El arte ya tiene su espacio en la Casa del Bicentenario

Arte, identidad, historia e inclusión. Estos son los cuatro pilares en los que se asienta la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario de Yerba Buena. No se trata, claro está, de pilares de piedra: son más bien columnas incorpóreas pero que tienen una asombrosa proyección social. Es entre estas columnas inmateriales que los artistas encuentran su espacio desde agosto de 2011.

Ubicada en Las Higueritas al 1.800, casi en la esquina con Lobo de la Vega, la propiedad es el primer centro cultural de Yerba Buena. "Fue un largo sueño que se pudo cumplir en agosto de 2011, cuando se inauguró la casa", cuenta María Florencia Ortíz Mayor, directora de Cultura de Yerba Buena. Casi de inmediato, el edificio se convirtió en el núcleo de la movida cultural yerbabuenense. Desde enero, hasta diciembre de 2012 se realizaron más de 70 actividades, entre espectáculos, conferencias, encuentros, exposiciones, capacitaciones, jornadas de educación y ferias de arte, de las que participaron más de 5.000 personas. "Es que la movida cultural de esta ciudad es enorme, pero muchas veces no es conocida por todos. Y nosotros, desde esta casa, intentamos hacer visible lo que para el común de la gente es invisible", declara Ortíz Mayor, artista plástica de destacada trayectoria.

Los talleres
Esta visibilidad tiene que ver también con la intensa tarea que realizan varios artistas en los distintos talleres que se dictan en la casa. El actor Carlos Podazza, por ejemplo, no sólo ofrece clases de teatro para jóvenes y adultos, sino que ha encarado el proyecto de crear el Elenco Municipal de Teatro.

"La idea es formar un grupo de actores para proyectar distintas producciones propias, en el mismo teatro de nuestra casa", agrega Ortíz Mayor. También se dictan talleres de canto folclórico (a cargo de Coqui Sosa), fotografía (Pedro Carrizo), percusión (Sergio "Cabudo" Contreras), tango (María Aguilera), latin jazz (Elías Kern), dibujo y pintura (Rosa Ferre), folclore (José Lezcano), guitarra (Belén Herrera), radio (Griselda Gómez), canto popular (Yenny Alonso), danzas clásicas y españolas (Fabiana Impellizzere) y narración oral (Norma Aparicio).

El teatro
La casa fue creada con el concepto de sala multiespacio, justamente para poder albergar las múltiples manifestaciones del arte de Yerba Buena. Así, por ejemplo, está dotada de una gran sala central que puede funcionar alternativamente como teatro, cine o espacio para exposiciones artísticas. "Este es el primer teatro que tiene la ciudad, con una capacidad para 300 personas, sonido e iluminación propios, dos camarines y una boletería, aportados por el Instituto Nacional del Teatro", cuenta Ortíz Mayor. También posee una pantalla gigante, proyector y reproductor de DVD donados por el Incaa y, en el segundo piso, un pequeño museo sobre la historia de Yerba Buena y habitaciones donde se dictan los talleres.

Uno de los atractivos adicionales de la casa es el gran espacio abierto que dispone en uno de sus laterales, donde se pueden realizar recitales al aire libre, entre otras actividades recreativas. "Asumimos el riesgo de participar y explorar, con nuestra comunidad, nuevas formas de experimentar la cultura, con el objetivo de descubrir nuestra verdadera identidad sin imponer modelos o fórmulas preestablecidas y entendiendo que en nuestro país queda mucho por crear y descubrir. De ahí la importancia de la creatividad en cada una de las acciones que llevamos adelante", señala Ortíz Mayor.

La funcionaria, que es una artista plástica de reconocida trayectoria, incorporó también la dinámica del desarrollo de la creatividad en cada uno de los emprendimientos culturales que programa. "Existe un camino muy extenso que no empieza y termina en las bellas artes, sino que implica un redescubrimiento del arte popular y el deseo de la gente. Es necesario poder expresarse, y nuestro trabajo se enfoca en esto, en colaborar en esta revelación de los deseos individuales y populares que tiene infinitas vertientes. Cultura implica involucrarse con la gente y las problemáticas sociales, porque el arte despierta la conciencia de cada individuo, actúa como signo y germen de la libertad, es el contraveneno de la violencia, la manipulación y la masificación de nuestra sociedad", finalizó.