La picota no dejó vestigios de las tres salas que sólo perduran en el recuerdo

La picota no dejó vestigios de las tres salas que sólo perduran en el recuerdo

PRIMERO. El Rex se creó en 1943. PRIMERO. El Rex se creó en 1943.
02 Enero 2013
Los tres mosqueteros de la calle 25 de Mayo al 300 fueron víctimas de la picota. En la actualidad no quedan vestigios de ninguna de las tres salas.

El 25 de Mayo y el Metro fueron demolidos en 1998. En el amplio predio, que originariamente delimitaba la distribuidora de diarios y revistas Guzmán y Sánchez, hacia el sur, y la casa de la familia de Manuel Posse, al norte, se construyó un hotel de considerable nivel.

El Rex, que se cerró en 1991, en 1994 fue remodelado para albergar la sucursal de una firma dedicada a la venta de electrodomésticos. Pero en 1987 ya había sido rentado a Honorio Abdenur, que lo cerró en 1991 y se llevó las máquinas al Atlas.

La sala de la vereda Este, al 300 de 25 de Mayo, había sido inaugurada en 1943, por el empresario de la construcción José Moisello, propietario de la empresa Lido & Cia. Un año después, Moisello, construyó el cine Opera en la acera Oeste de la misma calle. Sólo que el proyecto perteneció al arquitecto Gualterio Carminatti.En cambio el 25 de Mayo, que siempre conservó el nombre con el cual fue creado, era de la Compañía Cinematográfica del Norte SA, cuyo principal accionista y verdadero zar del cine en la región NOA, fue Guillermo Renzi.

Moisello transfirió el Opera a la filial Argentina de la Metro Goldwyng Mayer en 1946, que le cambió el nombre por Metro. Después lo compró la Cinematográfica del Norte pero no le cambió la denominación.

Simpleza y radicalización
Tanto el 25 como el Metro se encuadraban en el movimiento de la arquitectura radicalizada - invierte el procedimiento del urbanismo y la arquitectura tradicional-. "Eran evidente la simpleza del gran plano de fachada, la reiteración formal en la gran vidriera que iluminaba el foyer y el diseño de la marquesina que, a su manera, rendía homenaje a un imprescindible elemento del exterior de las salas de espectáculos", resaltaba un artículo de nuestro diario, al referirse a la apertura del Opera-Metro.

"Idénticos cánones seguía su revestimiento -añade la nota- en mármol travertino, muy buscado por su linea sobria, la claridad de la textura y el aire de solidez que imponía a la composición".

En cambio el 25 si bien estaba dotado de los adelantos del Opera (calefacción y aire acondicionado), era una edificación más modesta y sin piso alto. En lugar de mármol, la superficie mural estaba revocada de granito negro.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios