17 Enero 2018
BARCELONA.- Nueva legislatura, la misma tensión. Cataluña entra hoy en otra etapa política con la formación del Parlamento surgido de las elecciones del 21 de diciembre, pero las incógnitas que rodean la cita sugieren que la crisis independentista que sacudió la región y España está lejos de haber quedado atrás.
Meses de escalada entre Barcelona y Madrid, que culminaron a fines de octubre con la intervención de la autonomía de Cataluña por parte del Estado central, parecen haber cambiado poco. El nuevo Parlamento se estrenará hoy con mayoría absoluta independentista y todas las miradas puestas en el mismo protagonista: Carles Puigdemont.
El destituido presidente catalán huyó a Bruselas poco después de que su Gobierno fuera destituido por Madrid el mismo 27 de octubre en que el Parlamento en Barcelona culminó el plan soberanista y aprobó crear una república independiente, un desafío sin precedentes al orden constitucional en España.
Puigdemont pretende ahora que el nuevo Parlamento vuelva a elegirlo presidente, pero para ello afronta un doble obstáculo: ni puede regresar a España, donde sería detenido como imputado por varios delitos vinculados a su plan independentista, ni puede ser investido por el Parlamento a distancia.
La presencia personal del candidato a presidir el Gobierno regional en el debate de investidura es “imprescindible”, dictaminaron el lunes los letrados del “Parlament” en Barcelona, en parte porque debe poder debatir de forma directa con todos los grupos. Un golpe a la investidura “telemática” soñada por Puigdemont.
El informe no es vinculante y los soberanistas ya pasaron por alto la opinión de los letrados en otras ocasiones, pero Madrid adelantó que prolongará la intervención en Cataluña si Puigdemont es investido. “No hay margen para ser presidente a distancia ni por delegación ni por otro tipo de trampa”, zanjó el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy.
Aun cuando desaparecieran esas trabas hasta la investidura, prevista para fines de enero, habría que resolver otro problema. De los 70 diputados independentistas, dos más que la mayoría absoluta, cuatro se encuentran en Bruselas con Puigdemont y tres presos en Madrid por los mismos delitos que se imputan a todo su ex “Govern”.
Los tres detenidos, entre los que figura el ex vicejefe del Gobierno regional Oriol Junqueras, podrían delegar su voto a otro diputado. No así los cinco huidos en Bruselas, señalaron los letrados del “Parlament” en el mismo informe. Y sin esos votos, el independentismo carece de mayoría absoluta.
“Olvídese de presidir la Generalitat”, espetó hoy a Puigdemont la antiindependentista Inés Arrimadas. La candidata del partido liberal Ciudadanos ganó en realidad las elecciones del 21 de diciembre, pero el hundimiento de las otras fuerzas contrarias a la ruptura con España, los socialistas del PSC y el Partido Popular (PP) de Rajoy, la dejaron sin apoyos suficiente para formar Gobierno.
Las elecciones convocadas por Rajoy el mismo día en que intervino la autonomía catalana permitieron por eso otra mayoría absoluta entre las tres fuerzas independentistas: la plataforma Junts per Catalunya de Puigdemont, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) de Junqueras y la antisistema Candidatura de Unidad Popular (CUP).
En medio de esa incertidumbre absoluta, que en caso extremo derivaría en una repetición de elecciones en mayo, el estreno del nuevo Parlamento ofrecerá hoy una primera decisión crucial: la elección del presidente de la Cámara, posiblemente de ERC, y de los seis miembros de la Mesa, el órgano que ordena el trabajo parlamentario e interpreta su reglamento.
El nuevo presidente tendrá 10 días hábiles para convocar la sesión de investidura, que se celebrará así a más tardar el 31 de enero. Cataluña ingresa así hoy en una nueva etapa de alta tensión política que definirá el futuro de la región después de meses de incertidumbre por la crisis independentista. (DPA)
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