28 Octubre 2012
Ernesto "CHe" Guevara: LA GACETA frente al desenlace en Bolivia
9 de octubre de 1967. Ernesto "Che" Guevara es ejecutado en Bolivia. El sueño de exportar la revolución cubana termina abruptamente. Mucho se dice sobre la caída de "El Che". En esa convulsión, LA GACETA informa con cautela, como si hubiese sabido lo que vendría después.
LA EFIGIE MÁS FAMOSA. Tapa de LA GACETA de la edición del 11 de octubre de 1967; el desarrollo del tema dedicado al guerrillero incluye el retrato icónico que tomó el fotógrafo cubano Mario Korda en un acto en Cuba, en 1960. LA GACETA / ARCHIVO
Fue capturado vivo en la quebrada del Yuro por soldados al mando del capitán Gary Prado. Pasó la noche en una casa de adobe de La Higuera. En la madrugada siguiente, llovieron balas sobre su cuerpo herido. Horas más tarde, un helicóptero trasladó al cadáver hasta Vallegrande (localidad ubicada a 900 kilómetros al sudeste de La Paz). Los restos estuvieron expuestos durante 30 minutos en un lavadero del pueblo. En ese local hubo fotografías, revisaciones médicas y extracciones de huellas dactilares. Luego y sigilosamente, militares bolivianos cortaron las manos al occiso, y lo depositaron junto a otros seis compañeros en una zanja de la antigua pista del aeropuerto de Vallegrande.
El copete resume una historia cuya reconstrucción requirió al menos 30 años de investigación. En el camino quedaron descartadas incontables versiones sobre la muerte de Ernesto "Che" Guevara a la edad de 39 años, mientras intentaba expandir la revolución comunista en Bolivia.
El laberinto comenzó a enroscarse sobre sí mismo el 9 de octubre de 1967, cuando las Fuerzas Armadas del país vecino difundieron el fallecimiento del exlugarteniente principal de Fidel Castro. La noticia fue recibida con cautela en LA GACETA: muchos eran los que habían dado por muerto al guerrillero nacido en Rosario, en 1928, a partir de 1965, cuando este se retiró de la trinchera pública cubana (en el presente, las redes sociales "matan" periódicamente al octogenario Castro, que en 2008 ungió a su hermano Raúl como sucesor en la presidencia de la isla).
"Anunciaron en Bolivia que el 'Che' fue 'Presumiblemente' Muerto", dice -así, con mayúsculas caprichosas y comillas- el título principal de la tapa del 10 de octubre de 1967. Esta primera aproximación al hecho establece el tono prudente del conjunto de la cobertura, que ocupó espacios relevantes de la portada durante las siete ediciones siguientes.
"El ejército boliviano anunció hoy (por ayer) que Guevara fue 'presumiblemente' muerto o herido ayer (por el 8 de octubre) en un recio combate entre fuerzas gubernamentales y guerrilleros en el sudeste de Bolivia...", informa el sumario. Construida con los datos proporcionados por la agencia Associated Press, la nota subraya que el parte oficial no especifica si las bajas guerrilleras son muertos o si hubo muertos y heridos. Inmediatamente después del subtítulo "Dado por muerto", el texto recuerda que el 26 de septiembre se creyó que Guevara había fallecido al igual que otros tres jefes guerrilleros, entre ellos, el boliviano Roberto "Coco" Peredo. Y matiza: "en varias ocasiones se ha dicho que 'El Che' ha sido matado, herido o capturado en uno u otro país americano. Cuando estaba aún en Cuba, se afirmó que había fallecido. En los últimos dos años se ha asegurado que lo vieron en China, en Vietnam, en Brasil, en Argentina y hasta con rebeldes del Congo".
Cuerpo catástrofe
Los militares del altiplano aseveran que esta vez "El Che" sí se fue con la parca. Y que con él perecieron la guerrilla boliviana y la pretensión de trasladar los combates de la Sierra Maestra cubana a los países andinos. El 11 de octubre, LA GACETA titula con cuerpo catástrofe: "Bolivia: Confirmó el Gobierno la Muerte del 'Che' Guevara". Acompaña a esa nota el retrato del médico santafesino que el fotógrafo Mario Korda tomó en marzo de 1960 y que, tras el desenlace de 1967, se convertirá en un ícono en sí mismo y obtendrá el título de fotografía más reproducida de la historia.
El diario detalla la exhibición de los restos de "El Che" en Vallegrande, que son tocados y registrados por curiosos y periodistas. "En una conferencia de prensa, el general Alfredo Ovando Candia, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (y dos veces presidente de facto de Bolivia), declaró que, antes de morir, el Che se identificó y admitió haber fracasado en este país", relata la nota. Los militares garantizan que identificaron al difunto a partir de sus huellas dactilares y del diario personal que este llevaba encima. En voz alta leen algunas páginas del cuaderno, justamente las que narran los problemas de los guerrilleros que luchaban en Bolivia. "Sin embargo, se abstienen de mostrar a los periodistas las páginas donde alegan que Guevara hizo dichas afirmaciones", informa este diario.
Párrafo aparte merece la descripción del cadáver: "Guevara yacía rígido con los ojos abiertos, en los que, incluso, se notaba un brillo desusado. La cabeza, que había sido levantada, y el pecho desnudo estaban sumamente pálidos. Cerca del corazón tenía el orificio de bala que, aparentemente, le causó la muerte, y otro en el cuello. Vestía pantalón verde oliva con un ancho cinturón de cuero. Estaba descalzo y los pies parecían sorprendentemente bien cuidados para un guerrillero, con las uñas recortadas de manera pulcra... El cabello largo era suave. Se veía la típica barba rala en las mejillas".
Libertad de cultos
Las sucesivas publicaciones exponen las desinteligencias de la versión oficial. Contribuye a la confusión la falta de coordinación entre el presidente René Barrientos y las Fuerzas Armadas. Mientras el primero se inclina a entregar el cuerpo a los familiares de Guevara, los militares se apuran en declarar que ya es tarde, que la carne y los huesos de "El Che" han sido cremados en Vallegrande. A esa diferencia se suma la duda sobre si la muerte ocurrió realmente en una situación de combate, como manifestó el general Ovando Candia.
En la edición del 14 de octubre, LA GACETA cuenta que el hermano del revolucionario, Roberto Guevara de la Serna, está en Villagrande con intenciones de reconocer el cadáver y, en el caso de confirmar que pertenece a "El Che", repatriarlo a Argentina. También publica el testimonio del médico José Martínez Caso, que razona que, por la flexibilidad que aún presentaba el cuerpo exhibido el 9 de octubre, posiblemente Guevara haya muerto ese mismo día. "En Vallegrande no hay elementos para una cremación. Creo que simplemente lo sepultaron en una fosa común", añade el profesional.
Tras su paso frustrado por Bolivia, Guevara de la Serna hace escala en Tucumán. Héctor Domingo Padilla, periodista de LA GACETA, monta una guardia en el aeropuerto y consigue hablar con el hermano de "El Che", que viaja con los periodistas Samuel "Chiche" Gelblung y Antonio Legarreta, de la revista Gente, y Francisco Tenore, de Canal 13. El entrevistado explica: "en Vallegrande pregunté por qué no me habían esperado para la cremación. Un coronel me respondió que, ante la experiencia con el cuerpo del guerrillero 'Coco' Peredo, cuyo cadáver inútilmente fue exhibido durante 15 días sin que ningún familiar lo reclamara, habían resuelto incinerar a 'El Che'. Le pregunté, entonces, si eso no contradecía la tradición católica del pueblo, opuesta a cremar los muertos. El coronel contestó: 'en Bolivia hay libertad de cultos'".
Los Guevara se resisten a aceptar la pérdida del exministro de Industrias de Cuba. Pero el 14 de octubre, un grafólogo y un técnico en huellas dactilares enviados por el Gobierno argentino reiteran que se trata de "El Che". Al día siguiente, Castro reconoce la muerte de su exlugarteniente. En un discurso radiofónico transmitido desde La Habana, admite que vio el diario secuestrado. "Tiene su caligrafía y forma de expresión, muy difícíles de imitar", concluye el por entonces joven comandante cubano, según la edición del 16 de octubre.
Siete días después de la primera noticia sobre los sucesos bolivianos, LA GACETA titula: "'El Che' habría sido ejecutado por sus captores". El texto recoge la versión del capitán Gary Prado, que afirma que Guevara murió fusilado al día siguiente de su captura. El militar, que planeó la emboscada, recordó que, en el acorralamiento, el guerrillero pronunció el santo y seña que lo liberó de una muerte en la sierra: "no disparen, soy 'El Che', para ustedes valgo más vivo que muerto".
El copete resume una historia cuya reconstrucción requirió al menos 30 años de investigación. En el camino quedaron descartadas incontables versiones sobre la muerte de Ernesto "Che" Guevara a la edad de 39 años, mientras intentaba expandir la revolución comunista en Bolivia.
El laberinto comenzó a enroscarse sobre sí mismo el 9 de octubre de 1967, cuando las Fuerzas Armadas del país vecino difundieron el fallecimiento del exlugarteniente principal de Fidel Castro. La noticia fue recibida con cautela en LA GACETA: muchos eran los que habían dado por muerto al guerrillero nacido en Rosario, en 1928, a partir de 1965, cuando este se retiró de la trinchera pública cubana (en el presente, las redes sociales "matan" periódicamente al octogenario Castro, que en 2008 ungió a su hermano Raúl como sucesor en la presidencia de la isla).
"Anunciaron en Bolivia que el 'Che' fue 'Presumiblemente' Muerto", dice -así, con mayúsculas caprichosas y comillas- el título principal de la tapa del 10 de octubre de 1967. Esta primera aproximación al hecho establece el tono prudente del conjunto de la cobertura, que ocupó espacios relevantes de la portada durante las siete ediciones siguientes.
"El ejército boliviano anunció hoy (por ayer) que Guevara fue 'presumiblemente' muerto o herido ayer (por el 8 de octubre) en un recio combate entre fuerzas gubernamentales y guerrilleros en el sudeste de Bolivia...", informa el sumario. Construida con los datos proporcionados por la agencia Associated Press, la nota subraya que el parte oficial no especifica si las bajas guerrilleras son muertos o si hubo muertos y heridos. Inmediatamente después del subtítulo "Dado por muerto", el texto recuerda que el 26 de septiembre se creyó que Guevara había fallecido al igual que otros tres jefes guerrilleros, entre ellos, el boliviano Roberto "Coco" Peredo. Y matiza: "en varias ocasiones se ha dicho que 'El Che' ha sido matado, herido o capturado en uno u otro país americano. Cuando estaba aún en Cuba, se afirmó que había fallecido. En los últimos dos años se ha asegurado que lo vieron en China, en Vietnam, en Brasil, en Argentina y hasta con rebeldes del Congo".
Cuerpo catástrofe
Los militares del altiplano aseveran que esta vez "El Che" sí se fue con la parca. Y que con él perecieron la guerrilla boliviana y la pretensión de trasladar los combates de la Sierra Maestra cubana a los países andinos. El 11 de octubre, LA GACETA titula con cuerpo catástrofe: "Bolivia: Confirmó el Gobierno la Muerte del 'Che' Guevara". Acompaña a esa nota el retrato del médico santafesino que el fotógrafo Mario Korda tomó en marzo de 1960 y que, tras el desenlace de 1967, se convertirá en un ícono en sí mismo y obtendrá el título de fotografía más reproducida de la historia.
El diario detalla la exhibición de los restos de "El Che" en Vallegrande, que son tocados y registrados por curiosos y periodistas. "En una conferencia de prensa, el general Alfredo Ovando Candia, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (y dos veces presidente de facto de Bolivia), declaró que, antes de morir, el Che se identificó y admitió haber fracasado en este país", relata la nota. Los militares garantizan que identificaron al difunto a partir de sus huellas dactilares y del diario personal que este llevaba encima. En voz alta leen algunas páginas del cuaderno, justamente las que narran los problemas de los guerrilleros que luchaban en Bolivia. "Sin embargo, se abstienen de mostrar a los periodistas las páginas donde alegan que Guevara hizo dichas afirmaciones", informa este diario.
Párrafo aparte merece la descripción del cadáver: "Guevara yacía rígido con los ojos abiertos, en los que, incluso, se notaba un brillo desusado. La cabeza, que había sido levantada, y el pecho desnudo estaban sumamente pálidos. Cerca del corazón tenía el orificio de bala que, aparentemente, le causó la muerte, y otro en el cuello. Vestía pantalón verde oliva con un ancho cinturón de cuero. Estaba descalzo y los pies parecían sorprendentemente bien cuidados para un guerrillero, con las uñas recortadas de manera pulcra... El cabello largo era suave. Se veía la típica barba rala en las mejillas".
Libertad de cultos
Las sucesivas publicaciones exponen las desinteligencias de la versión oficial. Contribuye a la confusión la falta de coordinación entre el presidente René Barrientos y las Fuerzas Armadas. Mientras el primero se inclina a entregar el cuerpo a los familiares de Guevara, los militares se apuran en declarar que ya es tarde, que la carne y los huesos de "El Che" han sido cremados en Vallegrande. A esa diferencia se suma la duda sobre si la muerte ocurrió realmente en una situación de combate, como manifestó el general Ovando Candia.
En la edición del 14 de octubre, LA GACETA cuenta que el hermano del revolucionario, Roberto Guevara de la Serna, está en Villagrande con intenciones de reconocer el cadáver y, en el caso de confirmar que pertenece a "El Che", repatriarlo a Argentina. También publica el testimonio del médico José Martínez Caso, que razona que, por la flexibilidad que aún presentaba el cuerpo exhibido el 9 de octubre, posiblemente Guevara haya muerto ese mismo día. "En Vallegrande no hay elementos para una cremación. Creo que simplemente lo sepultaron en una fosa común", añade el profesional.
Tras su paso frustrado por Bolivia, Guevara de la Serna hace escala en Tucumán. Héctor Domingo Padilla, periodista de LA GACETA, monta una guardia en el aeropuerto y consigue hablar con el hermano de "El Che", que viaja con los periodistas Samuel "Chiche" Gelblung y Antonio Legarreta, de la revista Gente, y Francisco Tenore, de Canal 13. El entrevistado explica: "en Vallegrande pregunté por qué no me habían esperado para la cremación. Un coronel me respondió que, ante la experiencia con el cuerpo del guerrillero 'Coco' Peredo, cuyo cadáver inútilmente fue exhibido durante 15 días sin que ningún familiar lo reclamara, habían resuelto incinerar a 'El Che'. Le pregunté, entonces, si eso no contradecía la tradición católica del pueblo, opuesta a cremar los muertos. El coronel contestó: 'en Bolivia hay libertad de cultos'".
Los Guevara se resisten a aceptar la pérdida del exministro de Industrias de Cuba. Pero el 14 de octubre, un grafólogo y un técnico en huellas dactilares enviados por el Gobierno argentino reiteran que se trata de "El Che". Al día siguiente, Castro reconoce la muerte de su exlugarteniente. En un discurso radiofónico transmitido desde La Habana, admite que vio el diario secuestrado. "Tiene su caligrafía y forma de expresión, muy difícíles de imitar", concluye el por entonces joven comandante cubano, según la edición del 16 de octubre.
Siete días después de la primera noticia sobre los sucesos bolivianos, LA GACETA titula: "'El Che' habría sido ejecutado por sus captores". El texto recoge la versión del capitán Gary Prado, que afirma que Guevara murió fusilado al día siguiente de su captura. El militar, que planeó la emboscada, recordó que, en el acorralamiento, el guerrillero pronunció el santo y seña que lo liberó de una muerte en la sierra: "no disparen, soy 'El Che', para ustedes valgo más vivo que muerto".
Lo más popular
