Atlético: Música para sus oídos

Atlético: Música para sus oídos

Afuera suena Alkalá y en la cancha Bianchi y Cía. Cantan con estilo propio.

CON SU AMIGA. Bianchi no le saca la mirada a la pelota. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA CON SU AMIGA. Bianchi no le saca la mirada a la pelota. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
03 Noviembre 2013
La salida del vestuario en casa de Patronato es a todo volumen. Atlético cantó dentro y fuera de la cancha; fue patrón en rodeo ajeno y su premio fueron tres puntos de oro, en aquel capítulo 7 de la B. Pasaron varias fechas desde aquel 1-0 con la firma de Martín Morel, el dueño de la música en el rectángulo (metió un zapatazo tremendo) y también en el camarín "decano".

Las letras del Nolberto de Alkalá eran y son algo así como el padre nuestro de cada día en la concentración de Atlético. Hay una explicación, más allá de los gustos. Hay amistad con Nolberto. Principalmente con Morel. Después del 1-1 con Boca Unidos (fecha 9), en Corrientes, el enganche les presentó a su compinche a varios de sus compañeros de fila. Uno de ellos fue Bruno Bianchi, que hoy se ríe ante la pregunta de cómo nació la relación con el cantante popular.

"No, no, hablá con Martín, Martín fue quien nos presentó", intenta excusarse el central y deja expuesto su lado desconocido: la timidez. Bianchi prefiere hablar con la pelota, así como el resto de sus amigos en la zaga, una de las mejores del torneo, en cuanto a números, efectividad, claridad para cuidar los dominios del arquero (Lucchetti o Calviño) de turno y rendimiento de sus partes.

Igual, la gambeta del stopper no surte efecto. "Fue en Corrientes, allí nos lo presentó y pegamos buena onda", resume con lo justo y necesario el encuentro con Alkalá y regala media sonrisa, al igual que cuando recuerda su paso por la A. Nunca fue cholulo, digamos. "Ja, hay amigos en el ambiente, la mayoría del fútbol. Pasás noches y días con ellos. Igual, mis amigos amigos están en San Nicolás".

Hay un detalle que marca a Bianchi y no precisamente tiene que ver con el baile. En su bíceps izquierdo lleva un as, una carta. "Tengo un amigo en San Nicolás, es tatuador. Previo a un partido con San Lorenzo me tiró la idea de llevar conmigo un as bajo la manga. Me dijo que me iba a traer suerte; yo venía medio bajoneado. Gracias a Dios fue así", se libera de emoción Bruno cuando recuerda el golazo que marcó con la camiseta de Unión, allá por noviembre de 2012, en el fútbol de Primera. Estilo delantero de elite, tras un córner pasado, entró suelto al área grande y remató fuerte al palo izquierdo. Golazo y festejo personal. Luego el "ciclón" despertó y ganó 4-2.

Fue una alegría a medias al fin y al cabo. Sufrir goles en contra para un defensor son golpes al mentón. En Atlético, en cambio, el presente es otro. "Gracias a Dios nos estamos entendiendo y estos resultados nos levantan la moral como para seguir trabajando sabiendo que estamos por el buen camino, y haciendo las cosas bien", explica haciendo mención al último partido del "decano" contra el líder Banfield, un tsunami acostumbrado a arrasar con todo no supo cómo irrumpir en las costas del "decano".

"Desde la primera fecha demostramos bastante solidez y orden atrás. Algunos resultados no se nos dieron, fallamos, pero sabíamos que podíamos dar vuelta eso y que podíamos disfrutar de esta actualidad", explica con orgullo el nicoleño. Está perfecto. De 14 partidos jugados, la defensa se despidió de ocho sin lamentar conquistas. Una barbaridad. En los otros siete duelos recibió en total nueve golpes. No está mal tampoco. "Es importante tener varios partidos con el arco en cero; también ser una de las defensas menos vencidas. Te da mucha satisfacción como defensor y también por los compañeros", se sincera ante los números el ex "tatengue", y promete no bajar la guardia hoy contra Villa San Carlos, el peor de los 22 planetas con órbita en la B. Apenas sumó cinco puntos de 42 posibles. Aunque parece un trámite, nadie da por sentado nada.

"No, no, estos son los partidos más difíciles. No hay que confiarse, para nada. Para hacer valer el punto contra Banfield hay que ganar sí o sí. Hay que estar concentrados los 90'", dice Bianchi y jura. "No vamos a subestimar a nadie". Entonces, apelando al humor, Bianchi juega con LG Deportiva. ¿Qué tal sería recibir premios por valla invicta? "Creo que el próximo torneo vamos a tener que arreglar así, ja".

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