Por Marcelo Aguaysol
14 Abril 2016
ALFONSO PRAT-GAY. El ministro de Hacienda dijo que el país "ya puede pensar en el futuro". DYN
Para que un cliente sea sujeto de crédito, debe demostrar solvencia. Y eso sucede tanto para el caso de un asalariado, como para una empresa y mucho más para un país. Si no paga regularmente sus obligaciones, es muy factible que la entidad que financia lo incluya en el "Veraz" como cliente de riesgo. Naturalmente, quien va a tomar un préstamo se somete a la calificación y, en muchos casos, no le otorgan el crédito porque no tiene capacidad de pago. O, sencillamente, su historial de conductas irregulares lo condena.
La Argentina transitó ese triste camino desde el momento en que Adolfo Rodríguez Saá proclamara la cesación de pagos en sus pocos días como presidente de una Argentina en crisis, a fines de 2001. El mundo financiero dejó de creer en el país y la dejó sin saldo en la tarjeta de crédito. Entonces, ¿qué significa salir del default? La respuesta es sencilla: pagar lo que se debe y dejar en claro que se puede cumplir con los compromisos financieros hacia adelante, con regularidad. Para eso es necesario reconstruir la reputación como cliente creíble. En eso está trabajando la gestión del presidente Mauricio Macri.
1- ¿Los créditos llegarán de forma inmediata una vez que el Gobierno pague a los "holdouts"?
Es posible que a la Argentina le habiliten cierto margen para endeudarse y que se activen algunas inversiones que, hasta ahora, estaban postergadas debido a la incertidumbre política e institucional del país. Se trata de financiamiento de exploración que tiende a observar cuál puede llegar a ser la conducta financiera del país.
2- ¿Cómo se reconstruye esa reputación?
Las primeras señales que exigen los mercados es que la gestión sea prudente en el manejo de las finanzas. Esto es que reduzca el déficit fiscal de tal manera de liberar fondos para cumplir futuros compromisos. Paralelamente, las entidades prestamistas observarán la evolución de las reservas del Banco Central, con el fin de saber si el país puede pagar regularmente las cuotas de los futuros créditos. E, indudablemente y puertas adentro, el Poder Ejecutivo debe combatir la inflación, de tal manera de no seguir dañando el valor de la moneda local.
3- ¿Cuándo cambiará la calificación de la Argentina?
-Es posible que el país deje de ser considerado fronterizo o insolvente en el mismo momento en que el Gobierno cumpla con el pago a los "holdouts". Al día siguiente de esa operatoria, las calificadoras de riesgos podrían instalar al país uno o dos escalones más arriba, como una señal de confianza. De ese modo, el mercado mirará con otros ojos a la Argentina y asumirá el riesgo de prestarle dinero a largo plazo.
4- ¿Cuál es la meta oficial?
Indudablemente que la gestión de Macri pretende que la Argentina obtenga el "investment grade", esto es el grado de inversión. En otras palabras, esta calificación implicaría una inyección natural y paulatina de dólares hacia inversiones sustentables que no sólo mejorarían la posición fiscal del gobierno, sino también que implicaría mejores condiciones internas para obtener crédito (tasas mas bajas) y generación paulatina de empleo. Pero para llegar a esa meta, según las calificadoras de riesgo, el país necesitaría no menos de cuatro años demostrando calidad institucional y por sobre todo, seguir honrando sus obligaciones financieras, con el pago en tiempo y en forma.
La Argentina transitó ese triste camino desde el momento en que Adolfo Rodríguez Saá proclamara la cesación de pagos en sus pocos días como presidente de una Argentina en crisis, a fines de 2001. El mundo financiero dejó de creer en el país y la dejó sin saldo en la tarjeta de crédito. Entonces, ¿qué significa salir del default? La respuesta es sencilla: pagar lo que se debe y dejar en claro que se puede cumplir con los compromisos financieros hacia adelante, con regularidad. Para eso es necesario reconstruir la reputación como cliente creíble. En eso está trabajando la gestión del presidente Mauricio Macri.
1- ¿Los créditos llegarán de forma inmediata una vez que el Gobierno pague a los "holdouts"?
Es posible que a la Argentina le habiliten cierto margen para endeudarse y que se activen algunas inversiones que, hasta ahora, estaban postergadas debido a la incertidumbre política e institucional del país. Se trata de financiamiento de exploración que tiende a observar cuál puede llegar a ser la conducta financiera del país.
2- ¿Cómo se reconstruye esa reputación?
Las primeras señales que exigen los mercados es que la gestión sea prudente en el manejo de las finanzas. Esto es que reduzca el déficit fiscal de tal manera de liberar fondos para cumplir futuros compromisos. Paralelamente, las entidades prestamistas observarán la evolución de las reservas del Banco Central, con el fin de saber si el país puede pagar regularmente las cuotas de los futuros créditos. E, indudablemente y puertas adentro, el Poder Ejecutivo debe combatir la inflación, de tal manera de no seguir dañando el valor de la moneda local.
3- ¿Cuándo cambiará la calificación de la Argentina?
-Es posible que el país deje de ser considerado fronterizo o insolvente en el mismo momento en que el Gobierno cumpla con el pago a los "holdouts". Al día siguiente de esa operatoria, las calificadoras de riesgos podrían instalar al país uno o dos escalones más arriba, como una señal de confianza. De ese modo, el mercado mirará con otros ojos a la Argentina y asumirá el riesgo de prestarle dinero a largo plazo.
4- ¿Cuál es la meta oficial?
Indudablemente que la gestión de Macri pretende que la Argentina obtenga el "investment grade", esto es el grado de inversión. En otras palabras, esta calificación implicaría una inyección natural y paulatina de dólares hacia inversiones sustentables que no sólo mejorarían la posición fiscal del gobierno, sino también que implicaría mejores condiciones internas para obtener crédito (tasas mas bajas) y generación paulatina de empleo. Pero para llegar a esa meta, según las calificadoras de riesgo, el país necesitaría no menos de cuatro años demostrando calidad institucional y por sobre todo, seguir honrando sus obligaciones financieras, con el pago en tiempo y en forma.
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