Se entregaría el conductor que atropelló a los supuestos motochorros

Se entregaría el conductor que atropelló a los supuestos motochorros

La abogada del automovilista dice que “no tuvo intención de atropellarlos” y que escapó por temor. El hombre habría huido al ver que vecinos agredían a los motociclistas caídos en el pavimento junto a la platabanda.

EL LUGAR DE LA TRAGEDIA. En la esquina había mucha gente el sábado, dicen vecinos. Abajo, la imagen de los motociclistas atropellados. la gaceta / foto de diego aráoz EL LUGAR DE LA TRAGEDIA. En la esquina había mucha gente el sábado, dicen vecinos. Abajo, la imagen de los motociclistas atropellados. la gaceta / foto de diego aráoz

El conductor del auto Toyota Corolla negro que atropelló a dos motochorros -uno de los cuales murió-, se presentará hoy en la Justicia, según explicó su abogada, Silvia Furque. Sus allegados dicen que contará que no los quiso embestir, sino que chocó la motocicleta al tratar de esquivarlos cuando les apuntaban con un arma de fuego a él y a su familia.

El sábado a las 21.50, Luis Emanuel Rojas y Franco David Pistán, que circulaban en una motocicleta Honda CG 150, cayeron al suelo después de haber sido embestidos por el conductor de un vehículo, que luego se dio a la fuga. Dos policías del 911, Bruno Jaime y Gerardo Olea, alertados por los vecinos de la persecución, habían perseguido a su vez, con sus motos, al Corolla, y auxiliaron a los motociclistas después de que fueran embestidos. Olea, incluso, anotó la patente del auto, lo que permitió que se pudiera conocer los datos del propietario del vehículo. Poco después del choque, una ambulancia llevó al Hospital Padilla a Pistán y a Rojas. Este falleció a las 19 del domingo.

La abogada Furque no quiso dar precisiones de cómo se produjo el hecho porque lo hará el sospechoso cuando se presente a declarar ante la Justicia. “Sí puedo asegurar que no tuvo intención de arrollarlos”, le dijo a LA GACETA. “Se fue del lugar porque tenía mucho miedo por lo que le podía pasar a su familia”, añadió. Según uno de sus allegados, él circulaba con su esposa, que está embarazada de seis meses, y sus dos hijos, cuando fue interceptado por los motociclistas. “Se le pusieron a la par y lo amenazaron con un arma de fuego. Él les entregó el celular, pero ellos querían más. Pretendían quedarse con la cartera de la esposa y con un bolso que llevaba en el asiento trasero. Entonces aceleró y decidió huir”, explicó. “Los tipos estaban enceguecidos, querían quedarse con todo. Cuando podía, se le ponían a la par y los apuntaban con un arma para que se detuviera. Estaba muerto de miedo, en el trayecto no se encontró con ningún policía para pedir ayuda. Sólo veía cómo aceleraban y le gritaban que se detuviera”, contó.

El conductor, al parecer, chocó a la motocicleta cuando intentó doblar hacia el sur por Ernesto Padilla para escapar.

En la esquina, cerca de los motociclistas caídos, se halló una pistola y un cargador.

“No se quedó en el lugar por temor. Cuando se cayeron los asaltantes, un grupo de vecinos fue hasta el lugar y comenzaron a agredirlos. No quiso quedarse porque temía que le hicieran lo mismo”, contó el allegado. Agregó que prácticamente se escondió el mismo día en el que se produjo el hecho. “Tenía miedo por las represalias. Está aterrorizado”.

La fiscala Adriana Giannoni deberá determinar si Rojas, que esperaba por ser enjuiciado por un doble homicidio ocurrido en 2016, falleció por los golpes que sufrió en el accidente o por el castigo que le propinaron los vecinos.

La vecina que vio el episodio

“Dos veces quiso voltear a la moto y se ve que no podía. En el tercer intento le dio con todo”

Se entregaría el conductor que atropelló a los supuestos motochorros

María Alicia Otaiza, dueña del “biciquiosco” de la plaza ex “Villa Piolín”, fue testigo de la embestida del auto a la motocicleta el sábado por la noche. “Yo estaba atendiendo y de repente vi un auto que iba a toda velocidad junto a una moto con dos personas por la avenida”, relató. 

“El vehículo dos veces quiso voltear a la moto y se ve que no podía. En el tercer intento le dio con todo, los chicos volaron y la motocicleta fue a parar en la vereda de la escuela”, dijo. “Yo estaba con mis otras hijas; es más, la plaza estaba llena porque los fines de semana mucha gente viene a tomar mate o compartir”, relató. 

La mujer contó que el auto les dio los empujones a lo largo de la avenida, y a medida que avanzaban aumentaban la velocidad. “Se escuchó un chisperío cuando la moto fue arrastrada. No sabemos qué puede haber ocurrido entre ellos. Algunos vecinos dijeron que esos chicos eran transas”, dijo Otaiza. “Según lo que se ve y lo que se comentaba acá, es que el auto le pasó por encima al chico que murió. Nosotras nos acercamos y vimos al chico tirado, tenía una parte de la cadera como aplastada y pegada al pavimento ”, expresó. “Estaba prácticamente muerto, agonizaba”, dijo. Otaiza además contó que le vio un tajo en la cabeza y que en el pavimento había un charco de sangre. “Si la ambulancia hubiese llegado antes, quizás se salvaba el chico”, remarcó. “El auto tiró la moto y se fue”, dijo. “Los de la moto no tenían cartera ni teléfono ni nada. Yo vi cuando estaban tirados en la calle y no tenían nada, si supuestamente era un robo”, agregó. “Había un arma tirada pero estaba en la plaza, no en el lugar en donde estaban los motociclistas”, concluyó.

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