Una fiesta terminó con un muerto y varios apuñalados

Todo comenzó en el baño, cerca de las 6 de la mañana de ayer. Allí se cruzaron dos muchachos entre los que hubo un empujón que detonó el odio y generó una batalla entre decenas de jóvenes que habían asistido a una fiesta en una casa de Cebil Redondo. De pronto, los gritos sonaron más fuerte que la música. Hubo golpes y corridas. Entre las trompadas relució la hoja de un cuchillo que primero hirió superficialmente a dos de los que se enfrentaban a su dueño. Luego, le provocó un corte mortal en la ingle a Jorge Daniel Gómez, de 26 años.

Ayudado por sus amigos, Gómez transitó los 100 metros que lo separaban del CAPS de San José por una calle de tierra. Allí quedaron algunas huellas de sus pasos. “Justo en la esquina, debajo de un cartel vial, se pudo ver una chomba ensangrentada. Después se la llevó el personal policial que vino a hacer las pericias. Es raro, esta zona es tranquila”, comentó a LA GACETA un empleado de la delegación de San José, que prefirió no dar su nombre.

Contra los médicos

La herida que tenía Gómez era profunda y de gravedad. Pocos minutos después de su ingreso al CAPS, dejó de existir. Cuando sus familiares llegaron desde el barrio Libertador, recibieron la peor noticia. Según fuentes policiales, algunos de los allegados de la víctima descargaron su frustración con reproches al personal médico del lugar. Pronto llegaron al lugar personal de la comisaría local y de la Regional Norte para tranquilizar los ánimos.

Para los investigadores, el caso está “prácticamente esclarecido”. Luego de hablar con varios de los jóvenes que habían asistido a la fiesta -una especie de after, explicaron ellos- llegaron a la conclusión de que el posible homicida era un muchacho de nombre Santiago. Poco después del homicidio lograron identificarlo. De él sólo se supo que es mayor de edad. También quedó aprehendido un hermano suyo, de 17, que habría participado de la pelea.

Por otro lado, por la tarde, otro joven mayor de edad se presentó en Tribunales. También había sido señalado por los testigos como uno de los que habría formado parte de la pelea. Los tres quedaron privados de su libertad hasta mañana, cuando serán presentados en la fiscalía de turno y el juzgado de Menores. Si las pruebas son lo suficientemente contundentes contra ellos -y la Policía cree que lo son- es probable que se pida la detención de, al menos, el presunto homicida.

El caso quedó en manos de la división Homicidios, a cargo de los comisarios Hugo Cabezas y Sergio Juárez, de la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán.