En La Ciudadela “se volvió natural” convivir con los motochorros

En La Ciudadela “se volvió natural” convivir con los motochorros

23 Agosto 2018

Es una de las arterias más transitadas del barrio La Ciudadela. Decenas de comercios, varios edificios, el estadio de San Martín y la sede del club de básquet Nicolás Avellaneda son parte del paisaje de la Pellegrini. Entre las avenidas Kirchner y Mate de Luna, se extiende a lo largo de 12 cuadras de esa populosa barriada en la que todos cuentan que se acostumbraron a convivir con la inseguridad.

“Pedimos seguridad. Hay robos todo el tiempo y nunca hay policías en las esquinas. Sólo los ves patrullar de vez en cuando. Llegan cuando ya es tarde. A las chicas que vienen a comprar, a veces las atacan apenas salen del negocio. Lamentablemente se volvió natural algo que no está bien”, expresó Verónica Vallejo, quien atiende un drugstore de Kirchner y Pellegrini.

“Hay arrebatos y robos violentos. Incluso aquí hubo una muerte cuando un policía de civil enfrentó a un asaltante”, recordó. Se refiere a un caso registrado en la noche del 6 de febrero, cuando un uniformado ultimó a un adolescente de 17 años. Según la información oficial, el policía se defendió a tiros con una banda de motochorros. Los familiares del muerto, en cambio, negaron esa versión.

Mariana trabaja una panadería ubicada a pocos metros. Cuenta que la mayoría de los robos en esa zona se dan en las paradas de colectivos. “Pasan y les quitan el celular a las chicas que salen de la facultad (al frente se encuentra la Quinta Agronómica). Vivimos con miedo constante porque siempre se ven motochorros”, cuenta.

Por esa arteria circulan -hacia el oeste- las líneas de colectivos 9, 12, 103 y El Provincial.

Enrejados

Sonia Herrera es propietaria de una rotisería de Las Heras al 1.800. La comerciante explicó que hace un mes fue víctima de un escruche. “No nos dejaron ni las empanadas crudas”, resumió. La comerciante contó que los ladrones entraron después de cortar los candados de la puerta principal. “Se llevaron el microondas, la heladera, el televisor y la fiambrera”, enumeró. “Desde las 21 que atendemos con las rejas puestas porque la zona queda muy despoblada y oscura y no hay policías recorriendo las calles; solamente a veces pasan”, explicó.

Juan Maschio es dueño de una distribuidora de Pellegrini al 200, que posee desde hace 34 años. Asegura que tiene “mucha experiencia en robos. Me asaltaron unas 20 veces en estos años”. La última vez fue en la mañana del 19 de junio pasado. Maschio dice que aquel ataque fue tan violento que quedó “con miedo desde ese momento”.

“Eran las 7. Cuando abrí la puerta me dieron un culatazo. Estaban encapuchados. Después me siguieron pegando. Se llevaron el dinero. Aunque quedaron filmados, no se los pudo identificar. Desde ese momento empecé a atender con las rejas puestas por la tarde, porque no hay policías”, recordó el comerciante. “La vez anterior fue peor, golpearon a un cliente y me dispararon. En los dos casos se movilizaban en motos”, indicó.

“De noche está jodida la zona, la verdad que parece liberada. Los arrebatadores no tienen problema de asaltar a mujeres con sus hijos y a ancianas. Escenas así podés ver a cualquier hora”, afirmó Alfredo Pastrana.

Respuesta oficial

“En el cuadrante de La Ciudadela, en Pellegrini, tenemos paradas. También en la Quinta Agronómica. Y hay recorridos. Es una cuadrícula pequeña, desde Alem a Colón se patrulla con las motos. Es cuestión de ajustar esas tareas para dar respuesta”, explicó el secretario de Seguridad, Luis Ibáñez.

“Ya hemos dicho que el motoarrebato es el delito que más nos preocupa, sobre ese problema se rediseñan constantemente las tareas operativas”, agregó.

Denuncias LA GACETA cuenta con un canal directo para que los lectores puedan difundir los hechos de inseguridad los que fueron víctimas. Los datos (que también pueden estar acompañados por imágenes y videos) deben ser enviados vía WhatsApp al número 381-6311910.

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