Los venezolanos llegan con lo puesto a Tucumán: cómo colaborar con ellos

Los venezolanos llegan con lo puesto a Tucumán: cómo colaborar con ellos

Myriam Osteicoechea eligió vivir en Tucumán, en Concepción, porque se enamoró de un tucumano y formó con él su hogar. Pero desde hace cinco años está trayendo a sus familiares de Venezuela para darles una vida mejor. Según la Dirección de Migraciones, en los últimos cinco años se quintuplicó la cantidad de venezolanos en la provincia.

EN CONCEPCIÓN. Myriam junto a los familiares que vinieron de Venezuela y que ella alberga en su casa. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL. EN CONCEPCIÓN. Myriam junto a los familiares que vinieron de Venezuela y que ella alberga en su casa. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.
05 Junio 2018

“Ni siquiera imaginamos cómo se vive ahora en Venezuela”. La voz enérgica de Myriam Osteicoechea se apaga un instante cuando piensa en su país, en su gente. Cuenta que una niña venezolana de tres años recién llegada a Tucumán entró en una crisis de nervios cuando abrieron la ducha para bañarla. “Nunca había visto el agua caer así, sólo se bañaba con jarrito. Pasaron unos días hasta que se acostumbró”, explica. Otra recién llegada, de 13 años, le preguntó si en este país el agua era infinita. Porque en Venezuela les falta hasta el agua.

La ingeniera civil y docente, de 49 años, vive desde hace 17 años en Concepción, donde llegó junto a su entonces esposo tucumano. Hace cinco años, cuando se agravó la crisis venezolana, comenzó a hacer campañas para reunir y enviar medicamentos, sobre todo oncológicos, a su país. Cuando ya no permitieron el envío, siguió donando dinero a diferentes fundaciones. Myriam acortó los más de 4.000 kilómetros que separan Venezuela de esta provincia. Ahora, muchos venezolanos recorren esa distancia hasta aquí.

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En los últimos meses, los venezolanos llegan por goteo a la Argentina, empujados por la crisis económica y política y por la violencia. La oleada migratoria comenzó a sentirse y, de acuerdo con la Dirección de Migraciones, se quintuplicó la cantidad de venezolanos en la provincia en los últimos cinco años. “Es un éxodo masivo”, caracteriza Myriam. Primero, ayudó a sus familiares. Ya son 18 los miembros de su familia que pudo traer y albergar en su casa. Les consiguió trabajo y los ayudó para alquilar departamentos. Ahora hace lo mismo con otros venezolanos que llegan.

Relata que los que arriban lo hacen con lo puesto, después de pasar días viajando en colectivo. Los pasajes de avión son costosísimos para los bolsillos que, en promedio, reciben mensualmente salarios mínimos equivalentes a un dólar.

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Myriam comenzó a juntar alimentos, ropa, colchones. Arma cajas y las reparte entre las familias que la contactan por Facebook. Se las arregla para conseguir algunas donaciones. Hace envíos, mediante viajantes solidarios, dentro de la provincia y a Córdoba y Buenos Aires.

Cómo viven los venezolanos que llegaron a Tucumán para escapar de la crisis

“El viernes estuve en San Miguel de Tucumán para darles ropa de abrigo a algunos. Me partió el alma una mamá que me había pedido para su niño y que fue en sandalias a recibir las cosas. Arribaron hace algunos días y no tienen zapatos. El que se viene está muy mal. Mis hermanas llegaron la semana pasada, ambas desnutridas. La de 40 años está pesando 40 kilos y la de 56 años, también tiene bajo peso. Quiero agradecer que las atendieron en el Hospital de Concepción”, describe. En los últimos cuatro meses, cinco de sus familiares murieron en Venezuela y sostiene que fue por no poder acceder a medicamentos.

Myriam apela a la solidaridad de los tucumanos para poder seguir ayudando. Además de trabajo, los recién llegados necesitan ropa de abrigo y calzado para adultos y niños; colchones, frazadas, sábanas y toallas; muebles y electrodomésticos básicos. “Fui a una empresa y me donaron porotos, así que los estoy repartiendo. Porque con porotos y arroz ya está la comida para el venezolano”, bromea. Para comunicarse con ella, se puede llamar al teléfono 3865578555 o mediante el grupo de Facebook “Grupo de Apoyo a Venezolanos en Argentina - Sin Fines de Lucro”.

Escapar

Cuando vivía en Venezuela, Myriam trabajaba en una empresa petrolera. En 2002, a poco de que el chavismo alcanzó el poder, hubo una huelga a la que se adhirió. “Estoy en la lista Tascón, pedíamos la renuncia del presidente Hugo Chávez. Desde entonces que ni yo ni mi descendencia podemos trabajar en empresas estatales, nos prohibieron”, explica.


“Visualizamos un futuro incierto. En ese entonces nadie nos dio crédito y finalmente todo fue peor”, lamenta.

La lista Tascón -tomó el nombre de Luis Tascón, un diputado señalado por Chávez para difundirla- se publicó en internet y se trataba de las firmas que se recolectaron para avalar un referéndum revocatorio. Luego, se denunció que la nómina fue usada por el Gobierno para discriminar a los opositores.

Repercusión

En el último programa de Panorama Tucumano se emitió un informe sobre los venezolanos que viven en la provincia. Se entrevistó a tres inmigrantes que contaron cómo el hambre, el Gobierno y la violencia los expulsaron en busca de un futuro mejor.

Tras el envío, se multiplicaron los llamados y mensajes que llegaron a la producción para ofrecer trabajo y ayuda.

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