Padura les pone voz a las tribulaciones de los cubanos

Padura les pone voz a las tribulaciones de los cubanos

El escritor recibió uno de los galardones más importantes de la literatura en español. Elogio de la independencia.

11 Junio 2015
Isaac Risco - Agencia DPA

A Leonardo Padura no le gusta que le pongan la etiqueta de ser un escritor crítico con la política de su país, pese a que su obra describe a menudo el desencanto y los problemas de la sociedad cubana contemporánea. “A veces, esas etiquetas reducen al escritor”, dijo Padura ayer tras haber sido condecorado con el Premio Princesa de Asturias, uno de los galardones más importantes de las letras en español. “Yo soy un escritor que escribe sobre una realidad, que es la cubana”. Esta es, a secas, la forma en la que prefiere verse definido el novelista habanero.

No es la primera vez que Padura (La Habana, 1955) se queja de esa percepción. Desde su despegue con “El hombre que amaba a los perros”, en 2009, el escritor y periodista es celebrado internacionalmente como una voz crítica con el gobierno de los Castro. Sus libros, además, son un espejo que describe sin tapujos los problemas de la isla. Su principal figura, el detective Mario Conde, es un personaje al que los reveses del destino han vuelto descreído y cínico. “Creo que todas mis novelas y mis cuentos tienen una fuerte mirada social”, dice Padura, quien se ve como alguien que da voz a las tribulaciones de sus compatriotas.

El jurado que le concedió el Princesa de Asturias lo elogió como un indagador de lo culto y lo popular, y como un intelectual independiente.

Las obsesiones con las frustraciones de su generación son también tema de uno de sus últimos trabajos, el guión de la película “Regreso a Ítaca” (2014) en el que colaboró con el director francés Laurent Cantet. Narra el reencuentro de un grupo de amigos que deploran su fracaso actual al recordar sus sueños de juventud.

Las lecturas políticas, sin embargo, no son parte esencial de su obra. “Yo trato de que la política sea un componente que pongan los lectores”, afirma.

Sus libros le han traído críticas, pero considera que su país ha cambiado en relación con los tiempos en los que se marginaba a los intelectuales (por ejemplo, el “quinquenio gris” de la década del 70). “En los años 70 era imposible; en los 80, difícil, y en los 90 comenzó a ser posible”, resume Padura en referencia a la difícil relación entre los Castro y los intelectuales. Hoy existe un margen mayor para expresar críticas.

Padura, que se dio a conocer en la isla con las novelas policiacas y que recibió en 2012 el Premio Nacional de Literatura, se muestra satisfecho de que todos sus libros hayan sido publicados en Cuba. Sólo lamenta que las tiradas no satisfagan la gran demanda de los lectores.

Formado como periodista en el diario “Juventud Rebelde”, publica también esporádicamente reflexiones críticas con la actualidad cubana. El escritor ha recibido, entre otros galardones, el premio de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en 1993, el Café Gijón (1995), el Dashiell Hammett (1998), el de Periodismo Cultural José A. Fernández Castro y de la Crítica Literaria (2005), y el Roger Caillois en 2011.

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