El PJ, un partido que se vitalizó con el acto en Tucumán

El PJ, un partido que se vitalizó con el acto en Tucumán

Que dijeron los analistas sobre el evento que se realizó el jueves en el Hipódromo.

El PJ, un partido que se vitalizó con el acto en Tucumán
21 Octubre 2018

El Día de la Lealtad marcó un punto de inflexión dentro de la principal fuerza opositora a la gestión del presidente Mauricio Macri. Sin embargo, las diferencias internas persisten ante la falta de un liderazgo dentro del peronismo. Los analistas consultados por LA GACETA consideran que es inevitable que la dispersión de votos persista, como otros turnos electorales, pero que el mitin en Tucumán puede significar el punto de partida para el reencuentro de la dirigencia, más allá de las
candidaturas para las elecciones generales del año que viene.

Apelación a la Patria
Por Gretel Ledo - Abogada, politóloga y socióloga (UBA)

Es un verdadero milagro el que podamos ahora dialogar y discrepar entre nosotros, pensar de diferente manera y estimar como válidas las distintas soluciones, habiendo llegado a la conclusión de que por encima de los desencuentros, nos pertenece por igual la suerte de la Patria, en la que está contenida la suerte de cada uno de nosotros, en su presente y en su porvenir.

Juan Domingo Perón

El pasado 17 de octubre, la provincia de Tucumán se erigió como anfitriona para la celebración del Día de la Lealtad Peronista. Allá por 1947, el general Perón declaraba independencia económica, soberanía política y justicia social. Hoy, los peronistas encuentran la magnánima labor de trabajar en pos de la unidad.

Dividir y restar pueden caracterizar actitudes de quienes aún colocan los personalismos delante de estrategias y programas claros que avizoren el posicionamiento de nuestro país en un contexto internacional hoy signado por crisis recurrentes donde debería primar la garantía del bienestar nacional. “Ni la guerra, ni la revolución, ni la peste, son más temibles, por sus efectos desastrosos en el país, que lo que es una crisis económica”. Así caracterizaba Juan Bautista Alberdi al peor de los males para una Nación. Empobrece y aminora la fortuna del país y de sus habitantes, aleja el dinero, suprime el crédito, trae insolvencia, descrédito, paraliza ganancias. Lo que es aún peor, un país vestido por el desorden cuyo gobierno no acierta a la hora de comprender a su pueblo. Ausencias desmedidas cuando se espera una participación acertada. Renuencias contrapuestas.

La suspensión de toda idea de vitalidad y progreso de una Nación corroe el espíritu de un pueblo. La política y con ello la clase dirigencial juegan un papel fundamental. Cómoda resulta la tesitura de endilgar responsabilidades al contexto económico internacional y el de señalar a las inversiones externas que no llegaron en el tiempo ni en la cantidad esperada. Aquí es donde entra a jugar el rol del conductor político. “El que atiende la corrección va camino a la vida; el que la desatiende, va camino a la perdición.” (Proverbios 10:17)

Perón enfrentó embates de violentas presiones internas y externas en la búsqueda de soluciones concretas a las necesidades económicas, sociales y culturales de nuestro pueblo. El secreto: la movilización popular como instrumento central de su política.

Entre sus acepciones, la Real Academia Española define apelar (del latín appelláre ‘llamar’) como recurrir a alguien o algo en cuya autoridad, criterio o predisposición se confía para dirimir, resolver o favorecer una cuestión. El presente nos encuentra como país desorientados. División intra societaria, confusión intra muros en el mismo gobierno y proliferación de individualidades en el seno del peronismo que todavía dirime quién será su líder para las presidenciales. Apelar necesita Argentina. Apelar al sentido de grandeza de Patria, de Nación, de pertenencia identitaria que permita movernos en el delicado terreno que decide claramente dejar fuera los clivajes sociales, las fisuras partidarias, las mezquindades almáticas.

“El problema actual es eminentemente político, y sin solución política no hay ninguna solución para otros sectores en particular”. Los años pasan y las palabras de Perón siguen vigentes. Procurar por todos los medios ganar el consentimiento popular. ¿Qué mejor protagonista que el pueblo para ser partícipe en la toma de decisiones fundamentales para un país? “La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”.

Para Giuseppe Mazzini “la Patria no es un territorio; el territorio no es más que la base. La Patria es la idea que surge de aquél; es el pensamiento del amor, el sentido de comunión que surge en todos los hijos de ese territorio”.

Amar a la Patria es velar por los intereses de la Nación. Amar a la Patria es bregar por el bienestar del pueblo argentino. Es cimentar la idea de pertenencia social que solidifique el desarrollo productivo regional izando las banderas de la industria local y la independencia económica en pos del desarrollo argentino.

Peronismo, versión 2019
Por Rosendo Fraga - Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

En las últimas cuatro elecciones presidenciales, el Peronismo siempre se presentó con tres candidaturas diferentes. En 2003, con Carlos Menem, Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saa, siendo electo el segundo, al renunciar el primero a competir en la segunda vuelta, aunque había ganado por estrecho margen en la primera. Cuatro años después, en 2007, volvió a ir a elecciones con tres candidatos: Cristina Kirchner, Roberto Lavagna y Alberto Rodríguez Saa, siendo electa la primera.

En 2011 volvió a suceder lo mismo, ya que compitieron Cristina Kirchner que fue por su reelección, Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saa, imponiéndose la primera. En la última elección presidencial que tuvo lugar en 2015, los tres candidatos fueron Daniel Scioli, Sergio Massa y de nuevo Alberto Rodríguez Saa, imponiéndose el primero, pero siendo derrotado en la segunda vuelta frente a Mauricio Macri. Es decir que la división del PJ en una elección presidencial ha sido una constante en las cuatro realizadas en lo que va del siglo XXI. La cuestión entonces no es la división, sino cual de las candidaturas es la que obtiene más votos y si estos son suficientes para ganar, como sucedió en 2003, 2007 y 2011 o si pierde en la segunda vuelta, como tuvo lugar en la última.

Planteado en estos términos, recién en mayo de 2019 -un mes antes que se oficialicen alianzas y candidaturas- sabremos con cuántas opciones se presenta el Peronismo a la elección general. En principio, una será el kirchnerismo, que probablemente competirá con el partido Acción Ciudadana, que ha obtenido reconocimiento nacional. Seguramente. Cristina Kirchner será la candidata de este espacio, compitiendo para Presidente por tercera vez.

El 17 de octubre, esta fuerza política estuvo presente en dos actos diferentes. En el Gran Buenos Aires, Máximo Kirchner asistió a uno realizado en Merlo, en el que estuvieron presentes varios intendentes del conurbano, reuniédose algunos miles de personas. El Presidente del PJ oficial, José Luis Gioja, junto con Agustín Rossi, estuvieron en un acto realizado en Corrientes. La otra opción para la elección de 2019, es el PJ anti K, que se proyecta como el tercer espacio. No tiene un liderazgo definido ni un candidato predominante todavía, pero se ha puesto en marcha. En Tucumán, convocado por el gobernador Juan Manzur, se reunieron varios mandatarios, figuras destacadas del sindicalismo, y Sergio Massa, en un acto que habría reunido 100.000 personas. Otros gobernadores del PJ anti-K, como Juan Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba), optaron por hacerse presentes sólo en actos de sus respectivas provincias. Es así como los cuatro dirigentes que días atrás presentaron “Alternativa Argentina” para representar al PJ anti-K, aparecieron en actitudes diferentes, algunos yendo a Tucumán y otros no. La oportunidad para este tercer espacio para unificarse, son las PASO que tendrán lugar en junio del año próximo. Sus candidatos podrían competir en ellas, para que quede solo uno.

En conclusión: el PJ se ha presentado dividido en las cuatro elecciones presidenciales precedentes, siendo la división electoral su estado natural y en 2019 por lo menos lo hará en dos espacios, uno será el kirchnerismo y otro el Anti-kirchnerismo, aunque ello no impide un tercer candidato, como sucedió en años anteriores.

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