Cartas de Lectores
24 Enero 2019

Curiosidades de los Oscar

Cuando comenzaron las entregas de los Oscar en 1928 (el primer film ganador fue “Alas” de William Wellman -foto-). Este premio nos mostró varias y diversas curiosidades. Tantas que llevarían también muchas páginas imposibles de transcribirlas aquí. Se convertiría en una carta muy larga. Una de esas curiosidades es que uno de los mejores directores de cine de todos los tiempos (Charles Chaplin) nunca lo obtuvo. Curiosamente lo ganó como mejor compositor musical por la película “Candilejas”, en 1952. Esta carta se debe a la mención de que este año esta nominada como mejor película una que tiene tres versiones previas. Me refiero a “Nace una estrella”, de Bradley Cooper. Es una historia muy interesante que narra la caída como consecuencia del alcoholismo de un famoso actor, cuya esposa, una cantante, va trepando a la fama mientras su marido cae sin poder recuperarse jamás. Lo curioso es que esta película y este tema tuvo tres versiones previas. La primera de 1937 estuvo dirigida por William Wellman (quien hizo Alas) y la interpretaban Fredric March y Ginger Rogers (todos, película, director y actores nominados al Oscar). Ninguno obtuvo el codiciado premio. Casi veinte años después (en 1954) el genial George Cukor (director de My fair Lady) hizo una versión musical, que para mi es la mejor de todas. Película poco comprendida en su momento y tremendamente censurada. En 1976 un mediocre y chapucero director (Frank Pierson) pretendió revivir este enorme drama con Barbra Streisand y el cantante folk Kris Kristofferson con lamentables resultados. Ahora LA GACETA del martes anuncia el estreno de esta versión y como nominada entre las ocho mejores películas. Espero que tenga éxito, aunque no creo que llegue ni siquiera a igualar a la joya cinematográfica de George Cukor de 1954.

Gustavo Antonio Ovejero

Cuestión de privilegios

Fácil sería caer en el viejo axioma peronista que reza que “los únicos privilegiados son los chicos”, pero aquí no se trata de acotar un ideal a una doctrina partidaria. Se trata de ellos, y ellas: los pibes de las barriadas humildes, esos que van a las escuelas un poco alejadas del núcleo urbano. ¿Es acaso el verano sinónimo de vacaciones, de salir de la rutina, de vivir cosas nuevas? Sí, pero no para todos. Sólo para los que pueden acceder al disfrute de esos bienes materiales y simbólicos. ¿Pero esos pibes no tienen el derecho también de tener un verano así? Entonces hablamos de ampliación de derechos y democratización del acceso a esos bienes. ¿Sabrá la sociedad que el Ministerio de Educación de la provincia lleva adelante acciones para que se amplíen esos derechos? En el CEF 18 cientos de estos pibes disfrutan de una pileta, aprenden a jugar al ajedrez y también robótica, leen libros y terminan el día con una hamburguesa. Si parafraseo a Galeano diría “son cosas chiquitas, no acaban con la pobreza… pero quizás desencadenen la alegría de hacer, y demuestren que la realidad es transformable”. Si el Estado brinda un espacio así de divertimento y aprendizaje le demuestra a esos pibes que la realidad se puede transformar, porque ellos vuelven felices a sus casas, y más temprano que tarde esa felicidad será el motor que mueva a la sociedad y la conduzca al puerto que todos queremos.

Pablo G. Sosa

Ingenuidad

Asustado el Gobierno nacional por encuestas que revelan que su estrategia de sembrar el pánico contra Cristina Kirchner no le alcanza para asegurarse un triunfo en el balotaje, recurre a infantilismos de plantar spots publicitarios en las redes sociales como el de “Nadie-Ninguno-La joda”. De nada sirve tapar noticias como los multitudinarios eventos pro-vida que se han dado estos últimos días en Washington o París, la retracción del financiamiento de países centrales a organismos supranacionales que promueven políticas antinatalistas, o los tristes episodios de aborto amparados por funcionarios públicos (curiosamente hasta Esteban Bullrich) de Entre Ríos y Jujuy. La escandalosa manipulación de los medios tradicionales sólo ha conseguido la pérdida de confianza de la gente, que ahora mira la realidad a través de las redes sociales. “Joda” es haber prometido reducir la pobreza y la inflación, o hacer creer que por arte de magia fluirían los capitales hacia la Argentina. Nadie propuso defender la vida desde la concepción. Ninguno prometió millones de inversiones en el plan Belgrano del que sólo llegaron migajas al interior profundo. Los argentinos esperamos que el presidente Macri se deshaga de gurúes mesiánicos como Durán Barba, que dé marcha atrás en políticas como ESI y ENIA, sólo así recuperará la iniciativa y desaparecerán las nubes de incertidumbre que oscurecen el futuro del país.

Santiago José Paz

Chubut 2.900

Yerba Buena

Justicia por Esperanza

Ante la triste noticia del fallecimiento de Esperanza, la bebé que obligaron a nacer antes de tiempo por pura crueldad, sólo les digo que les quede en su conciencia. Y ya que decían que tanto les importa las menores vulnerables, espero también que le den apoyo a la menor de 12 años porque no crean que con haberle sacado el bebé de su vientre ella volverá a tener la misma vida que tuvo antes. Escuché al jefe del hospital y fue claro en que se debía esperar, pero salieron a mentir y decir tantas barbaridades; a todas las que vi ese día gritando para que maten a la bebe dentro del vientre quiero decirles que era un ser humano y era mujer, tenía derechos. No me vengan con versos baratos de que la obligaron a parir por que le interrumpieron el embarazo como querían sólo que no con los métodos de ustedes. Lo siento por todos aquellos que querían adoptarla, lo siento por el grupo de médicos que quiso salvarla.

Mariana Belén Vaca Aguiar

Duda

Ante la ola de asaltos que suceden, a mi me pasó algo curioso: me asaltó una duda. Sí, una de tantas que tengo. Los colegios privados que reciben “subvenciones” del Estado son para el colegio o son para los familiares, amigos y “favorecedores”, pues existe un entramado en el cual siempre salen favorecidos los nombrados anteriormente. Con cargos heredados de generación en generación, y nunca un concurso o por lo menos un aviso público para así poder elegir a los mas capaces. Esto no es para el ministro Maley, quien ya tiene muchos problemas, sino para alguien que pueda “desdudarme” (vocablo muy utilizado por nuestros padres y/o abuelos), pues sino deja de ser una “subvención” para transformarse en “subsidio” (buscar diferencias en diccionario Sopena).

Juan Antonio Albornoz

Los últimos serán los primeros

La expresión bíblica “Los últimos serán los primeros” parece que se ha convertido en la que más acabadamente corresponde con los días que estamos viviendo con respecto a la selección de altos funcionarios de los poderes del Estado Provincial y del antecedente que los singulariza a los que ya fueron nombrados y al que integrará la Suprema Corte de Justicia: nada menos que la escandalosa cantidad de reprobaciones que recibieron en sus exámenes como estudiantes. Escandalosa cantidad que pasar por alto o, peor, usarse como carta de recomendación, constituye una incalificable inversión de valores que requiere una urgente autocrítica del proceso enseñanza-aprendizaje de la Facultad a la que asistieron así como su rechazo de toda inscripción para los cargos a que aspiran. En mi variada y extensa experiencia internacional las universidades que responden al nombre de tales, exigen para obtener el título como calificación mínima, bueno. Los inscriptos con tan negativo resultado de su aprendizaje apenas soportan la disciplina que impone la institución, que ni permanecen un año. La Universidad no acepta convertirse en un aguantadero de individuos que no la prestigian y que representan un gasto, una malversación de fondos públicos. Y esto se da cuando todos los días se habla de haber obtenido calidad educativa en una Nación donde los ciudadanos de reconocido talento son discriminados justamente por los campeones de las reprobaciones.

Elba Aurora Martínez de Larrea [email protected]

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