"Falta que se animen más chicas"

Carlos Salado, director de la Escuela de Árbitros de la Liga Tucumana de Fútbol, tiene un sólo objetivo en mente: multiplicar la presencia femenina en las aulas. “Ahora tenemos nueve chicas de un padrón de 90 jueces. Pero necesitamos muchas más”, explica en una charla con LG Deportiva.

El formador asegura que el arbitraje femenino en el país está creciendo. “Pero el problema es que esto se nota mucho más en Buenos Aires. En el interior necesitamos más chicas. Tenemos muchas ganas de formar más candidatas para que se vayan formando en los torneos de fútbol femenino y después vayan ascendiendo en su carrera que no necesariamente debe ser Primera”, comenta.

Salado pone como ejemplo a Stella Maris Álvarez de Olivera que fue la primera árbitro en aprobar el curso nacional y dirigió en la B Nacional. “Es cierto que todavía no controló ningún encuentro en la máxima categoría, pero dirigió en Juegos Olímpicos y en mundiales femeninos”, comenta y también citó a Salomé Di Iorio otra jueza que llegó a las competencias internacionales representando a la AFA.

“Nuestra esperanza es Leyla Argañaraz. Le vemos muchas condiciones y espero que el próximo año pueda realizar el curso de árbitro nacional, que le permitirá ir creciendo en su carrera hasta llegar a ser internacional en 2016”, explica Salado que considera que antes de fin de año podría haber tres tucumanas en condiciones de dirigir encuentros en la provincia.

El ex árbitro, que llegó a dirigir en Primera, sostiene que será muy importante para el fútbol tucumano tenga una terna femenina, pero aún falta. “Necesitamos más chicas para equiparar lo que ocurre a nivel nacional. Se tienen que animar”, concluye.