Piden la demolición de un antiguo edificio del centro

Piden la demolición de un antiguo edificio del centro

La Caja Popular de Ahorros solicitó autorización en Catastro para demoler la propiedad de San Martín 730, confirmó el titular de esa oficina municipal. Preocupación en la Comisión de Patrimonio.

RIESGO. En julio la fachada fue vallada por las grietas que presentaba. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA.- RIESGO. En julio la fachada fue vallada por las grietas que presentaba. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA.-

El rumor comenzó a rodar entre los miembros de la Comisión de Patrimonio: La Caja Popular de Ahorros, propietaria de uno de los edificios más emblemáticos del microcentro tucumano, habría pedido autorización en Catastro para demoler la propiedad de San Martín 730. Más tarde, llegó la confirmación. “Efectivamente, la Caja pide la demolición total. Falta un último trámite pero prácticamente ya está la autorización”, informó el viernes Juan Ledesma, director de Catastro de la Municipalidad de la capital.

Según el funcionario, en el pedido de demolición figuran una resolución del interventor de la Caja Popular, José Díaz, tomando la decisión de demoler; y un informe del Instituto de Estructuras de la UNT. “El informe del Instituto de Estructuras de la UNT habla del estado muy complicado de la edificación, y se advierte que la fachada está asentada sobre 11 metros de superficie blanda a muy blanda. Tiene un elevado contenido de agua. En otras palabras: el frente del edificio está apoyado en 11 metros de barro”, detalló Ledesma.

Consultado por LA GACETA, el ingeniero Alberto Pascual, del Instituto de Estructuras de la UNT, explicó que ese organismo está trabajando en un proyecto vinculado al centenario edificio, pero no mencionó que hayan recomendado la demolición y que, con los medios necesarios, se podría revertir la situación de riesgo que presenta esa propiedad. “A nosotros se nos pide un proyecto de recalce de la fachada del edificio, que es en lo que está trabajando todavía el instituto. Acá no hay blancos o negros: la ingeniería hoy permite desde mover las pirámides de Egipto de lugar hasta construir edificios de 800 metros de altura... claro que para todo hay que tener presupuesto y las cuestiones financieras, muchas veces, terminan tomando las decisiones”, se limitó a decir, sin brindar detalles técnicos sobre ese proyecto ni del estado actual del edificio inaugurado en 1913 como sede del Banco Francés.

El interventor de la Caja Popular de Ahorros, José Díaz, no confirmó pero tampoco negó que se haya pedido la demolición. “Vamos a comunicarlo oportunamente, con todos los detalles que sean necesarios”, es todo lo que respondió al ser consultado por este diario.

El interventor había manifestado en julio que la Caja tenía intenciones de recuperar el edificio para montar algunas de sus oficinas de atención al público, pero que todo dependería del informe de factibilidad de Estructuras.

Patrimonio en riesgo

“Empezamos la temporada de verano”, ironizó un antiguo miembro de la Comisión de Patrimonio. Se refería a que las decisiones más polémicas en cuanto a la intervención en el patrimonio arquitectónico tucumano suelen tomarse a fin de año, o durante enero. Un caso emblemático fue el de la Casa Sucar (en avenida Salta al 500), cuando en enero de 2012 estuvo a punto de ser demolida para construir un edificio, lo que movilizó las protestas de los vecinos.

El edificio del ex Banco Francés, de todas maneras, no está protegido por la Ley de Patrimonio de la Provincia. Solamente integra el listado de Edificios y Sitios de Interés Municipal, de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, que le brinda una protección mucho más laxa comparada con la de la ley provincial y a la que, además, el propietario puede renunciar mediante un trámite.

“Sería una pena perder ese edificio, porque el alto valor patrimonial que tiene en sí mismo y, sobre todo, porque se afectaría todo el conjunto arquitectónico de esa zona”, lamentó Gabriela Lo Giudice, representante de la Unsta en la Comisión de Patrimonio de la provincia.

> Condenada al abandono
- La última vez que el edificio de San Martín 730 estuvo abierto y en funcionamiento fue en septiembre de 2011, cuando se montó allí Espacio Dar, una muestra de diseño interior y arquitectura. En esa ocasión se demolieron pisos, se hicieron a nuevo techos y cielos rasos, cañerías y se cambió íntegramente la instalación eléctrica y sanitaria. Antes y después de ese encuentro, el edificio estuvo abandonado.
- En 2014, la Caja Popular de Ahorros (CPA) autorizó la contratación directa de la obra de restauración del  inmueble, por “razones de necesidad y urgencia”. La empresa adjudicada fue Dosal Constructora. En junio de este año, el Tribunal de Cuentas aconsejó rescindir el contrato con la empresa por el estado de “paralización y abandono” de la obra.

› ¿Cumplirá los 106 años?
El edificio de San Martín 730 fue inaugurado el 7 de febrero de 1913 como sede del Banco Francés. Los invitados al acto de apertura alabaron el edificio por que vendría a “cambiar y embellecer el aspecto de esta capital”, según las palabras de Gaspar Taboada, el intendente municipal de aquel entonces. Tras la quiebra del banco, el industrial Alfredo Guzmán compra el edificio y monta una compañía financiera. En 1922 lo adquiere la Caja Popular de Ahorros, organismo funcionó allí hasta su traslado a la sede actual, en 1939. Desde entonces, cobijó diversas reparticiones. Lo último que funcionó en el centenario edificio fue la Secretaría de Trabajo


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