El escrutinio final benefició al menor de los Nájar

Se sabe, los rostros hablan. Y a veces lo hacen en un tono tan enfático que no deja lugar a dudas. Ocurrió ayer en los derredores de la sede de la Junta Electoral Provincial (JEP), de Mendoza 1.050. Las caras de los hermanos Adriana y Carlos Nájar trasmitían mensajes antagónicos: mientras ella, dentro del edificio, mostraba un gesto adusto, con poco margen para una tibia sonrisa; él carcajeaba en la calle, en medio de sus partidarios, que no paraban de cantar.

El escrutinio definitivo para la categoría Intendente de Las Talitas fue seguido por las huestes de uno y de otra hermanos como quien sigue una carrera de turf que prenuncia final de foto. Y tuvo de todo, incluso, la nulidad de la urna N° 3.388. Finalmente, el menor de los hermanos salió a la calle entre abrazos de talitenses que lo votaron y que militaron por él.

“No voy a hacer declaraciones; soy muy respetuosa de los números, y aún no tenemos datos”, se excusó la legisladora cuando LA GACETA le pidió su opinión sobre el resultado del conteo final.

La campaña electoral no había sido armoniosa en Las Talitas. Carlos -preside el Concejo Deliberante- había atribuido la quema de autos de seguidores suyos al sector que quería que la legisladora suceda a su esposo, el intendente Luis Morghenstein. A su vez, a horas de la elección, cuando no había iniciado el escrutinio final del Oeste, Adriana salió a proclamarse electa, con una solicitada en LA GACETA.

Carlos sí aceptó hablar. “De hace mucho tiempo no tengo comunicación con Adriana. Durante la campaña jamás respondí chicanas ni nada. Siempre apostamos a un proyecto de crecimiento de Las Talitas. El análisis de cómo continuará dependerá de ellos. La mía es una decisión política tomada, de no apoyar, bajo ninguna circunstancia la forma que tuvieron de administrar; tengo grandes divergencias”, manifestó el intendente electo, de acuerdo a los guarismos.

Según señaló, el resultado lo ubicaba por encima de su hermana, por más de 250 votos. “Las 109 mesas fueron escrutadas. Todas las actas tanto de nuestros fiscales como de los de distintos espacios políticos, ya venían refiriendo este número. Quiero agradecer el trabajo, totalmente transparente, de la junta: se garantizó el voto popular”, afirmó. LA GACETA le preguntó si esa urna anulada no podía abrir la posibilidad de que se convoque a comicios complementarios, debido a la diferencia de votos. “Técnicamente es imposible. Estamos hablando de la anulación de una sola urna, y el promedio de votantes por mesa osciló de 200 a 300, y nosotros ya estamos superando los 250 de diferencia. No es voluntad de hacer complementaria”, dijo. Subrayó que las actas de la urna anulada le daba vencedor por sobre su hermana, por alrededor de 30 votos. ¿Cómo será la relación con el Concejo Deliberante?, se le preguntó. “De 10 concejales, cinco responden al actual oficialismo; tres son de mi espacio, y dos, del Acuerdo para el Bicentenario. Todo se hará sobre la base del diálogo que vamos a construir. Cada concejal representa a un sector de la sociedad, y debemos estar en diálogo permanente, por la sociedad talitense”, respondió.