Una nena de seis años desapareció de la puerta de su casa y la hallaron muerta en un baldío

Una nena de seis años desapareció de la puerta de su casa y la hallaron muerta en un baldío

Mercedes Figueroa fue apuñalada cinco veces en la garganta y la cabeza; además, investigan si la menor fue víctima de violación. La búsqueda empezó el miércoles a las 18 y finalizó ayer a la mañana, con la aparición del cuerpo sin vida en un baldío de la misma cuadra donde vivía la menorEstán detenidos un tío, un primo y un vecino "El chavo" (51 años), "Chuchú" (13) y "Tarantini" (17) habían pasado la tarde y la noche del miércoles consumiendo bebidas alcohólicas. Los dos primeros (padre e hijo) son tío y primo de Mercedes Figueroa. El tercero, en tanto, es el dueño de la casa donde se encontraban reunidos. Los familiares de la víctima comentaban ayer que la Policía encontró ropa con sangre, entre otras pruebas, dentro de la vivienda del sospechoso. "El chavo" y "Tarantini" pasaron la noche alojados en la División Homicidios y Delitos Complejos, mientras que "Chuchú" fue trasladado al Instituto de Menores Julio A. Roca, por disposición del fiscal de turno Arnoldo Suasnábar. "Hay indicios firmes de que habrían participado en el hecho, los tres están igualmente comprometidos", confirmó una fuente policial a LA GACETA. Además, agregó que "Tarantini" posee antecedentes por robos y arrebatos. La misma fuente detalló cuál era la hipótesis que manejaban hasta ayer: "creemos que aprovecharon para tirar el cuerpo entre las seis y las siete de la mañana, cuando se produjo un cambio de guardia policial y seguíamos una pista en dirección al barrio Lomas de Tafí".

A LA MAÑANA. Los peritos buscan pruebas en el baldío donde encontraron el cuerpo sin vida de Mercedes. LA GACETA / FOTO DE INéS QUINTEROS ORIO A LA MAÑANA. Los peritos buscan pruebas en el baldío donde encontraron el cuerpo sin vida de Mercedes. LA GACETA / FOTO DE INéS QUINTEROS ORIO
03 Mayo 2012
El dolor, la rabia y la impotencia miden 50 metros en el barrio Echeverría. Esa es la distancia que hay que recorrer desde la calle Viamonte -a la altura del puente que conduce a Lomas de Tafí- hasta llegar a la humilde casa donde vivía Mercedes Figueroa junto a su mamá y sus cinco hermanitos.

La "bebé", como la llamaban en la familia, iba a cumplir siete años en junio. Cursaba primer grado en la escuela Zenón Santillán y, cuando no estaba en clase, le ayudaba a su mamá con la limpieza de la casa. "Era una alumna brillante, las maestras siempre la felicitaban. Todos los días volvía y le mostraba el cuaderno a mi hermana", relata entre lágrimas María Figueroa, su tía materna.

No puede evitar quebrarse cada vez que la menciona. A su alrededor, una multitud de niños de todas las edades lloran, reclaman atención y hasta se ocupan de los más pequeños que todavía no caminan. Puertas afuera, los vecinos invaden la media cuadra del pasaje sin nombre donde ayer se acabó la paz, si es que alguna vez la hubo.

Todos esperan a Mercedes para darle el último adiós. Pero la noche llega antes que ella y en las caras puede verse el cansancio y la falta de sueño. Es que en el barrio nadie parece dormir. Desde el miércoles a la tarde, cuando la ausencia de la nena sorprendió a todos, no hubo un solo vecino que no se haya sumado a la búsqueda. Grandes y chicos acompañaron al centenar de policías que examinó cada rincón durante toda la noche.

Eran casi las 8 y las esperanzas se agotaban a medida que crecía el cansancio. "Yo me había ido a sacar unas fotocopias que me pidió la Policía cuando uno de los chicos me avisó que la habían encontrado. Yo, contenta, le pregunté dónde y me respondió: 'lo siento mucho, está muerta'", recuerda María.

El cuerpo de Mercedes estaba en un rincón de un sitio baldío, a pocos metros de su casa, tapado con unas ramas. "Estaba desnuda", confirma su tía. Y agrega que en la pared había manchas de sangre. "Parece que la tenían arriba, en el tanque", dice la mujer. María se refiere a los tres sospechosos, quienes estuvieron esa tarde consumiendo bebidas alcohólicas en la casa de uno de ellos, pegada al predio abandonado donde apareció el cuerpo. Incluso fue uno de ellos el que "descubrió" el cadáver. "¡Acá hay algo!", gritó ayer a la mañana mientras señalaba el bulto que ahora estaba donde horas antes no había nada. Dentro de la misma casa, Juan Manuel Herrera tiene los ojos hinchados de tanto llorar. Su dolor es doble, no sólo porque Mercedes era su sobrina sino porque dos de los sospechosos son sus familiares ("El chavo" es hermano y "Chuchú", sobrino). "No entiendo qué les pasó por la cabeza", dice mientras se seca las lágrimas.

Juan Manuel niega que su hermano tenga antecedentes, pero reconoce que le gusta beber y que es una persona violenta. El miércoles a la noche, "El chavo" también participó de la búsqueda. Afirma que no lo notó nervioso ni en una actitud extraña porque "estaba machado".

Luego de haber trasladado el cuerpo a la morgue, la Policía aprehendió a los tres hombres que habían estado en la casa de al lado (Ver "Están detenidos...). Juan Manuel dice que, desde entonces, no volvió a hablar con su hermano. "Si lo llego a ver, lo mato. Te lo juro por Dios. No me importa que sea familia mía, esa criatura no tenía la culpa de nada", reniega.

La investigación

Ayer a la mañana, el jefe de Policía, Jorge Racedo, aseguró que la niña no había sido violada. Sin embargo, una fuente relacionada con la investigación señaló que al menos existió un intento de abuso. "Creemos que la menor se resistió y que el homicidio se cometió para tapar una tentativa de abuso sexual", estimó. Lo que sí se conoce es la causa de la muerte: cinco puñaladas en la garganta y la cabeza.

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