Comenzaron a demoler el edificio del ex Banco Francés

Con el permiso municipal, sin impedimentos legales y con la marcha atrás que tuvo que dar la Comisión de Patrimonio, la Caja Popular avanza con los trabajos para demoler en su totalidad el histórico edificio del Banco Francés, ubicado en calle San Martín 730.

El último intento por poner un freno a lo que se considera una gran pérdida para el patrimonio arquitectónico de la ciudad lo dio Carlos Duguech, quien envió al Ente Cultural una nota solicitando se deje sin efecto la resolución N° 99, que levantaba el régimen de protección preventiva al inmueble. Pero el Ente Cultural, en cuya órbita se encuentra la Comisión de Patrimonio, no está dispuesto a cargar con la responsabilidad de un accidente espantoso como el del ex Cine Parravichini.

“Nosotros dimos la Protección Preventiva, pero tuvimos que suspenderla porque el edificio tiene un elevado riesgo estructural. Uno de los ingenieros del Instituto de Estructuras de la UNT tuvo la deferencia de asistir a la reunión de Patrimonio para brindarnos más detalles del informe que hicieron, y ahí nos explicó sobre los riesgos que corre, principalmente la fachada. Nosotros intentamos hacer lo que pudimos, pero no está en nosotros llevar adelante una obra para volver a levantar ese edificio”, expresó ayer Mercedes Aguirre, directora provincial de Patrimonio.

La resolución de Patrimonio, entonces, sigue firme. El inmueble estaba inicialmente dentro del listado de bienes protegidos por la Ley de Patrimonio, pero fue retirado de ese inventario en 2008 junto con otros cinco edificios. Ante esa situación y ante la inminente pérdida del edificio, Patrimonio había intentado impedir la demolición, pero el estado de abandono del edificio y el riesgo de colapso no dieron margen de acción. El pedido de Duguech, suscripto en “su condición de ciudadano que procura hacer cumplir con el deber de ejercer sus derechos”, como dice la misiva, está condenado a dormir en cajones o biblioratos, porque la piqueta demoledora ya está funcionando.

Silencio de radio

Para la Caja Popular, el cartel de obra con el permiso de demolición total colgado en su fachada del edificio a punto de desaparecer es comunicación suficiente. Esa fue la respuesta que recibió este diario cuando intentó, una vez más, conversar con el titular de ese organismo, José Díaz, sobre el futuro del terreno que quedará desocupado y sobre los motivos por los cuales se llegó a tal nivel de deterioro del inmueble.

Es que, en 2014, la Caja Popular de Ahorros había autorizado la contratación directa para la obra de restauración del centenario inmueble, aduciendo “razones de necesidad y urgencia”. Cuatro años después, a mediados de 2018, el Tribunal de Cuentas de la Provincia aconsejaba rescindir el contrato con la empresa Dosal. “La obra continúa paralizada, lo que ya advertimos en nuestro informe anterior del 2 de mayo de 2018; efectivamente, ya no existen nuevas causas técnicas que justifiquen la paralización y el abandono de la misma”, había indicado el departamento de Ingenieros Fiscales del organismo de contralor.

Durante esos cuatro años de virtual abandono del inmueble, la situación estructural empeoró considerablemente, según el informe de la UNT, hasta llegar a un punto casi irrecuperable.

En 2011 estuvo abierto por última vez

El edificio de San Martín 730 (en ese entonces calle Las Heras al 600) se inauguró el 7 de febrero de 1913, erigido por el constructor español Manuel Graña. Tras la quiebra del banco, el inmueble fue comprado por Alfredo Guzmán, para instalar una compañía financiera que funcionó desde 1916 a 1921. En 1922 fue comprado por la Caja Popular; allí funcionó su sede hasta 1939. La Dirección General de Rentas, la Secretaría de Trabajo y la Dirección de Comercio fueron algunas de las oficinas que se instalaron más tarde. En 2011 se montó el Espacio DAR, para lo cual un importante grupo de profesionales restauró el edificio (foto de la fachada). Luego del encuentro, volvió al abandono.