"Desperdiciar varios miles de investigadores formados es casi un suicidio"

"Desperdiciar varios miles de investigadores formados es casi un suicidio"

En Conicet Tucumán trabajan para profundizar logros, pero sufren lo que consideran un “vaciamiento” del área de ciencia y tecnología.

NUEVAS AUTORIDADES DE CONICET. Ricardo Kaliman y Atilio Castagnaro analizaron para LA GACETA la actualidad de la investigación en Tucumán. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA.- NUEVAS AUTORIDADES DE CONICET. Ricardo Kaliman y Atilio Castagnaro analizaron para LA GACETA la actualidad de la investigación en Tucumán. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA.-

Se reconocen distintos y se asumen complementarios. La pasión por lo que hacen -y por lo que hace poco comenzaron a hacer- los unifica y los potencia. Atilio Castagnaro y Ricardo Kaliman (director y subdirector, respectivamente), del Centro Científico Tecnológico del Conicet-Tucumán, van contestando en etapas, en una suerte de concierto a dos voces, la primera pregunta de esta charla en vísperas del Día del Investigador Científico: “¿agarraron una papa caliente?”.

“Dirigir una institución como esta siempre es un desafío -reconoce Castagnaro-, y eso que la gestión de Elisa Colombo y su equipo fue excelente. Nuestro objetivo es profundizarla, porque aunque se avanzó mucho, falta también mucho, especialmente en articulación”. A partir de aquí, los conceptos de interdisciplina, transdisciplina, comunicación y desarrollo tecnológico son claves: aseguran que el potencial y la diversidad cultural de la producción científica en Tucumán son inmensos (y que el directorio del Conicet lo reconoce explícitamente), pero que en muchos casos unos no saben lo que hacen los otros. “No lo sabemos todo -destaca también Castagnaro-; hace falta solidaridad también dentro de la ciencia”.

Por otra parte, coinciden en señalar, es importante que la comunidad sepa hasta qué punto la ciencia y el Conicet inciden en sus vida cotidiana, por eso se busca “sacar la ciencia a la calle”, comunicando a la comunidad y por medio del desarrollo tecnológico y la transferencia. Y aquí nace otra aclaración: “tecnología no es sólo el celular -afirma Castagnaro-; son herramientas que permiten solucionar problemas de la gente”. Y ejemplifica: “la democracia es una tecnología social”. En este punto, disienten, lo saben y lo superan. Resalta Kaliman: “aplicar el término tecnología al ámbito de las ciencias sociales (su ámbito de especialización), donde no hay automatismos ni respuestas únicas, no me convence. Claro que es un sentido restringido de la palabra tecnología, pero es el que circula. Y a mucha gente le genera, por ejemplo, temor a la manipulación; prefiero pensar en herramientas, desarrollos... pero sí, está claro que debemos conseguir que las soluciones a los problemas que logramos los científicos le lleguen a la gente. Que haya una verdadera transferencia a la comunidad”.

“Pero además creo que la pregunta sobre la ‘papa caliente’ tiene otras aristas”, agrega Kaliman, luego de una pequeña pausa. Y en este punto, arranca otro debate.

Para que la transferencia científica sea real, hacen falta al menos dos condiciones. En una se ha avanzado bastante en estos últimos años, aseguran; en la otra, coinciden también, la Argentina se está suicidando.

Crecimiento

“El país es muy exitoso haciendo ciencia básica, y esta es fundamental; es la base de la soberanía científica”, destaca Castagnaro y describe el proceso de formación académica: cada doctorando es un aprendiz de investigador científico. “Pero el camino entre el hallazgo (que además es fruto de preguntas, muchas preguntas...) y la transferencia a la comunidad de ese hallazgo hay que aprender a recorrerlo. Y es lo que hacen los becarios: aprender a aplicar el conocimiento para dar respuestas a la sociedad”, destaca Castagnaro. Kaliman acota: “y eso es así en los distintos ámbitos del conocimiento, que se complementan”. Y juntos rememoran: después de la crisis de 2001 la Nación tomó el desarrollo de ciencia como política de Estado. Y esa política fue creciendo.

Castagnaro da un ejemplo: en 1993, las personas de Conicet que trabajaban en vinculación tecnológica eran cuatro. En 2013, la Gerencia de Vinculación Tecnológica de Conicet, que actúa como enlace entre las demandas de la sociedad, y los equipos de investigadores y profesionales que pueden responder a ellas eran 44. Y así pasó en todas las áreas, al punto tal de que muchísimos investigadores que se habían visto obligados a ser protagonistas de la “fuga de cerebros” volvieron a trabajar en el país.

“Pero vamos totalmente marcha atrás. Han vaciado el ministerio... bah, ya ni siquiera es ministerio. Es todo un despropósito”, se lamenta preocupado Castagnaro, y agrega: “los recursos humanos altamente calificados que tenemos (tanto los científicos como los vinculadores) se están yendo a donde les pagan más. Y desperdiciar varios miles de investigadores formados es más que un despropósito, es casi un suicidio... Tenemos que buscar la forma de que no ocurra”.

No es una queja; hablar de despropósito tiene fundamento: en el mundo actual el gran capital es el conocimiento. “Y la diferencia entre países ricos y países pobres hoy depende de cuál produce conocimiento, porque es este el que resuelve los problemas”, añade.

Y Kaliman completa: “tener que usar el conocimiento generado por otros se paga con divisas. Producir conocimiento, en cambio, las genera. Y esa es la verdadera soberanía”.

> Ciencia en tiempos de ajuste
Debate con mate

En sintonía con las múltiples actividades que se realizarán en todo el país para reclamar un cambio en las políticas nacionales de ciencia y tecnología, el Ateneo de Científicxs Tucumanxs invita al evento que bautizó “Debate con mate”. La cita es para esta tarde a las 18.30 en el salón multimedia de la sede del Museo de la UNT (MUNT), ubicado en San Martín 1545 de San Miguel de Tucumán.
“Invitamos a docentes, investigadores, becaries y personal de apoyo a participar de este evento, para debatir entre todos desafíos y propuestas para enfrentar esta situación, que afecta severamente a la comunidad científica, en el marco de la restricción presupuestaria que sufre el sector”, convocó una de las organizadoras del evento, la bióloga Silvia Lomáscolo.

> Conversatorio
Investigadores disertan en la Casa Masónica

En el Día Mundial del Investigador Científico, la Cátedra del Librepensamiento de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, junto con la Gran Logia de la Argentina, convocó a cuatro destacados investigadores de nuestro medio a disertar en un Conversatorio Científico. La cita es hoy a las 20 en la Casa Masónica de Tucumán (9 de Julio 365). Las disertaciones estarán a cargo de Eugenia Sesto Cabral, Carlos Cónsole Gonella, Luis Horta y Jean Guy Le Blanc, todos investigadores del Conicet, quienes reflexionarán sobre la problemática y sobre las proyecciones en sus áreas específicas de estudio, así como sobre el panorama de las políticas nacionales sobre ciencia e investigación. La charla es abierta a todo público con entrada libre. El profesor Marcelo Villalba, titular de la cátedra organizadora, estará a cargo de la presentación y de la coordinación.

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