Los camiones autónomos ponen en riesgo el empleo

Los camiones autónomos ponen en riesgo el empleo

Según un estudio del Foro Internacional del Transporte, más de cuatro millones de choferes podrían perder su trabajo, hasta 2030, cuando se extienda el uso de vehículo de carga sin conductor.

TECNOLOGÍA. El uso de unidades autónomas reducirá el nivel de emisiones tóxicas, pero generará un fuerte impacto negativo en el trabajo. TECNOLOGÍA. El uso de unidades autónomas reducirá el nivel de emisiones tóxicas, pero generará un fuerte impacto negativo en el trabajo.
04 Junio 2017

LEIPZIG, Alemania.- Los camiones sin conductores ahorrarán costos para las empresas, reducirán las emisiones tóxicas y mejorarán la seguridad en las rutas, pero también generarán la pérdida de hasta 4,4 millones de empleos en los próximos 13 años. Ante esta situación, los gobiernos deben trabajar en políticas que gestionen la transición hacia la automatización para evitar conflictos sociales, propuso el Foro Internacional del Transporte (FIT), que integra Argentina, mediante un informe.

“El uso de camiones sin conductor podría consolidarse en muchos países en los próximos 10 años. Los rodados de conducción autónoma operan en entornos controlados como puertos o minas”, detalló José Viegas, secretario general del FIT, organización de la cual participan 57 países para abordar la situación de todo el sistema de transporte. La entidad, que actúa como unidad gestora de políticas públicas, desarrolló esta semana, en Alemania, una cumbre anual de ministros del sector.

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“Por otro lado, el informe del FIT señaló que los camiones autónomos podrían resolver la falta de transportistas profesionales. No obstante, se advirtió que estos vehículos podrían reducir la demanda de transportistas entre un 50 % y un 70 % en Estados Unidos y en Europa hacia 2030, con la consiguiente desaparición de hasta 4,4 millones de empleos sobre una previsión de 6,4 millones de profesionales del transporte por carga, añadió el estudio de la entidad internacional.

Ante este contexto, el FIT recomendó a los gobiernos, para gestionar el cambio hacia el transporte sin conductores, la instauración de un consejo asesor de transición que oriente sobre cuestiones laborales. Además, propuso la creación de un sistema de permisos temporales para acompañar el ritmo de adopción de esta tecnología.

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Por otro lado, sugirió que los países establezcan, en escala internacional, estándares, normas de tráfico y normativas para la fabricación de estos vehículos, e instó a continuar con los proyectos piloto vinculados al desarrollo de camiones sin conductor para poner a prueba su desempeño, la tecnología en red y los protocolos de comunicaciones.

“Se efectuaron pruebas en carreteras abiertas en muchas regiones de Estados Unidos y de la Unión Europea. Los fabricantes invierten grandes sumas de dinero en la automatización y son numerosos los gobiernos que revisan activamente sus normativas. Prepararnos ahora para el potencial impacto social de la pérdida de empleos reducirá los riesgos en caso de una transición rápida”, resaltó Viegas, titular del FIT.

Inversiones y legislación

El trabajo sobre camiones sin conductor fue elaborado conjuntamente por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), por la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte y la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU), de la cual es parte la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, en un proyecto dirigido por el FIT, una organización intergubernamental con sede en París, Francia, y adscrita a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“La cuestión de los camiones automatizados no se circunscribe a la esfera nacional, porque deberían poder cruzar las fronteras sin problemas”, analizó Erik Jonnaert, titular de ACEA. Sobre este punto, el directivo puso énfasis en la importancia de la legislación. “Necesitamos estándares, leyes y procesos de ámbito internacional para introducir en las normas de tránsito las excepciones pertinentes para los camiones de conducción autónoma. De lo contrario, corremos el riesgo de enfrentarnos a una amalgama de normas y de reglamentos que podría disuadir a fabricantes y a las empresas de carga a no invertir en este tipo de vehículos”, concluyó Jonnaert. (Télam)

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