El cazador

El cazador

El brillo de Ballini se traslada al "trabajo sucio" del medio.

A 200. Ballini estuvo a full en la práctica. Se golpeó el hombro izquierdo pero jugará. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA A 200. Ballini estuvo a full en la práctica. Se golpeó el hombro izquierdo pero jugará. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
30 Agosto 2012
La luz de tanto gol, de tanto lujo, de un fútbol que Atlético extrañaba en el último tiempo y que el sábado, después del 5-2 a Defensa, parece haber encontrado varios aliados en cancha, también tiene su lado B. En realidad, es la parte que no se sale en la marquesina, aquella que generalmente se utiliza para esconder la basura debajo de la alfombra. Pero claro, alguien debe encargarse de ello, de no hacer visible lo malo. Entonces, ese hombre termina siendo el perro de presa del equipo, en este caso es el cazador del "decano" cuyo trabajo pasa desapercibido. Y eso es lo bueno, dicen. Cuando al dueño de la aduana no se lo nombra quiere decir que algo bueno está pasando.

La misión de morder en la zona de intercambio es de Matías Ballini, generador de amores y desencuentros entre la opinión pública celeste y blanca. Sin embargo, y pese a que lo suyo pasó por otra lado, el ex Rosario Central le dio brillo al trabajo sucio en Florencio Varela. Ballini se multiplicó en el nido del "halcón" y calló a varios.

"En realidad, va a depender mucho de los partidos. Habrá algunos en los que voy a tener mucho trabajo y otros en los que no. Dependerá de nuestro dominio. Para mí es mejor que se diga que no intervine porque eso quiere decir que no tuve mucho trabajo y al grupo le fue bien", suelta una pequeña risa el volante, a quien la idea de rascarse la panza en el medio no le viene mal. "Me parece medio difícil que eso pase, aunque estaría bueno, ja. Con sólo un volante en el medio es difícil hacerlo, ja", grafica el cinco, y agrega. "Si me dicen, 'vamos a salir con todo, a meter tres goles pero vos te la tenés que aguantar solo', firmo, no tengo drama".

A veces, ver el fútbol puede marear. Ballini tiene la suerte de no haber sufrido de ese mal, hoy bienvenido en el "decano". Es que mientras él busca romper la estrategia rival y liberar la pelota, sus propios compañeros se mueven en otra autopista, con ritmo de salsa y en quinta marcha. "Intento hacer lo que me pide el técnico, que es estar parado delante de los centrales, y de no ir tanto al ataque. Pero si se puede, voy", explica Matías y no se enrosca con los sabores del paladar de cada analista futbolístico.

"En realidad, a todos no les vas a gustar. Intento hacer mi juego, rendir al máximo; después uno sabe si las cosas le salieron", destacó.

- Dame tu calificación contra Defensa. LA GACETA te puso 8.

- ¿Un 8? Eh, muy bien. Sí, me sentí bien. El equipo estuvo bien. - Y antes, contra Ferro.- No, menos. - Ahí cobraste, fue un 5. - Ehhhh, sí, está bien el 5, ja. En realidad, mi autoestima siempre está alta; pero sí, hay que mejorar.

A diferencia de quienes lo rodean, un gol de Ballini sería casi un error táctico. "... Estoy dedicado a la marca, es muy difícil hacerlo, pero uno siempre sueña. Dejemos que los que están sigan haciendo esos goles, ja, ja, ja". Fin.

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