Sin acuerdo salarial, la sanidad resolvió ir al paro

Sin acuerdo salarial, la sanidad resolvió ir al paro

La ronda de discusiones salariales quedó cerrada, y los seis gremios de la sanidad deberán resolver el martes si aceptan el aumento del 30%, con un piso salarial de $ 6.000. La propuesta del Gobierno apenas varió desde la última reunión. La mayoría de los sindicatos deslizó que el acuerdo está cerca, pero ATSA resolvió parar el próximo lunes y martes Bajada

BOMBOS Y CARTELES. Integrantes de ATSA y del Sitas manifestaron en Casa de Gobierno. Debieron permanecer separados por dos cordones policiales la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso BOMBOS Y CARTELES. Integrantes de ATSA y del Sitas manifestaron en Casa de Gobierno. Debieron permanecer separados por dos cordones policiales la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
29 Marzo 2014
“No hay acuerdo. Vamos al paro”. Con estas dos frases, Reneé Ramírez, secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), rompió la previsibilidad de lo que -se estimaba- sería una última jornada de negociaciones salariales tranquila. Representantes de tres gremios de trabajadores de la salud habían pasado antes por la mesa de discusiones y se habían mostrado relativamente conformes con la propuesta del Gobierno. Se esperaba que ATSA se manifestara en igual sentido, pero Ramírez sorprendió a la prensa, a los demás gremialistas y hasta al propio ministro de Salud, Pablo Yedlin.

Las paritarias de los trabajadores del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) quedaron cerradas, aseguraron los gremialistas, y el próximo encuentro se realizará el martes. En esa oportunidad, los gremios firmarán o rechazarán la propuesta. La quinta -y última- ronda de reuniones se celebró ayer en Casa de Gobierno. En representación del Poder Ejecutivo (PE), el ministro de Economía, Jorge Jiménez y de Gobierno, Edmundo Jiménez, recibieron junto a Yedlin y al secretario Ejecutivo Médico del Siprosa, Fernando Avellaneda, a los dirigentes gremiales en diferentes turnos. Mientras, en la entrada de calle San Martín, manifestantes del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas) y de ASA protagonizaban una ruidosa protesta. Ambos grupos permanecieron separados por cordones policiales, e incluso hubo un momento de tensión cuando uno de ellos volteó una valla y se acercó al otro.

Los primeros sindicalistas en entrevistarse con Yedlin habían dejado entrever que la firma del acuerdo estaba cerca. Los representantes del Sitas (considerado uno de los gremios más exigentes) habían calificado a la propuesta de “bastante superadora“. Sin embargo, pasado el mediodía, Ramírez anunció: “estamos de paro a partir del lunes”. El dirigente aseguró, primero, que se les había ofrecido un piso salarial de $ 5.700, pero más tarde el ministro Yedlin lo negó: “hemos ofrecido a todos $ 6.000”. Ramírez, que comenzó las negociaciones reclamando ese monto, advirtió: “ahora queremos $ 6.500”. El ministro adelantó que se descontarán los días de paro. Los demás gremios no confirmaron su adhesión, aunque Sitas y Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) recordaron que sus afiliados ya se encuentran manteniendo un quite de colaboración.

La propuesta del Gobierno no varió mucho desde la última reunión, celebrada el martes: un aumento escalonado del 30% (18% en abril y 12% en agosto y un piso salarial de $ 6.000). Sí se avanzó en el ítem “recupero de costos” (pagos por atención a pacientes con obra social). Según el Sitas, esta vez la oferta fue “bastante satisfactoria”, aseguró su titular, Adriana Bueno. “Con este ofrecimiento no vamos a correr adelante de la inflación, pero sí a la par”, auguró. Si bien la oferta quedó por debajo de lo reclamado por Sitas (pedían un piso de $ 6.300 para la categoría más baja; y $ 10.800 para la más alta; y les ofrecieron $ 6.000 y $ 9.900), Bueno destacó que el proyecto no “achata” la pirámide salarial. Agregó que la proposición será evaluada el lunes en asambleas de bases en los hospitales, y el martes en una interhospitalaria. Ana Ruiz, en representación de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), se manifestó en un sentido similar. Anticipó que la propuesta será analizada por los trabajadores antes de firmar el acuerdo el martes. “No estamos tan desilusionados con la propuesta, aunque nos tendrían que aumentar el escalafón horizontal. Por otro lado nos dijeron que, en esta gestión, la ley de carrera sanitaria no va a ser modificada porque no hay plata”, destacó.

Luis Allori, titular de la Asociación de Médicos Empleados (AME), adelantó si el Gobierno ofrece dos puntos porcentuales más en el ítem “aporte social”, el martes se firmará el acuerdo. “Ya habíamos conseguido el aumento del seguro de mala praxis a partir de junio, y de la zona desfavorable y muy desfavorable. De esa manera, superaríamos los $ 10.000 para el médico que recién se inicia”, destacó. Noemí Díaz, representante de Sindicato Único de Médicos Argentinos (Sumar), coincidió con Allori. “Estamos muy cerca de llegar al acuerdo”, sentenció. En tanto, los representantes de la UPCN no fueron atendidos, aseguró su secretario de Negociaciones, Francisco Osorio, y el encuentro con el gremio quedó postergado para el lunes. “Nos pospusieron porque sabían que no íbamos a firmar”, remarcó el gremialista.

Yedlin, sin embargo, dijo estar esperanzado en que el acuerdo salarial se firme la semana que viene. El ministro adelantó que durante los próximos días se mantendrán “reuniones técnicas” para trabajar sobre los detalles que se agregarán al acta. Yedlin atribuyó la decisión de ATSA de ir al paro a la “ansiedad” de los trabajadores. “Es que la gente necesita el aumento. En definitiva, son nuestros empleados quienes han generado el cambio en el sistema de salud pública y han mejorado los indicadores sanitarios”, destacó. Por último, explicó que, debido a que ya se están liquidando los sueldos de marzo, el aumento seguramente se otorgará en una planilla adicional.

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