Atlético aceptó la derrota con clase

La coqueta sala de prensa que habita Pablo Lavallén después de los partidos está a unos 50 metros de la zona donde los jugadores atienden al resto de la prensa. Cuando ambos (jugadores y cuerpo técnico) salen al mismo tiempo se hace difícil para el periodista obtener las dos visiones y aunque esta vez lo hicieron de manera escalonada, las declaraciones de unos y otros fueron muy similares: el equipo volvió a jugar mal y no hubo excusas para justificar la cuarta derrota en fila del equipo.

“Vi lo que vieron todos: un equipo que no tuvo una noche feliz. No entramos en el partido sino hasta los 15 minutos del segundo tiempo y ahí ganamos ritmo”, explicó el entrenador. Claro, a esa altura del partido, Atlético ya perdía 2-0 y no se avizoraba una reacción que llegaría a medias con el gol de Luis Miguel Rodríguez.

“Conozco a la mayoría de los jugadores de San Martín de San Juan y sabíamos de todas sus armas. En el fútbol uno apuesta a ganar sectores de la cancha y no lo hicimos. Ellos estuvieron más rápidos, más concentrados y fueron contundentes”, agregó el DT.

“Tenemos bronca y preocupación. No estamos jugando bien, esa es la realidad. Las ganas y la actitud están pero no estamos jugando bien, eso es lo que pasa”, asegura muy convencido Ignacio Canuto, en sintonía con lo que salía de los baffles que ampliaban la voz de Lavallén en esa sala, a 50 metros de allí.

Sin ideas

Son las conclusiones propias de una racha como la que lleva este equipo aún con la diferencia de nivel de sus rivales: 1-3 ante Palmeiras, 1-2 contra Talleres, 0-3 frente a River y el 1-2 de ayer con San Martín de San Juan. “Jugamos mal, es eso. Si a nosotros no nos salen las ideas y si no jugamos como sabemos se nos complica sea River, sea San Martín de San Juan, sea cualquier equipo”, agrega el defensor.

Cristian Lucchetti no sólo aceptó la derrota sino que le extendió la mano a su rival. “Hay que darle el mérito a San Martín (SJ) que merecen. Jugaron un gran partido y nosotros no lo hicimos como sabemos y podemos hacerlo. Estuvimos imprecisos y cansados, lógicamente”, analizó el arquero que pese a tapar varios mano a mano, terminó recibiendo dos goles y acabó muy expuesto.

“Terminamos yendo a buscar el partido con centros, algo que no nos caracteriza. El partido fue 2 a 1 pero ellos tuvieron chances para que el marcador sea más amplio”, admitió el “Laucha”.

Nadie que estaba dispuesto a hablar parecía que iba a cuestionar la victoria del visitante, de cuyo vestuario salía una música que sonaba a triunfo. Ese que reconocieron jugadores su cuerpo técnico “decano”, como el primero de los pasos que necesita para levantarse de una seguidilla así.