Zecca pide a los parlamentarios que rechacen el aborto legal

“Ante la noticia de que posiblemente será tratada la cuestión del aborto en el Congreso de la Nación siento el deber de expresar, como pastor de la Iglesia de Tucumán y como ciudadano argentino, que el valor de la vida humana, constituye el derecho fundamental sobre el que, luego, pueden mencionarse otros”, manifestó el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca.

“La Iglesia, desde la fe y el derecho natural, ha defendido este valor supremo siempre. Tanto el niño inocente, por nacer, como la madre que lo engendró, deben ser protegidos, custodiados. La mujer desprotegida y desorientada debe ser acompañada, amada, ayudada, para que pueda llevar su embarazo a término y, en todo caso, después, se encuentre en condiciones de decidir, libremente, si criará a su hijo o lo dará en adopción. Esto es lo que el Estado -que no es dueño de la vida de nadie- debe garantizar. Los legisladores, por su parte, no pueden ignorar la grave responsabilidad que pesa sobre sus conciencias si apoyan una ley que haga lugar al crecimiento de la cultura de la muerte y del “descarte”, añadió el magistrado de la Iglesia tucumana.

Tanto la jeraquía de la Iglesia Católica como organizaciones cercanas a la institución eclesiástica fijaron posición sobre el tema que el próximo martes, en la Comisión de Legislación Penal del Congreso de la Nación, se discutirá la despenalización del aborto irrestricto a través de la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Según la ONG “Tucumanos por la vida”, en el ámbito provincial se discute también en estos días la eventualidad de convertir en ley provincial la “Guía de Abortos No Punibles”.

En el contexto de esa confrontación, monseñor Zecca afirmó que “no es sólo en el ámbito de la vida por nacer donde se alientan principios que privan al hombre de su primer y elemental derecho a vivir”. “También lo vemos cuando, lejos de trabajar en la prevención de la drogadicción y en el combate contra el narcotráfico, se alienta, por el contrario, la despenalización del uso de ciertas drogas ignorando que el derecho crea costumbre y acaba, finalmente, por legitimar conductas aberrantes”.

“Nuestras familias deben ser protegidas. Los jóvenes deben ser educados y a todos debe garantizarse la inserción real en la sociedad de la que nunca serán auténticos ciudadanos si se les niega la formación necesaria para cumplir sus deberes y ejercer sus derechos”, remarcó.

De la educación sexual

En un documento que lleva su firma, el arzobispo de Tucumán también criticó los contenidos de Educación Sexual que se impulsan para todo el país desde el Ministerio de Educación de la Nación. “Es de lamentar que los contenidos que proceden del Ministerio de Educación de la Nación en materia de educación sexual atenten, precisamente, contra la vida, presenten modelos distorsionados de familia, y promuevan, en general, valores que sólo sirven para alentar conductas que profundicen la grave enfermedad que padece nuestra sociedad y que se expresa muy evidentemente en estos ámbitos”.

“La Iglesia nunca cesará de anunciar el Evangelio de la vida y será celosa del cumplimiento de este deber fundamental por parte del estado y de los ciudadanos. Con respeto y humildad, pero con absoluta firmeza, quiero llamar a la conciencia a los legisladores y a los ciudadanos. La vida es un don de Dios y nadie -por ninguna razón- puede decidir sobre la vida propia o la ajena. Si este principio fundamental se viola la sociedad simplemente se desmorona”, remarcó.