Los muertos de Malvinas
Julio Aro, director la Fundación “No me olvides”, relató los años de arduas gestiones que posibilitaron que la Cruz Roja intervenga en el reconocimiento de 123 soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin de Malvinas. Pedro fue uno de ellos; fue encontrado en la zona de combate de Puerto Argentino, y se dice que, contra la derrota inexorable, tuvo un último acto de rebeldía. “Yo no me rindo”, dijo, y murió en combate en la noche del 13 de junio de 1982. Apenas horas antes de la caída de Puerto Argentino. El Segundo Batallón de Guardias Escoceses asaltó a las fuerzas argentinas en Tumbledown, un monte de 228 metros de alto que dominaba la última línea de defensa de esas tropas llegadas el 2 de abril para recuperar las Malvinas. Fueron ocho horas de combate, según testigos de los dos bandos, “el más terrible de la guerra”. Todo esfuerzo fue inútil. Muertos, heridos, gritos de dolor, lamentos, chatarra de armas mortíferas... pero también una leyenda. El soldado Pedro. Sin apellido. Solo en la tormenta, aullando entre relámpagos, en el último acto de su vida, decidió seguir combatiendo más allá de la bandera blanca, de la entrega del arma al enemigo, de asumir su condición de prisionero. Desde luego, lo mataron. Nadie sabe cómo, y no importa. Luchando hasta el último suspiro. Abatido por cohetes antitanque y una última y decisiva bala que partió su cabeza. “Cayó en la ladera Este del monte: La Terraza”. Recién en enero de 1983, medio año después del fin de la guerra, el cuerpo fue hallado por los Royal Pioneers, enterradores civiles. Ellos lo bautizaron “Pedro”. Todos los soldados argentinos caídos ya dormían el sueño eterno, en tumbas todavía anónimas. Más tarde, él sería uno de los 123 aún desconocidos. La implacable investigación jura que Pedro no fue la excepción en la larga noche del monte T. Al parecer, era hombre del Batallón de Infantería de Marina Número 5, Compañía Nácar, con base en Tierra del Fuego, lo definían como “lo mejor del enemigo”. Para derrotarlo fue necesaria la Compañía Left Flank de Guardias Escoceses, artillería naval, misiles, granadas, combate cuerpo a cuerpo. A Pedro le tocó la tumba anónima B-1-15. “En el cementerio Darwin, en la isla Soledad, hay 237 cuerpos, de los cuales menos de la mitad -114- se encontraban identificados con sus nombres, mientras que 123 cuentan con la placa: “Soldado Argentino”. Pedro era de ese grupo, sólo conocido por Dios.
Julio Argentino Gómez
EL BOMBARDEO DE 1955
Esta es la segunda vez que le escribo para referirme a este asunto, tratado en la carta del lector Carlos Drube (16/6). Es cierto que la Casa Rosada fue bombardeada el 16 de junio de 1955. No me consta cuántas bombas cayeron allí, pero si hubieran sido cientos”, como dice el señor Drube, hubieran sido suficientes para demolerla, lo cual no ocurrió. Lo que no dice el señor Drube es que Perón tuvo aviso antes de que los aviones llegaran a la Casa Rosada. Como Presidente en ejercicio y comandante de las fuerzas armadas, su obligación era organizar la defensa del lugar y evacuar a los civiles de allí. En lugar de ello, Perón se fue caminando al Ministerio de Guerra sin alertar a nadie. Esto lo hace partícipe culpable de lo que ocurrió. Que la historia lo juzgue. Pero la verdad debe saberse tal cual fue. Ya es hora de cerrar ese capítulo sangriento de nuestra historia.
Daniel C. Lecuona
Laprida 636
San Miguel de Tucumán
VECINOS INSENSIBLES
Somos conscientes de que en nuestro diario transitar estamos expuestos dolorosamente a ataques de motochorros y afines. Como estos golpes cotidianos forman parte del paisaje, quiero referirme a la insensibilidad de los conciudadanos de Barrio Norte. A mi marido lo atacaron en la puerta del Sanatorio Modelo a las 14 de un sábado; la denuncia se perdió entre devaneos de Oficina de Autores Desconocidos y bien, gracias... la impotencia crece porque, como no hubo una muerte. Pero quiero acentuar mi énfasis en la actitud de toda la gente que rodeaba el hecho, que era numerosa: nadie intervino. Vivo a unos pasos de la plaza Urquiza y estoy acostumbrada a escuchar a amigas y a conocidos que fueron atacados en la plaza o en la pizzería de la cuadra de mi casa y que no intervienen oficiales o civiles en defensa de los desahuciados que perdieron dinero, celulares y la seguridad en sí mismos. Pero no imprimo mi interés en las fuerzas de seguridad, sino en la gente que “mientras no me toque a mí” no defiende a la víctima. En los barrios los vecinos son más solidarios y actuantes y LA GACETA lo reporta cotidianamente. Vecinos del centro y de Barrio Norte: mañana les puede tocar a ustedes, reaccionen.
Isabel Santiago Casbas
TIEMPOS ELECTORALES
“Tenemos que tener cuidado, porque si este Gobierno nacional se animó con el discapacitado, se puede animar con cualquiera; los tucumanos tenemos que estar firmes y unidos” (16/6); “Nos une el rechazo a las políticas de Macri”; “Cano antes de andar haciendo política barata debería trabajar para cumplir las promesas falsas de este gobierno; llevan un año y ocho meses y nada” (18/6). Estas son algunas de las declaraciones del vicegobernador, Osvaldo Jaldo, y con esto me parece que este señor sufre de amnesia. Le pregunto: ¿todas las promesas que hicieron durante 15 años cuando su “gobernador” era el mejor de la historia de Tucumán, dónde están? (Puentes, ferrocarriles, desagües, carreteras, etcétera). Con respecto a lo que dijo de que el Presidente “se puede animar con cualquiera”, no sé lo que quiso decir; me parece que es una falta de respeto a su persona; Macri no es Cristina, no es Alperovich, no es Moreno. No me aparto de que las pensiones para discapacitados no deben tocarse, pero sí estoy de acuerdo en que deben ser investigadas; no se olvide que hace poco este gobierno descubrió 70.000 pensiones a extranjeros paraguayo sque las tenían a cambio de votar a los peronistas “K”. No es nada raro que nos encontremos con otras sorpresas en las de discapacidad. El vicegobernador, como segunda autoridad de la provincia, tiene que repudiar y rechazar a todos los personajes nefastos que se valieron de la pobreza y el analfabetismo para volverse millonarios en un tiempo récord. La pobreza, la inseguridad y la droga son un cáncer que lamentablemente tenemos “no de este gobierno”, sino desde hace 12 años, y no hicieron nada usted y sus amigos. Por eso reto a que tire la primera piedra el que esté libre de culpa y pecado.
María Eugenia Ezquer
Políticos y sindicalistas
De los políticos ni que hablar; las cosas se dicen solas; sólo hay que saber mirar; y los sindicalistas en vez de mandar al frente al pueblo, deberían encadenarse y hacer huelga de hambre en la Casa de Gobierno, para ver si en el peor de los casos hay una solución parcial a la problemática diaria. Lo que sí sabemos es que tienen nivel de vida empresarial, y aún siguen vendiendo humo; y hay gente que les cree.
Rodolfo Gutiérrez
Angel Pisarello
Se cumplen 41 años del secuestro de Ángel Pisarello, un 24 de junio de 1976 la dictadura cívico-militar atentaba contra la vida del dirigente radical, político de raza, demócrata por naturaleza, raudo defensor de los derechos humanos pero de los verdaderos derechos humanos valga la redundancia, garante cívico de presos políticos perseguidos por los verdugos de la junta militar. En su nombre es que algunos radicales todavía reflexionamos mirando a la gente, mientras otros irresponsables sociales quieren hacernos creer que fue una guerra como si eso justificara la muerte , tratando de imitar su acción preferimos estar lejos de los intereses espurios que están de moda solo por la pura ambición personal de ser.
Williams Fanlo
Política de pecheras
¿Hasta cuándo el político Alito Assán seguirá utilizando pecheras identificatorias con su nombre, tanto en las personas como en maquinaria y vehículos? Es lo más burdo en propaganda usar a la gente, y de igual manera tratar de hacerles creer a las personas que él es el que proporciona tal servicio; siendo que es el Estado el único proveedor.
Manuel Banegas
ANGELITOS QUE NO IMPORTAN
El miércoles, ya de noche, detuve mi vehículo en el semáforo de Avenida Mate de Luna y Avenida América. En ese momento saltó a la calzada un angelito, de unos 6 o 7 años de edad, tratando de llamar la atención de los que estábamos detenidos allí con sus simples piruetas sobre el asfalto. Luego se acercó mendicante a las ventanillas, con su carita seria y sucia y su manito extendida rompiendo corazones. No se veía a ningún mayor en las proximidades, aunque seguramente habrá habido alguno. Traté en vano de comunicarme al 102, como otras veces también ante situaciones parecidas. No, los angelitos no interesan a nadie. Tampoco los padres explotadores. ¿Tenemos algún funcionario en algún área que deba ocuparse de la minoridad, los niños, y sus derechos? No parece, y no aparece, salvo, claro está, en las planillas salariales.
Miguel Röhmer-Litzmann
Pasaje Magallanes 2051
Yerba Buena