Lo balearon para robarle $ 100.000 en la puerta de su casa

Lo balearon para robarle $ 100.000 en la puerta de su casa

La víctima se encuentra fuera de peligro

EL LUGAR. Miguel Saracho señala dónde balearon a su hijo, Antonio. EL LUGAR. Miguel Saracho señala dónde balearon a su hijo, Antonio.
14 Abril 2016
Dos asaltantes hirieron de un disparo en el pecho a Antonio Saracho y luego le robaron $ 50.000 a él y la misma suma de dinero a su padre, Miguel Saracho, que presenció el asalto. El hecho ocurrió ayer a la madrugada, frente a la casa de las víctimas.

Cerca de las 5, padre e hijo salieron de su vivienda en Chiclana al 1.500 para esperar en la vereda a un taxi que los iba a llevar hasta el Mercofrut, donde trabajan ambos. Llevaban el dinero para comprar mercadería para su puesto.

“Mientras esperábamos pasó una moto muy despacito por la calle, frente a nosotros. Después pasó un auto grande, no recuerdo el modelo, con vidrios polarizados. También despacio, como mirando qué pasaba. Cuando llegó a la esquina, el auto hizo dos o tres aceleradas en punto muerto. Creemos que fue una señal, porque inmediatamente los dos motociclistas se nos vinieron encima”, contó Miguel. Su hijo, el que recibió un balazo, prefirió no hablar.

“Antonio vio que el de atrás se nos venía encima y lo quiso ‘primerear’. Cuando estuvieron cerca, les pegó una trompada que los hizo caer a los dos motociclistas. Después del asalto nos dijo que lo había hecho para que yo tuviera tiempo de entrar a la casa”, agregó el padre. Su hijo también cayó. Al acercarse a los asaltantes para golpearlos, la moto se lo llevó por delante.

En ese instante, con los tres hombres tirados en la calle, el padre atinó a abalanzarse sobre los asaltantes, pero un segundo después se frenó en seco, cuando uno de ellos sacó una pistola y realizó un disparo.

“El tiro le dio a mi hijo en la zona del tórax y salió por la espalda. Iba a tirar de nuevo pero yo le grité que parara, que ya no hiciera más daño. Saqué los $ 50.000 que tenía y se los tiré. Mi hijo tenía la misma suma y también se las dio”, relató Antonio.

Con el dinero en sus manos, los asaltantes tomaron la moto pero les costó arrancarla, por lo que fueron hasta la esquina caminando. Allí, después de darle un par de patadas al rodado, lo encendieron y huyeron.

Las víctimas no les pudieron ver las caras porque tenían casco. Sin embargo, sí pudieron distinguir otro detalle. “Tenían botines y pantalones de Policía”, confió Miguel. Antonio fue llevado al Hospital Padilla donde le dijeron que la bala no había tocado órganos vitales. A las 10, le dieron el alta.

En cuanto al asalto, el padre piensa que fue una entregada. “No solemos tener esta suma de dinero siempre. Creemos que alguien lo pudo haber escuchado en el Mercofrut. Otra cosa rara fue que, al llegar a hacer la denuncia, los policías ya sabían cuánta plata nos habían sacado”, concluyó.

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