Por Miguel Eduardo Décima
28 Junio 2015
POSTAL. El golero José Fernández vuela sobre Alejandro Montiel para atrapar una pelota ante la presencia de Lucas Chacana. la gaceta / foto de antonio ferroni
San Martín sigue sumando puntos y se acerca cada vez más al objetivo prioritario: clasificarse para la ronda final del Federal A. Sin que le sobre nada, pero merecidamente, le ganó 1-0 a San Jorge en un partido con escaso vuelo técnico.
Pocas veces como en esta oportunidad se dieron varios factores para que los casi 5.000 espectadores que estuvieron en Central Norte se hayan ido a sus hogares con la sensación de un pobre espectáculo. Primero: la tarea de Luis Lobo Medina dejó mucho que desear. El árbitro careció de personalidad para manejar un partido donde se luchó más de lo que se jugó. Segundo: se puede decir que un campo como el de los “cuervos” está lejos de ser el aconsejado para practicar este deporte. Tercero: las cinco expulsiones que se registraron terminaron desdibujando el encuentro.
Si a esos factores se les agrega que a los protagonistas no se les cayó una idea futbolística a lo largo de los 90 minutos, se producirá el combo exacto para justificar el porqué de un partido chato que dejó más cosas en el debe que en el haber.
Por cómo comenzó el encuentro, pareció que San Martín no tendría inconvenientes en hacer prevalecer su juego ante un adversario que salió al campo de juego con la intención de luchar cada pelota como si fuera la última. Pero ese dominio territorial de los “santos” no se traslucía en jugadas de peligro para la valla defendida por José Fernández.
Con el correr de los minutos, el “santo” entró en el juego que le proponía San Jorge. El trámite se tornó friccionado y sin claridad en la elaboración. El único tanto del partido llegó a los 38 minutos, cuando Lucas Chacana, con el arco a su disposición, estableció el 1-0.
El complemento fue un cúmulo de imprecisiones por parte de los dos equipos. A esto se le debe agregar las expulsiones que terminaron desvirtuando un espectáculo que decepcionó a quienes fueron con la idea de disfrutar de una linda tarde sabatina y se fueron extrañando los mates y el bollo que dejaron en la casa. Esta vez, los protagonistas quedaron en deuda.
Pocas veces como en esta oportunidad se dieron varios factores para que los casi 5.000 espectadores que estuvieron en Central Norte se hayan ido a sus hogares con la sensación de un pobre espectáculo. Primero: la tarea de Luis Lobo Medina dejó mucho que desear. El árbitro careció de personalidad para manejar un partido donde se luchó más de lo que se jugó. Segundo: se puede decir que un campo como el de los “cuervos” está lejos de ser el aconsejado para practicar este deporte. Tercero: las cinco expulsiones que se registraron terminaron desdibujando el encuentro.
Si a esos factores se les agrega que a los protagonistas no se les cayó una idea futbolística a lo largo de los 90 minutos, se producirá el combo exacto para justificar el porqué de un partido chato que dejó más cosas en el debe que en el haber.
Por cómo comenzó el encuentro, pareció que San Martín no tendría inconvenientes en hacer prevalecer su juego ante un adversario que salió al campo de juego con la intención de luchar cada pelota como si fuera la última. Pero ese dominio territorial de los “santos” no se traslucía en jugadas de peligro para la valla defendida por José Fernández.
Con el correr de los minutos, el “santo” entró en el juego que le proponía San Jorge. El trámite se tornó friccionado y sin claridad en la elaboración. El único tanto del partido llegó a los 38 minutos, cuando Lucas Chacana, con el arco a su disposición, estableció el 1-0.
El complemento fue un cúmulo de imprecisiones por parte de los dos equipos. A esto se le debe agregar las expulsiones que terminaron desvirtuando un espectáculo que decepcionó a quienes fueron con la idea de disfrutar de una linda tarde sabatina y se fueron extrañando los mates y el bollo que dejaron en la casa. Esta vez, los protagonistas quedaron en deuda.
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