La muerte de Parajón enluta la política

La política tucumana quedó enlutada por el fallecimiento de Gumersindo Parajón. El dirigente falleció ayer por la mañana, por una enfermedad crónica, a los 77 años.

El ex legislador, surgido de las filas del radicalismo, tuvo un extenso paso por la política, que coronó con la fundación del partido Pueblo Unido. “Por el radicalismo sufrí, me metieron preso, no me recibí, me apuñalaron... ¡Cómo no voy a ser radical!”, había dicho en una entrevista a este diario en 2016, al cumplir 60 años de militante.

Parajón fue electo concejal de la capital entre 1983 y 1987, y diputado provincial desde 1987 hasta la intervención de 1990. Con los años, se alejó de la UCR. “Ya no era para mí. Me fui por las claudicaciones de Alfonsín. No puedo concebir que si juzgamos a una Junta Militar después haya venido la Obediencia Debida y el Punto Final. Mis maestros políticos fueron Ángel Pisarello y Sergio Karakachoff (asesinados en la dictadura). No puedo hacer alianzas con los bussistas. Sigo siendo radical, pero un radical diferente”, había recordado. En 2017 se había aliado con el peronismo, apoyando la candidatura de Osvaldo Jaldo a diputado nacional (quien ganó pero no ocupó la banca).

Amante de los sombreros, el jubilado judicial debió lidiar en los últimos años con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En barrio Sur, los vecinos del partido recordaban con cariño su carácter y su vestuario: en las redes sociales recordaban cuando tomaba mate en verano, con el torso desnudo, pero siempre con sombrero.

Dirigentes de todo el arco político local lo despidieron con respeto.