán en lo que hace a los gastos millonarios realizados para convocar a la enorme cantidad de personas a la marcha, trasladadas en ómnibus y también participar a una  gran comida (para más de cinco mil personas) en un local sindical. Digo esto porque el gasto fue, se supone, varias veces millonario. Y las personas asistentes, en su mayoría, están padeciendo, desde hace muchos años, una situación de hambre y miseria como lo señalo al principio. Señor Gobernador, apiádese de su pueblo sufriente.

Olga Caro

Salta 187

San Miguel de Tucumán

Aniversario

Los pueblos y ciudades del país, cuidan y respetan su pasado como una de las expresiones más importante de su cultura. Se fueron formando, especialmente en la campaña tucumana, aglutinados a partir de elementos naturales, como una aguada, arroyo o río, facilitadores de la supervivencia humana, u otros elementos  creados por el hombre como una posta, cruce de caminos, capilla o estancia que fueron congregando individuos  y en sucesivas etapas de progreso, culminaron con la organización de un gobierno. En el antiguo territorio llamado Región del Tucumán, prácticamente todas las poblaciones no fueron fundadas sino se formaron tal cual lo describimos anteriormente. La excepción fue San Ramón de la Nueva Orán, en la actual provincia de Salta, fundada el 31 de agosto de 1794, la última creación española en América. Nuestros pueblos celebran su aniversario de fundación cuando hay una fecha documentada y cierta de la misma, caso  San Miguel de Tucumán. Cuando eso no ocurre, no entran a buscar algún atajo para la patraña sin límites de impudicia, sino recuerdan con orgullo la fecha en que fueron designadas comuna o municipio. Monteros (foto), conoce la fecha cierta de su municipalización, 26 de enero de 1868, data a la que las actuales autoridades no prestan la menor atención, como que en 2018 en el 150 aniversario de tan importante onomástico no se dignaron siquiera hacer una mínima recordación. No tengo duda que es esta una fecha digna de recordar, salvo que las futuras autoridades municipales opinen lo contrario y lo consideren así porque para esa época del año se encuentran de vacaciones. El estigma del sesquicentenario que no recordamos lo sufrimos nosotros, el pueblo, quienes en algún momento tendremos que dar cuenta a nuestros abuelos del 68 por tamaña felonía, si antes nuestros representantes, cuyo slogan de campaña fue “monterizos de raíz”, y que asumirán en corto tiempo no enmiendan con hechos concretos un olvido rayano con la afrenta.

Arturo Dionisio Zelaya

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