“Imposible ser científico si no mantenés la curiosidad del niño”

“Imposible ser científico si no mantenés la curiosidad del niño”

Desde la UNT, Nadia Vega investiga áreas de punta: nanotecnología y energías renovables. Premio nacional por su tesis doctoral.

DESAFÍO. “Hacer investigación científica y ser madre no son incompatibles”, afirma Nadia Vega. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA.- DESAFÍO. “Hacer investigación científica y ser madre no son incompatibles”, afirma Nadia Vega. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA.-
21 Octubre 2018

“Imposible ser científico si no mantenés la curiosidad, esa que tienen los niños, y que después, lamentablemente, vamos perdiendo al crecer”, reflexiona la doctora Nadia Vega. Es viernes por la tarde, y la charla con LA GACETA transcurre en el ya solitario Laboratorio de Nano-materiales y Propiedades Dieléctricas de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT, donde la investigadora pasó largas horas descifrando las propiedades del óxido de zinc, para aplicarlo a dispositivos electrónicos. Tanto Nadia como sus mentores, los doctores David Comedi, Mónica Tirado (Infinoa) y el doctor Néstor Katz (Inquinoa) saben que ese desarrollo tiene todo el horizonte por delante, en este siglo XXI en el que la electrónica, la información y las energías renovables mueven el mundo.

- Tu tesis doctoral fue premiada por el Instituto Sábato. ¿ Qué se consideró para que te dieran una mención?

- En el trabajo de tesis se estudian nuevos materiales con nuevas e importantes propiedades para su aplicación en dispositivos electrónicos, como un LED y una celda solar.Y es un tema de gran importancia en estos últimos años ya que la comunidad científica mundial está buscando permanentemente nuevos materiales que reemplacen a los ya existentes o que tengan mejores propiedades, y que además contribuyan al desarrollo de las energías renovables. En este camino, el material que se estudió fue el ZnO (óxido de zinc) que es un semiconductor, lo que nos dice que en ciertas condiciones se comporta como un metal y en otras como un aislante. Este material es muy sensible a la luz en el ultravioleta (UV), se lo puede fabricar en dimensiones nanométricas - ¡ lo que significa que se pueden construir sistemas de este material con tamaños que corresponden a la millonésima parte de un milímetro ! . Además es un material no tóxico y biocompatible. Todas estas propiedades constituyeron el eje de mi investigación. Lo que destacaron es que el trabajo es un aporte al conocimiento y desarrollo de un semiconductor y a su versatilidad para ser aplicado en sistemas conversores de energía, que aprovecha la nanotecnología, y que contribuyen a la problemática global de la energía renovable.

- ¿Qué es la nanotecnología? ¿Cuál es su mayor aporte?

- Es una tecnología que trata de estudiar materiales muy pequeños: a un milímetro lo tenés que dividir un millón de veces. Y está en auge porque los dispositivos que existen hoy han llegado a tamaños mínimo. Y hay que seguir reduciendo para que en un mismo dispositivo tengamos más memoria o más capacidad de conversión de energía.

- Tenés 30 años y ya has hecho un largo camino. ¿En cuánto influyen los maestros en caso como el tuyo?

- Yo lo veo al maestro en David Comedi, en Mónica Tirado, en Néstor Katz y en Silvia Pérez, que cuando yo era estudiante fue la que me abrió las puertas de su laboratorio. Todos esos maestros me estimularon a preguntarme siempre por qué está pasando esto, tanto en la química como en la física. Me guiaron cada uno en su rama, con la principial idea de que, como investigadores, lo principal debe ser el cuestionamiento permanente acerca de qué está pasando con nuestro objeto de investigación. La base es no perder la curiosidad. Como los niños, que después la van perdiendo. También están el ejemplo de la persistencia, la constancia, el esfuerzo y la voluntad.

- Cómo vivís el hecho de ser mujer en las “ciencias duras”?

- Eso vale para sumarle al tema de los maestros. Yo fui mamá la dos veces mientras hacia mi doctorado, y siempre encontré ese apoyo. Por supuesto, la distribución del tiempo no es la misma que cuando una es soltera. Pero todos saben que este es un trabajo “de doble personalidad”: ser mamá y después “disfrazarte de investigador. Cuando tenés familia, el proceso es difícil, pero no imposible. Es cierto que hay una cuestión generacional, que estamos luchando por cosas que no sabíamos que eran derechos. O que nos decían que no podíamos..y con Mónica, que también es mamá, decimos que los hijos, cuando nos ven haciendo lo que nos gusta, están felices. Una, como mujer en la ciencia, debe pensar que también puede ser madre. Hay muchas chicas que por la investigación postergan la maternidad, yo sé que es difícil, pero es posible. En mi caso, por suerte, mi esposo me acompaña; somos muy pares.

- ¿Cómo la ves a la ciencia en la Argentina?

- Este año nos dimos cuenta del mal momento que están pasando tanto la Universidad como el Conicet. Yo finalicé tanto mi carrera de grado como el doctorado con becas nacionales y del Conicet. Sin ese impulso yo no podría haber terminado a tiempo y haber logrado lo que estamos logrando. El gobierno debe entender la importancia de conciliar la educación con la universidad pública, por el aporte que le dan a la comunidad.

- ¿Han tentado a empresas privadas para trabajar juntos?

- En el resto del país hay mucho trabajo para investigadores de las universidades nacionales. Pero en Tucumán es muy difícil. En el año 2015 se hicieron jornadas sobre las “nanopymes”. Se trataba de juntar a empresas locales con investigadores locales. Yo viajé a Oxford para la capacitación en nanometales y nanociencias.Pero no hubo mucha participación del sector privado.

- ¿Qué tienen los investigadores tucumanos para ofrecerle a la parte privada?

- Somos el centro de las universidades del Norte argentino. En las ingenierías se hace mucha investigación. Lo que podemos ofrecer es el know how en tecnología. Muchos de los egresados de la UNT se van a Bariloche o al exterior, indicio del nivel que nos da la UNT. Quizás nos falta tecnología; pero estaría bueno poder retener ese potencial.

- Con el doctor Katz están trabajando en la fabricación de celdas solares con nanoestructuras. ¿ Están empezando a producir?

- Estamos haciendo ciencia básica para futuras aplicaciones. Tenemos los conceptos, las herramientas; armamos un prototipo y probamos tanto la eficiencia como las características de estas celdas. Una vez probado, la idea es proponer a potenciales interesados. Es lo que hace Silicon Valley, arman prototipos y salen a buscar interesados.

-¿ Qué diferencias hay entre las celdas ya en el mercado y las que están desarrolado ustedes?

- Las que están en el mercado son de silicio, con procesos intermedios de fabricación muy tóxicos. Lo que aportamos son nuevos materiales, biocompatibles, más amigables con el medioambiente, que absorban más la luz.

› Nadia Celeste Vega
Tiene 30 años. Licenciada en Física (Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT). Allí ejerce la docencia y la investigación. Becaria posdoctoral de Conicet. Doctora en Ciencias Exactas e Ingeniería. Su tesis doctoral obtuvo la primera mención en esa categoría que otorga el Instituto Jorge Sábato.

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