Mostraron clones de papa y variedades de quinua y poroto pallares

Mostraron clones de papa y variedades de quinua y poroto pallares

La Eeaoc y empresas del sector realizaron un Día de Campo en Las Estancias, en la finca Pucará. Los expertos pidieron utilizar, en papa, sólo materiales fiscalizados

16 Enero 2015
Unos 200 productores de Tucumán y Catamarca asistieron días pasados a un “Día de Campo de Papa” en Las Estancias de la vecina provincia, organizado por la Sección Horticultura de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) y la Empresa Agroquímica Alberdi, con el auspicio de la Asociación de Productores de Papas Pucará (Apropap) y la Asociación de Productores de Papa Semilla de Tucumán (Apase). Durante la jornada, realizada en el campo del Pucará en la finca de Francisco Vargas, se presentaron clones avanzados de papa y variedades de ‘poroto pallares’ y ‘quinua’, junto con charlas sobre los productos de última generación de las empresas auspiciantes, además de exhibición de maquinaria y tecnología de avanzada sobre agricultura de precisión, empleo de piloto automático y realización de relevamientos topográficos con empleo de ‘drones’.

Durante la apertura hablaron Héctor Palazzo, de la oficina regional NOA del Inase (Instituto Nacional de Semillas); el director técnico de la Eeaoc, Daniel Ploper; Ramiro Lobo (jefe de la Sección Horticultura); Daniel Sánchez, directivo de Apropap; José Manuel Paz, presidente de Apase; y Juan José Vargas, de Agroquímica Alberdi.

Recordó Palazzo que Tafí del Valle y Las Estancias son, desde la década de 1970, zonas protegidas, e instó a que los productores trabajen con materiales fiscalizados: “Es la única manera de preservar las características de estos valles y la producción de semillas de calidad”, dijo. “Queremos que los productores sepan qué hacer en cuanto a la fiscalización obligatoria. Solamente puede producirse papa de determinadas características, para evitar que Tafí del Valle y Las Estancias pierdan la potencialidad y el valor agregado de productores de papa de alta calidad”, añadió.

Una norma de fiscalización posibilita que la sanidad mejore en el conjunto de un cultivo; en papa, pudimos eliminar los análisis de PVS (Potato Virus S, un virus leve que sin embargo disminuye la producción) y Pseudomonas solanacearum. Son enfermedades que hoy no inciden en los cultivos de la región, porque la primera está en muy pequeña proporción y no se halló Pseudomonas. Haber eliminado esos análisis implica una disminución en los costos gracias al cumplimiento de una norma. Para eso sirve la fiscalización de un cultivo”, puntualizó Palazzo. Añadió que “la actitud de los productores (frente a la norma) es variada. Hay algunos que compran, por caso, papa fiscalizada en Mendoza, pero no cargan el camión completo; luego pasan por Córdoba, donde adquieren ‘semillón’, que no es papa consumo sino un derivado; un subproducto que debería venderse para otros fines y no ser usado como semilla. El Inase está para evitar que estas cosas sucedan”.

A su turno, Ploper dijo que “desde los ‘70, cuando se logró, primero en Tafí del Valle y después en Las Estancias, contar con áreas diferenciadas para la producción de ‘papa semilla’, pudimos cortar la dependencia de las importaciones del tubérculo. Esto implicaba el gasto de millones de dólares para traer papas originarias. Gracias a las innovaciones tecnológicas y al cumplimiento de las normas se pudo cambiar esa situación”.

Sánchez y Paz coincidieron en preservar la zona. “Apoyamos estamos medidas, porque son favorables para la producción y venta de semillas”, aportó el primero, mientras que Paz mencionó que “hace falta continuidad en los controles sanitarios, porque de nada sirve hacer las cosas bien durante un año o dos. Todo el tiempo hay que ser estricto y aplicar las normas, porque si nos distraemos e ingresan materiales no fiscalizados, cualquier zona queda expuesta a riesgos”.

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