25 Octubre 2012 Seguir en 
El juez de Instrucción de Paraná, Alejandro Grippo, acompañado por el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull y por los abogados querellantes Milton Urrutia, Marcos Rodríguez Allende, Marcelo Baridón y Álvaro Piérola, realizó el lunes una inspección ocular en el Seminario de Paraná, para corroborar si las descripciones brindadas por las víctimas coincidían con el lugar. "Tenemos que tener en cuenta que todos los abusos que terminan en corrupción de varios menores, la mayoría, por no decir todos, fueron en la habitación que utilizaba en ese entonces el cura (Justo) Ilarraz. Las dimensiones y las características coincide absolutamente con las declaraciones testimoniales", dijo el querellante Marcos Rodríguez Allende al diario entrerriano Análisis Digital. Tal como habían descripto los seminaristas, se trata de un cuarto de dos ambientes y baño privado, que tenía un escritorio en un extremo de la pared y una cama del otro.
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