Pacheco, Medina y Piga, las primeras árbitros mujeres en participar del Seven

Al momento de competir pueden estar enfrentadas por los colores, pero a la hora de derribar barreras y conquistar nuevos terrenos, las mujeres forman una sola legión, que sólo busca seguir expandiendo ese ambicioso y joven imperio que es el rugby femenino.

Tras haberse asentado con fuerza en la capital de la provincia y aún más en el interior, lograron anexar otro espacio hasta ahora sólo reservado a los hombres: el Seven de Tafí del Valle. Por primera vez, hubo un partido exhibición entre chicas del seleccionado tucumano. Pero no sólo eso: el estreno incluyó también la presencia de tres árbitras: Ailen Pacheco, Carla Medina y Sofía Piga.

“A mí siempre me llamó la atención el referato, y como este año me voy a vivir a la capital para estudiar Arquitectura, me pareció una buena forma de seguir ligada a este deporte, ya que no quiero jugar en otro club que no sea el mío”, explica Sofía, que hasta 2017 jugó como centro de Alberdi Rugby.

A Ailen, ex hooker de La Querencia, lo que la llevó a inclinarse por el arbitraje fueron ciertas lesiones que le dejaron los deportes de contacto que practicó, como el rugby y el karate. “Lo hice porque eso me iba a permitir seguir creciendo. Como estudio Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Filosofía y Letras, me uní a Lawn Tennis, donde me recibieron así”, grafica Ailen, con los brazos abiertos de par en par. “Por ahora soy la única mujer en el rugby de Lawn Tennis, al menos como árbitra, pero tengo en la cabeza formar un equipo, para que siga creciendo el rugby femenino, porque en la capital no son muchos los clubes donde se practica”, comenta.

El caso de Carla es bastante particular: juega en Coipú, pero no al rugby sino al hockey. “Siempre me gustó mirar rugby y le entendía bastante, más allá de no jugarlo. Y como la sede Centro de la escuela de árbitros de la URT está en Famaillá, decidí hacer el curso”, cuenta Carla, que ya había tenido contacto con la ovalada durante el cursado de la carrera de Educación Física. “Me gusta esa sensación de tener autoridad en la cancha. Creo que tengo carácter para eso”, confiesa.

“Además, el referato femenino es algo nuevo, por lo que no somos muchas todavía y las posibilidades son grandes. Varias de las chicas que se interesan por el arbitraje todavía quieren seguir jugando y eso les impide dedicarse a full”, aporta Sofía.

De todos modos, Ailen aclara que no por ser pocas, el esfuerzo es menor. “Tenés que leer mucha teoría, romperte el cuerpo entrenándote y mirar muchos partidos, desde infantiles hasta mayores, así sumás experiencia”, aconseja quien en seis meses como árbitra ya dirigió todas las divisiones masculinas y femeninas, incluso veteranos.

Cada vez son más

La escuela de árbitros de rugby de Tucumán se divide en tres sedes: Capital (en la URT), Centro (en Coipú, de Famaillá) y Sur (en Aguará Guazú, de Aguilares). Estas últimas dos tienen como profesor y director a Nicolás Kozameth. “Estoy muy feliz con la realidad que esta viviendo el rugby femenino tucumano, no sólo desde el juego, sino desde el impulso que esta tomando el referato. En 2017, el 80% de los alumnos de la escuela Sur y Centro fueron mujeres. Algunas no pudieron terminar el curso, pero lo van a rehacer este año. Y van a aparecer otras, porque al ver que hay chicas dirigiendo, muchas se van a contagiar”, se ilusiona Kozameth.

El curso tiene una duración de tres meses, con dos clases por semana, aunque aún no se definió la fecha de inicio del ciclo 2018.

Las ocho árbitras mujeres que existen hoy en Tucumán son:

- Mirta Cabrera (Cardenales, desde 2010)

- Antonella Domeneh (Aguará Guazú, 2013)

- Camila Posse (Aguará Guazú, 2014)

- Noelia Argüello (Corsarios, 2015)

- Ailen Pacheco (La Querencia, 2017)

- Raquel Lehmann (Aguará Guazú, 2017)

- Sofía Piga (Alberdi Rugby, 2017)

- Carla Medina (Coipú, 2017)