Cartas de lectores

Shunko cumple 70 años

Después de leer la carta publicada por Susana Serrano necesito recordar y agradecer  a Jorge W. Ábalos, el autor de Shunko,  porque me enseñó a ser maestra. El libro se gestó en nuestra ciudad: publicado por la editorial la Raza en 1949: silenciado, cuestionado y olvidado. Cuando fue llevado al cine, comenzó el éxito en nuestro país y en el extranjero. Llegó a ser un texto de lectura  en las escuelas de Rusia donde consideraban a su autor, el mejor escritor argentino al que le seguían  Borges y Cortázar. Shunko fue el libro que me orientó en la manera de tratar a mis alumnos y los métodos para lograr el aprendizaje de todos ellos. En el capítulo VIII está el secreto del éxito del sistema que empleaba Ábalos: el padrinazgo. Delegaba en los más adelantados la función de apadrinar a los menos receptivos. Así surgían los voluntarios y los ahijados aprendían a leer. Escribe: “¿Cómo lo conseguían? Vaya uno a saber; los chicos se comprenden entre sí mejor que con los adultos. Lo dice Pestalozzi o los otros grandes de la enseñanza. Pero el sistema a veces tenía éxito allí donde se  estrellaba la poca pedagogía de que el maestro era capaz”. Sugiero a los docentes que relean Shunko. Ábalos fue el Maestro que se adelantó  en los procedimientos de  la educación: centralizó la enseñanza en la atención de cada niño según sus diferencias.

Gladys A. Coviello

Colegio Nacional

El Colegio Nacional de Tucumán, creado en 1864 por decreto del entonces presidente Bartolomé Mitre, cuyo nombre ostenta el establecimiento, está a punto de cumplir 155 años de existencia a partir de su emplazamiento original en calle ex Rivadavia, hoy Virgen de la Merced primera cuadra. Posteriormente, en 1914, fue trasladado al predio que hoy ocupa, en calle Muñecas 850. Por sus aulas pasaron generaciones enteras de tucumanos ilustres, que forman parte de la rica historia de nuestra provincia y del país. Esto manifiesta por sí solo el nivel académico que siempre caracterizó al Colegio, y de lo que dan testimonio multitudes de hombres y mujeres de la provincia que estudiaron en sus instalaciones. Dicho edificio, que este año cumplió 105 años desde su inauguración, hoy presenta un inocultable deterioro edilicio y un estado de abandono poderosamente llamativos. En mi carácter de ex alumno del Colegio, y arrogándome la representación de mis compañeros de la Promoción 1978 del querido “Cole”, manifiesto mi profunda preocupación por el mencionado estado del edificio. Por ello me atrevo a convocar a todos los que formaron parte de la historia del querido colegio a reunirnos para hacer algo que remedie esta situación.

Julio César Boassi

Boulevard 9 de Julio 354

Yerba Buena

“Anclao en París”

En su libro de memorias “Bajo el signo de Tango” Enrique Cadícamo cuenta cómo hizo el tango “Anclao en París”: “Siempre me preocupó sentimentalmente el problema de algunos de nuestros muchachos del tango que sin dinero para regresar a Buenos Aires se hallaban anclados en París. Lo más atinado era que el cónsul los repatriara, pero ¿y el legítimo orgullo porteño?. ¡Ah, no! ¡Eso nunca! Pensé que todo eso me brindaba un tema para componer un tango. Corría el año 1931, yo me encontraba en Madrid y no me era difícil colocarme en el lugar de uno de los anclados. Un poco de imaginación, un rincón de un cabaret, algunos cigarrillos y ya estuvieron listos los versos... Gardel actuaba entonces en Niza, nos escribíamos, le envié la letra... Después supe que le entusiasmó tanto que se la mostró a dos escritores argentinos que andaban por aquellos pagos: Edmundo Guibourg y Alberto Vaccarezza. La emoción de la tierra lejana, agrandó mis versos y Carlitos designó a su inseparable guitarrista Guillermo Barbieri para que los musicara. Luego los cantó como sólo él puede cantarlos. Y ahí tienen la historia pequeña de un tango que añora a Buenos Aires desde París y que nació en Madrid”.

Luis Salvador Gallucci

El nombre de Monteros

Una profesora de historia, maestra egresada de la Normal de Monteros (1944) y graduada de la UNT, María Ilda Montaner, presentó en el Primer Congreso de Historia de los pueblos de la Provincia de Tucumán en 1951, el trabajo “Contribución a la Historia de Monteros. Siglo XIX”, y dice: “…según creemos su nombre tiene origen en Juan Alonso Espinosa de los Monteros, gobernador de Tucumán desde 1743 a 1749”. Enseguida expresa: “Espinosa de los Monteros, vecino caracterizado y muy rico del antiguo San Miguel, dio el nombre a este lugar,…” Aquí surge la segunda hipótesis acerca del origen del  nombre de Monteros. Con el correr de los años se empieza a reiterar como certeza una simple suposición. En el III Festival Folclórico de Monteros (1967), obtuvo el 1º Premio  del concurso  Canción a Monteros, la zamba “La de Monteros” de Miranda Villagra. El profesor J. Dionisio Campos (1892-1986) conjetura que en la letra se le da excesivos méritos a Espinoza de los Monteros y cree que el error proviene de los dichos de Montaner, para pasar a retrucar, diciendo: “Todo lo que así se supone no tiene fundamento documental ni lógico” Más adelante reafirma este concepto, al expresar: “Afirmamos nosotros que el nombre Espinosa de los Monteros no viene de los fundadores de San Miguel en Ibatín, y que no aparece, ni entre los encomenderos, ni dueños de tierras conseguidas por merced, donación o compra. No figura tal nombre ni en los 528  documentos de los protocolos, ni en los 18 de la sección administrativa, ni en los 42 de la judicial, ni tampoco en los 3 de la criminal…” Esta firme y razonada impugnación de Campos hizo que posteriormente se intente justificar a Montaner aduciendo que el capitán don Juan de Espinosa también portaba el apellido “Monteros”, es decir que este apellido era aleatorio al de Espinosa, craso error. Por otra parte, está documentado que el gobernador de la región del Tucumán Juan Alonso Espinosa de los Monteros participó en la conquista de América Central, luego pasó al Perú y después el rey Felipe V lo designó gobernador desde1743 a 1749. Terminantemente no fue vecino caracterizado ni muy rico del antiguo San Miguel. En toda la documentación colonial donde es actor Don Juan de Espinosa, ya sea como testigo, albacea o alcalde, aparece con tal nombre sin aditamento alguno. Hacemos la siguiente reflexión: “Don Juan de Espinosa, como cualquier conquistador de la época, de haber llevado un segundo apellido, seguramente no hubiera renunciado a un blasón de hidalguía muy importante a los que eran tan afectos los españoles del coloniaje, pues estos permitían alcanzar mercedes y canonjías que le redundarían pingues beneficios”. Finalmente queda a la interpretación del lector aceptar o elegir alguna de las dos posibles hipótesis que de ninguna manera reúnen las condiciones mínimas para que históricamente sean consideradas como veraces.

Arturo D. Zelaya

Congreso 122

Monteros

La ciudad y el río

Los ríos fueron siempre recursos naturales que definen los asentamientos humanos, generadores de las ciudades y factores determinantes de su estructura urbana. En la evolución de las ciudades,  han cumplido diferentes roles en sus relaciones con ellas; el río siempre fue un componente utilitario, clave para el desarrollo de la industria y de las comunicaciones. A través de la historia,  San Miguel de Tucumán le ha dado la espalda, lo  ha convertido en desagüe a cielo abierto y en zona de riesgo. Planificar  el entorno “ciudad-río” significa la mejora del entorno urbano del cauce, de sus condiciones de calidad ambiental y de su integración, englobando dimensiones paisajísticas territoriales, ecológicas y sociales. En Tucumán, el accionar de la sociedad ha  ocasionado un deterioro de los recursos naturales y del medio ambiente , lo que se traduce en una menor calidad de vida. La propuesta  para mejorarla, debe basarse en un análisis integral de las variables que se ponen en juego, proyectándose simultáneamente en lo individual y lo social, en el desarrollo y la conservación, recuperar el río y las riberas mejorará la calidad de vida, esparcimiento y calidad paisajista de la ciudad.

René Carlos Roncedo

RANKINGS UNIVERSITARIOS

En relación a la nota respecto un ranking global de universidades, del 5 de agosto, en en la cual se consignan posiciones que aparecen como poco favorables e  irrelevantes de las universidades argentinas, deseo manifestar. 1) Que estos rankings tienen por objeto establecer un orden jerárquico basado en parámetros e indicadores de supuesta calidad, cuestionables tanto teórica como metodológicamente, y generan la percepción sesgada acerca de la calidad en la formación y resultados de las universidades de la región a partir de mediciones parciales enfocadas principalmente a la circulación internacional de la producción científica propendiendo a imponer un modelo único de Universidad, utilizando un mismo atrón de medida para medir cosas distintas. 2) Se utiliza como variable principal la investigación porque sus indicadores son estandarizados y facilita la comparación. Investigar implica inversiones sustanciales, corresponde  entonces comparar los presupuestos universitarios. Si tomamos por ejemplo Harvard, su capital social en 2018 era de 39.200 millones de dólares y su  presupuesto de gasto anual en 2018 ascendió a 5.000 millones de dólares. El presupuesto anual de Harvard es el doble de todo el sistema de educación superior en la Argentina. 3) No puede ni debe soslayarse que el contexto que subyace y donde evolucionan estos rankings  es el de la globalización y la mercantilización de la educación superior. Tal contexto impregna las variables e indicadores con el cual se elaboran, en el marco de conceptos de calidad controversiales y parciales, sin precisar las fuentes de información por ejemplo respecto a la inserción profesional de los graduados. 4) La sana critica a los problemas estructurales y déficits, en algunos casos crónicos, de las universidades públicas y privadas de nuestro país no es óbice para rechazar y declarar inaceptables la utilización de rankings que se utilizan como publicidad engañosa con fines de mercadeo reduciendo la educación superior a una mercancía y apropiarse de sus beneficios. 5) Es notorio, quizás por aquello de quien calla otorga, el estentóreo silencio de las autoridades universitarias quienes además de fundada refutación, deberían comprometerse a implementar políticas de transparencia, rendición de cuentas, aseguramiento de la calidad con publicación de resultados y acceso abierto a la comunidad de toda información disponible a los efectos de obtener la mayor estima y valoración de nuestras instituciones de educación superior.

Ramón Alberto Aranda

España 3.926

San Miguel de Tucumán

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