Antes de comprar
23 Marzo 2012
- Sincerate.- Antes que nada, ningún electrodoméstico va a cambiarte. Si no pisás la cocina, aunque tengas una máquina para hacer pan o una freidora lo mismo no vas a cocinar.

- Consumo.- Cuando compres un electro fijate el consumo que utiliza, porque después vas a evitar usarlo para no gastar tanta electricidad. Es preferible comprar uno tradicional de buena calidad que no necesite enchufarse que uno moderno que eleve lo que pagás de luz por las nubes.

- ¿Cuánto gasta?.- Una batidora 250w, tostadora 500w, procesadora 750w, lavarropas automático 2.250w, cafetera 900w, plancha 1.000w, horno eléctrico 2.200w, microondas 1.200w, aspiradora 1.200w.

- Elegir los que son eficientes.- Hay una etiqueta que se puede ver en los electrodomésticos y que sirve para indicar el nivel de ahorro de energía. Oscila entre el A (más alto) y el G (más bajo), pero dentro del A hay otras subdivisiones: A+, A++, A+++. Los electrodomésticos más eficientes serán los que tengan la A. También se evalúan otras características.

- ¿Qué pasa con los combinados?.- Por lo general los que unen varias funciones no son muy útiles si se los usa mucho, porque siempre alguna parte termina descomponiéndose. Por ejemplo, las multiprocesadoras que vienen con licuadora.

- Para todos los gustos.- Lo que para unos resultan un fiasco para otros es la salvación. Por ejemplo, en el listado de los electrodomésticos "cuestionados" aparecieron la licuadora, la batidora, la vaporera y la aspiradora manual. Cada uno de los consultados tenía argumentos de sobra para defender a unos y defenestrar a otros.

- La verdad del lavavajillas.- Es uno de los más polémicos. A simple vista soluciona el gran problema que es lavar pilas de platos, pero resulta que no sirve para el día a día. Para ser justos, hay que señalar que no todo es magia y listo... los platos limpios. Antes de llenarlo hay que enjuagarlos para que no queden pedazos de comida que podrían obstruir los conductos internos. También hay que controlar el nivel de salinidad del agua y poner el jabón indicado y el abrillantador necesarios. La ventaja es que una vez que lo pones a andar te olvidás y sacás los platos limpios y secos, relucientes.

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